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Distancia de rescate de Samanta Schweblin
Lo monstruoso, lo trágico y lo irremediable está en lo trivial, en lo común de todos los días.
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Calificación promedio: 5 (sobre 164 calificaciones)
/17/02/2023. Dialogamos con la escritora argentina Samanta Schweblin y nos habla del éxito de público y crítica de su libro de relatos Siete Casas Vacías, cuya traducción al inglés recibió el National Book Award, uno de los premios más prestigiosos de Estados Unidos y de la literatura en inglés. Nos cuenta la importancia que tienen para ella las casas como espacio a veces opresivo y destaca que fuimos hechos para dormir mirando las estrellas no encerrados en casas. El tema de cierto tipo de locura atraviesa sus cuentos. Schweblin es experta en crear atmósferas densas e inquietantes, algo que se refleja en sus obras.
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Distancia de rescate de Samanta Schweblin
Lo monstruoso, lo trágico y lo irremediable está en lo trivial, en lo común de todos los días.
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Distancia de rescate de Samanta Schweblin
El punto exacto está en un detalle, hay que ser observador.
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Distancia de rescate de Samanta Schweblin
Ahora mismo estoy calculando cuánto tardaría en salir corriendo del coche y llegar hasta Nina si ella corriera de pronto hasta la pileta y se tirara. Lo llamo distancia de rescate, así llamo a esa distancia variable que me separa de mi hija y me paso la mitad del día calculándola, aunque siempre arriesgo más de lo que debería.
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Distancia de rescate de Samanta Schweblin
A veces me asusta pensar que los problemas de todos los días, pueden ser para mí más importantes que para el resto de la gente
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Kentukis de Samanta Schweblin
Los kentukis no son mascotas, ni fantasmas, ni robots. Son ciudadanos reales, y el problema —se dice en las noticias y se comparte en las redes— es que una persona que vive en Berlín no debería poder pasearse libremente por el living de otra que vive en Sídney; ni alguien que vive en Bangkok, desayunar junto a tus hijos en tu departamento de Buenos Aires. En especial, cuando esas personas que dejamos entrar a casa son completamente anónimas.
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Kentukis de Samanta Schweblin
se preguntó, con un miedo que casi podría quebrarla, si estaba de pie sobre un mundo del que realmente se pudiera escapar.
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Kentukis de Samanta Schweblin
La gente pagaba para que la siguieran como un perro el día entero, querían a alguien real mendigando sus miradas.
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Kentukis de Samanta Schweblin
"Y entonces lo entendió: no quería seguir viendo a desconocidos comer y roncar, no quería volver a ver ni un solo pollito gritando de terror mientras el resto lo desplumaba de los nervios, no quería mover a nadie más de un infierno a otro. No iba a esperar a que las benditas regulaciones internacionales llegaran para sacarlo del negocio, ya habían tardado demasiado. Iba a salirse solo. Vendería los dispositivos que le quedaban y se dedicaría a otra cosa. Accedió a la configuración general y, sin molestarse siquiera en sacar antes al kentuki de esa casa, cortó la conexión". |
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Distancia de rescate de Samanta Schweblin
Lo llamo 'distancia de rescate', así llamo a esa distancia variable que me separa de mi hija y me paso la mitad del día calculándola, aunque siempre arriesgo más de lo que debería.
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Soy una criatura híbrida, mitad hombre mitad caballo.