Distancia de rescate

'Distancia de rescate' es un libro absorbente, te atrapa de tal manera que es imposible soltarlo, te metes tanto en la historia que te olvidas del mundo real. Schweblin consigue crear una atmósfera muy inquietante, una atmósfera que va ahogando poco a poco al lector. El lector desde un principio intuye que algo va a suceder, el lector está inquieto, está con todos los sentidos alerta. Una intranquilidad horrible se apodera de ti, una ansiedad que te va comiendo por dentro porque no sabes lo que realmente está ocurriendo. Es una novela muy corta pero es increíble como consigue transformar al lector, como consigue que no pares de hacerte preguntas. ¿Qué estarías dispuesto a hacer por una persona importante en tu vida? ¿Qué estaría dispuesta a hacer una madre por su hijo? Te invade el dolor, te invade el miedo. ¿Qué es lo realmente importante en tu vida? A veces damos demasiada importancia a insignificancias y no nos centramos en los detalles que realmente importan. ¿Qué le estamos ocasionando al planeta en el que vivimos? ¿Qué consecuencias tendrá la contaminación en nuestra vida? Es un tema que tiene mucha importancia en esta historia aunque a simple vista no lo parezca. 'Distancia de rescate' ha sido una lectura de la que no he salido ilesa, es una lectura que deja huella, incluso deja una herida en ti. Es una lectura que no puedo olvidar, le sigo dando muchas vueltas. Puede que el final resulte demasiado abierto y abrupto pero en el fondo considero que es el final perfecto. Es un final perfecto para que cada lector concluya la historia después de reflexionar, después de plantearse muchas preguntas.
Schweblin, bienvenida a mi vida. Este ha sido un gran comienzo de nuestra relación, relación que espero sea muy duradera.

De repente es como entrar en un pozo, en un lugar oscuro, donde las palabras de cada personaje te empujan sobre la pared como dos pesados brazos, que de repente crees que te van a abrazar pero te ahorcan. Ese es el clima que persiste durante toda la novela. Brujería, soledad, compasión y las caras de unos niños que ya no son quienes eran. Todo se inicia con un viaje de vacaciones, un viaje sin regreso.

"Distancia de rescate" es una novela inquietante que te aplastará en el sillón del que no podrás levantarte hasta terminar de leer. No te preocupes, es cortita.

Una narración sobre una obsesión y una culpa en un contexto de desastre ecológico. El cuidado, la vigilancia del hijo, su seguridad, se transforma en una obsesión malsana para una madre que asiste al relato ponzoñoso, lleno de remordimientos y atávicas supersticiones de otra madre que por una vez no respetó la justa (?) distancia de rescate (esa distancia máxima con el hijo que nos permitirá salvaguardarlo de todo peligro).

Baste con estas notas. El lector debe tener el placer de ir descubriendo las claves de la narración, de ir acostumbrando la vista a la espesa niebla que empieza cubriéndolo todo y que nos confunde haciéndonos ver monstruos y peligros allá donde fijemos la mirada. Debemos seguir el ritmo que tan hábilmente nos va marcando Schweblin. Ella nos acompañará, no siempre corta la distancia de rescate, conduciéndonos sin apenas indicaciones, aunque todas relevantes, nada es superfluo, hacia el destino que nos tiene reservado sin que sepamos con certeza si el camino que recorremos es de terror, fantástico, onírico o es otra cosa o todas juntas.

Un relato que nos llega únicamente a través de una de las madres y a instancias de una voz que apremia a contar. La autora sabe cómo contagiarnos la prisa, la impaciencia de esa voz por saber, y que en nosotros toma la forma de necesidad por hacer pie, por abandonar el terreno fangoso, nada firme, por el que nos lleva (y ojalá no descubráis muy pronto las claves de un relato quizás demasiado supeditado a las inseguridades del lector). Y junto a esa impaciencia, Schweblin consigue magníficamente provocarnos el desasosiego ante una catástrofe que advertimos inminente, ante un peligro que no sabemos muy bien por donde aparecerá y en qué consistirá.

Disponte a la lectura con la mente libre y ligera, los ojos muy abiertos y dispuesto a ser tú quien cierre el relato, quien elija las claves que lo concluya.

Descubrí a Samantha Schweblin este verano con sus "Kentukis" y supe que tenía que leer algo más de ella. Este libro me llamaba mucho la atención y fue empezarlo y no poder parar, me enganchó desde la primera página. Y es que la autora ha sabido crear una atmósfera tan tensa y asfixiante que consigue contagiarte la ansiedad de la protagonista por saber qué está pasando. Hasta en algún momento me parecía estar leyendo un relato de terror.

Amanda se despierta un día acostada en una clínica sin recordar nada. Poco a poco, y con la 'ayuda' de un extraño niño, empieza a reconstruir los hechos que la han llevado hasta allí y así encontrar el punto exacto en que ese hilo que la unía con su hija se rompió. Con un ritmo que apenas te deja respirar va hablando de maternidad, de las relaciones y supersticiones en los pueblos pequeños, de obsesiones y culpa. Y no cuento más porque creo que es mejor leerlo sin saber apenas nada. La verdad es que después de tanta inquietud acumulada yo esperaba un final explosivo pero no fue así. Sinceramente, al terminar sentí que no lo había entendido del todo, pero volviendo a leer algunas partes con más atención me empezó a cuadrar cada vez más y me pareció un desenlace bastante coherente.

