Las luces de septiembre

Otra de las novelas del autor, de su rama juvenil, que engancha a todo lector que la tenga en sus manos.

Este es el segundo libro que he leído de Carlos Ruíz Zafón y me gusta mucho su forma de escribir. "Las luces de Septiembre" me lo recomendaron, teniendo altas espectativas en él me lo leí y la verdad no me decepcionó. En este libro juvenil se ve mucha fantasía, lo que hace que los jóvenes lectores se "enganchen" a este libro. El libro comienza con una carta que entendí al llegar al final del libro, lo cual me pareció super interesante. La historia comienza cuando Simone Sauvelle se muda a Bahía Azul con sus dos hijos tras la muerte de su marido, Armand Sauvelle, y todo empieza a desarrollarse poco a poco. En la historia hay incluso partes más siniestras en la que me han llegado a poner los pelos de punta y partes más tiernas como amor. En el libro se van soltando varios hilitos que te dejan con la intriga pero al final todo se suelta, habiendo cosas inesperadas. Para finalizar recomiendo mucho este libro a jóvenes aunque da igual la edad y más si os gusta la fantasía.

Zafón tiene un estilo único basado en descripciones, detalles y las intensidades de todas sus historias, repletas de misterio, tensión, a veces incluso miedo. Esta novela reconozco que me puso los pelos de punta varias veces. Me pareció fascinante el mundo que crea con los autómatas y toda la historia que hay detrás. Terminas con una emoción muy fuerte.

El estilo sigue siendo el mismo, detallista y descriptivo.

Este libro siempre me gustó, lo tengo desde hace muchísimo años y he tenido un gran amor siempre por Carlos Ruiz Zafón. Este libro siempre me ha gustado cuando lo he leído y por eso, lo empecé con muchas expectativas, cosa que se cumplieron hasta la última línea. Las luces de Septiembre me sigue enamorando como ha hecho siempre que lo he leído. Si escogí este libro en su momento es porque ya había leído Marina de Carlos gracias a mi tía y quería leer más. Admito que no puedo recordar si este libro me lo regalaron o me lo compré yo, lo que sí sé es que es un libro maravilloso.

Todo empieza con la historia de los Sauvelle, Simone, Irene y Dorian los cuales acaban de perder a su marido y padre, respectivamente. En ese momento, se dan cuenta que el hombre al que creían conocer… les ocultó un millón de deudas a las que tuvieron que hacer frente y que los dejan prácticamente en la calle. Su vida cambia cuando su madre es llamada por Lazarus Jann para que sea su ama de llaves y se tienen que mudar a Bahía Azul, un mundo muy diferente a su Paris natal, allí conocerán a su benefactor, a Hannah y a Ismael, desde entonces, la vida de los Sauvelle jamás volverá a ser la misma.

Cuando lees la historia puedes ver como es la imaginación de Carlos, crea una historia apasionante y que te atrapa al primer momento con cosas perfectamente normales, aunque poco a poco se van convirtiendo en algo más y acabas convirtiéndose en algo que no podía esperarte al empezar a leer, la verdad es que te va atrapando poco a poco. La historia es original porque aunque se trata de un pueblo en el que todos podemos vivir, lo que allí vive es algo que ha salido de la mente de Carlos y me parece increíble.

Las novelas de este género, a veces, pecan de ir demasiado lento, pero creo que a veces es necesario porque hay muchas cosas que tienen que pasar y no se puede correr. Pero en esta novela… creo que todo pasa en su momento justo. Muchas veces, nos aburrimos porque la trama va demasiado lenta y el escritor se centra demasiadas en cosas que no nos interesan, pero Carlos lo hace todo en su momento justo y creo que la velocidad que toma es la correcta, cambiado de escenario en el momento justo para que podamos entender lo que está pasando.

El libro no se trata de una novela romántica, pero entre todo el suspense que rodea estas páginas, podemos encontrar el romance entre dos personajes llamados Ismael e Irene. Los dos son adolescentes y os prometo que me enamoraron desde el primero momento, los dos son personas muy diferentes pero que saben congeniar a la perfección. Entre ellos crece un amor que florece poco a poco y que crea entre ellos un vínculo que permanece por los años. Poder verlos juntos es como revivir un amor de verano, un amor de adolescentes y es lo más hermoso que se puede ver porque poco a poco ves como van viviendo cosas que se viven por primera vez.