Una novela que empieza raro con su forma de narrar, pero que de a poco te acostumbras y no podes dejar de leerlo. Tiene suspenso, thriller y a la vez horror.
Vas atando cabos a medida que transcurre la historia.Te provoca mucha tención. Y te sorprende con el final. Todo cobra de repente sentido.
El título está muy relacionado: Esa distancia de rescate que tiene con la hija está en toda la novela.
Es una historia que no te podes perder, más aún cuando sacaron la película hace nada.

Es increíble como Samanta Schweblin consigue crear un clima de desasosiego, de angustia y suspense al lector mientras narra cotidianidades.
No hay ninguna escena terrorífica, no sucede nada que te pueda asustar, pero sin embargo la historia te va envolviendo y tienes los sentidos a flor de piel porque sabes quen cualquier momento va a pasar “algo”.
Amanda y su hija Nina se marchan de vacaciones al campo, allí conocerán a Clara y a su hijo David, pero de repente se darán cuenta de que allí están pasando cosas extrañas… y Amanda experimentará la tensión del hilo de la distancia de rescate.
Muchas emociones en pocas páginas.

Novela corta, historia de suspenso muy bien desarrollada, a pesar de su tamaño, logramos comprender el contexto, la ambientación, la situación, los personajes principales... La trama engancha desde las primeras páginas y no quieres parar para saber que pasa, cual es el misterio, o los misterios, porque empieza como lo hace, hay escenas que dan inclusive miedo, pero no te llevan al pánico sino que te involucran en una serie de misterios y de personajes sospechosos de algo, pero no sabemos de qué. Esta muy bien narrado, y aunque el final es en parte abierto, deja al juicio del lector las causas, las razones, las respuestas y los pesares de la historia, tiene también momentos hermosos al narrarnos en pocas líneas, el amor protector por una madre hacia su hijo, y de allí el nombre del libro. Muy recomendado.

Y cuando uno pensaba que no podía leer un libro peor en su vida, llega esto. El libro me ha aparecido una abominación de un calibre tan grande, que no me voy ni a molestar en malgastar mi tiempo. Nada de paños calientes: este libro es ABURRIDO. Se lo comenté a una persona, que el título de esta novela en vez de ser “Distancia de rescate”, debía de
haber sido “Orden de alejamiento”, que es lo que necesita un lector ante este tipo de obras. ¡Qué tomadura de pelo más épica!
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¿Queréis saber lo gracioso? Que han versionado esta película al cine, la presentan en el Festival de Cine de San Sebastián y está nominada a la Concha de Oro. ¡De locos! Pues bien, espero que la película sea entretenida, porque como se parezca mínimamente al libro, en vez de la Concha de Oro le pueden dar la concha de su madre.
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Así que ya sabéis, hermoses, si lo leéis me contáis. Eso sí, bajo vuestra responsabilidad. Esto no deja de ser una opinión personal.
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Ya me he deshecho del libro, no merece estar en mi biblioteca de terror.
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Lo mejor: el apellido de la escritora, “Schweblin”, es más fácil de pronunciar y de escribir que “Schwarzenegger”.
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Lo peor: todo lo demás.

La historia gira en torno a la maternidad y a la muerte por intoxicación, el como tocan estos temas es increíble, Amanda, nuestra protagonista, es madre de Nina y junto a ella decide tomarse unas vacaciones, pero no espera que en este pueblo al que va la intoxicación sea altísima, nos muestran como esta afecta a los niños antes y después de nacer, algunos salen con deformidades y otros mueren con el paso del tiempo.
Pero acá aparece nuestra casa verde, el pueblo se aferra mucho a ella a la hora de curar a los enfermos ya que el pueblo no tiene muchos doctores, el problema es que muchos salen mal de esa casa, en este caso David es uno de ellos, es el hijo de Carla (amiga de Amanda) y luego de casi morir por intoxicarse por tomar agua contaminada es llevado a la casa verde, ahí le hacen la migración.
Esta idea me pareció muy interesante, el como acuden a alguien para que transporte parte de tu alma al cuerpo de otra persona para salvarte, al principio me pareció algo que haría para salvar a mi hijo, pero, ¿De qué sirve? Mi hijo dejaría de ser mi hijo, habría una persona extraña en su cuerpo y el vagando por ahí, quien sabe si el cuerpo en el que entró su alma es de buena familia o va a sufrir más que con la muerte.
Pero creo que una madre en ese punto no lo piensa, el echo de salvar a tu hijo es más importante que cualquier cosa.
Y eso es lo que este libro quiere mostrarte, que aunque el mundo sea una locura, tu mamá siempre intentará ver por ti antes que por ella.

Una narración brillante, intensa, que impide dejar el libro por un segundo. Una historia que se va enredando de una manera muy inteligente, va metiendo al lector en este fantástico mundo, tan bizarro y lleno de detalles que hipnotizan. de lejos se nota el talento de la autora para contar una historia que te deja pensando, dando vueltas y hasta con ganas de volverla a leer. Es como leer una película de ciencia ficción y suspenso, que va teniendo su red y te va metiendo sin dejarte respirar. Intenso y emocionante, me encantó.