Los personajes me gustaron bastante porque estaban bastante bien hechos y perfilados, cada uno tiene una forma de ser, un secreto que guardar a ojos de los demás, desde el de mayor edad al más joven de todos. Simone es una mujer madura con dos hijos adolescentes a los que siempre ha querido proteger de todos y darles la mejor vida que ha podido, alguien fuerte que en algún momento tiene que romperse, pero alguien que lucha por todo en todo momento. Tenemos a Irene, la hija mayor de Simone que a espaldas de su madre la ha ido ayudando desde que perdieron a su padre, una muchacha vivaz aunque algo débil en algunas ocasiones, pero alguien que va cambiando con el paso de las paginas y a la que acabas cogiendo bastante cariño. Después, tenemos a Dorian, hijo menor de Simone y hermano menor de Irene. Un niño encantador que está entrando en la adolescencia y que a mí me tuvo enamorada desde las primeras páginas, alguien que aunque no sale demasiado enseña que su mente se está transformando y al que no puedes evitar querer llenar de besos. Tenemos después a Lazarus, el salvador de esta familia aunque también el que guarda más secretos de todo el libro, un personaje bastante misterioso del que vamos descubriendo más cosas con el pasar de las hojas y que a mí me dio un gran coraje al final. Por último, pero no menos importante, en los personajes principales tenemos a Ismael, alguien que se quedó huérfano y se tuvo que a ir a vivir son sus tíos y su prima a Bahía Azul, alguien que ama el mar y es bastante reservado. Empieza siendo un chico al que socializar no se le da demasiado bien y acaba por ser alguien un poco más abierto y habiendo cambiado bastante, al menos a mí parecer.

Como he dicho algunas veces en esta reseña, adoro a Carlos y su forma de escribir. Su pluma es ágil y fácil de leer, no utiliza palabras demasiado difíciles y si hay alguna que no entendemos, podemos buscarla porque veremos que la explicación es fácil, pero que yo recuerde no he tenido problemas con ninguna de las palabras que componen esta preciosa novela. El libro a pesar de que lleva suspense y que todo se tiene que hacer a un ritmo concreto, no se me ha hecho para nada pesado porque es muy fácil de leer y lo disfrutas en cada frase. Para mí, Carlos escribe como si él mismo fuese quien estuviese a tu lado leyéndote el libro para que vayas comprendiendo cada cosa que dice.

A mi forma de ver el libro te sorprende en cada paso que puedes dar entre sus páginas, no te puedes esperar nada de lo que pasa. Yo no podía parar de leer cada vez que abría sus páginas, había cosas que sí que me esperaba, pero había otras tantas que me mantenían con el corazón en un puño. Porque Carlos sabe cuando hablar de un tema y cuando hablar del otro, sabe cómo mantenerte con el alma en vilo y es por eso que el libro no se hace del todo previsible y te encuentras con sorpresas que no podías esperar.

Este libro se ha llevado 5 de 5 estrellas, me encanta cada vez que lo leo y es que es uno de esos libros que no te dejas nunca de leer. Es una de las pocas novelas en las que el amor, el suspense y todo lo que está escrito entre sus páginas va a una velocidad adecuada y dejándose el espacio necesario a cada uno, porque los géneros se juntan y ayudan a crear el maravilloso libro que os he traído el día de hoy.
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Los libros de Carlos Ruiz Zafon (al menos los único tres que he leído) son de mis favoritos en literatura juvenil, y aunque asi lo sea, este me ha dejado con la sensación de que algo faltaba o no encajaba del todo, algo que no ocurrio en "El Principe de la Niebla" y "El Palacio de la Medianoche".
El principio me pareció un poco lento, pero aun asi me cautivo la historia, aunque no llegue a empatizar con los personajes tanto como hice con los otros dos libros, quizas por ellos esta vez no me toco la fibra sensible... sin embargo me sigue pareciendo un muy buen libro, rapido de leer y que se hace muy corto.

Tercer libro de la Trilogía de la Niebla.

Zafón es un autor del que sólo he leído de momento estos tres primeros libros… y al que quiero leer por orden (¿por qué? Pues porque sí).

Tenemos a Simone, que al quedarse viuda, acepta ser dama de llaves en la mansión de un fabricante de juguetes, un hombre de lo más peculiar –en todos los aspectos- llamado Jann. Así que tira para Francia, junto con sus hijos; la chica, Irene, conoce a un chaval de su edad que parece hacerle tilín, mientras que el chico Dorian, se dedica a explorar la zona.
Todo parece ir a mejor cuando empiezan a ocurrir cosas raras.

De nuevo, tenemos adolescentes como protagonistas, con un misterio del pasado que acompaña durante toda la novela y al que se debe enfrentar, con sus hechos dramáticos y demás.
Sin embargo, sigue dándole resultado.

Si bien es cierto que sigue el mismo esquema que las dos novelas anteriores, debo decir que me ha gustado mucho y aún así, resulta una lectura muy entretenida, donde el autor logra mantener interés desde la primera página, sin dejarnos altibajos de ningún tipo durante toda la lectura y contando todo con un lenguaje ágil, fluido, donde acompaña bastante bien el hecho de tener algún episodio del diario de uno de los personajes. Un acierto ese punto, la narración resulta mucho más dinámica.

Nos deja de todo, la parte de suspense, como digo, muy bien llevada, junto con momentos de una intensa carga dramática, que le vienen muy bien a la novela… tenemos incluso el puntito de amor adolescente, que no tiene apenas protagonismo –detalle que personalmente agradezco-, pero está ahí.
Además nos deja un personaje con mucha fuerza, bastante bien retratado, que me ha gustado mucho.

Una lectura recomendable, sobretodo para empezar a leer al autor, pues te deja con ganas de más, veremos a ver si en su próxima novela me gana un poquito más, de momento destaco dos de las tres que he leído, siendo esta una de las que más he disfrutado.
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Las luces de septiembre tiene todos los elementos que caracterizan las novelas que forman parte de la trilogía de la Niebla: protagonistas adolescentes, autómatas y una fuerza maligna y sobrenatural. Me recordó un poco a El príncipe de la niebla (mi libro favorito de Zafón) porque también empieza con una familia que se muda a una ciudad costera y los hijos del matrimonio también se ven envueltos en un misterio que, si os soy sincera, me ponía los pelos de punta. El faro, los barcos, el mar, un pueblo pequeñito, vuelven a formar parte de la ambientación de la novela.

Los personajes me han parecido muy variados en cuanto a personalidad y, lo que más curioso (y gracioso) me resulta es que son los jóvenes quienes se toman la justicia por su mano e intentan hacerlo todo ellos. ¿Miedo? ¿Eso qué es? ¿Se come? XD Y sí, me refiero a Dorian (no recuerdo la edad, ponedle unos 9-12 años). Es como cuando en las películas de miedo pasa la típica americanada tipo "acabo de escuchar un ruido y en vez de llamar a mi madre me voy solo porque el sustazo que me di el otro día ya se me ha olvidado". Llamadme cobarde y cagueta... Pero yo con la edad que tengo entro en pánico, me tapo hasta el cuello y ni pestañeo vigilando la puerta. Irene me ha parecido una chica muy valiente. En cambio, Ismael no ha terminado de calarme. A veces puede resultar un poco brusco y algo que no puedo reprocharle, es que busca la soledad en su barco y el faro cuando necesita ordenar sus ideas. Hannah es harina de otro costal: muy coqueta y enamorada de la vida. Lazarus es algo reservado y excéntrico, pero se le ve bonachón. Y bueno, por mencionarla, la verdad es que Simone tampoco es que tenga gran peso en la trama.
El libro está ambientado en 1937 y, como ya os adelanté, hace uso de lo sobrenatural para ejemplificar la lucha entre el bien y el mal así como la madurez y el paso a la edad adulta. Tampoco nos nos falta nuestra pequeña dosis de romance. Como veis, son temas y recursos bastante recurrentes del autor. Sin embargo, hay algo más. Os lo diría, pero puede daros pistas y prefiero que lo descubráis vosotros si os interesa el libro.
En general, me ha gustado, aunque no tanto como otros títulos del autor. Tenía ganas de leerlo y la verdad es que iba con el listón un poco alto. Ahora mismo no sabría decir qué me ha fallado. ¿Quizás algo de profundidad o desarrollo? No quedan cabos sueltos y tampoco es que haga falta más, realmente. La extensión me parece perfecta.
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Me gustó mucho el libro pero nuevamente, me pareció que el libro es muy corto, especialmente hacia el final. Me hubiera gustado una conclusión un poco más desarrollada.
Aún así, estoy completamente enamorada del estilo al escribir que tiene Carlos Ruiz Zafón, de esa manera en maneja y une las palabras y la manera en que construye sus personajes.
Creo que puedo ver en este libro el mismo amor por los libros que encuentro en la trilogía del Cementerio de los Libros Olvidados.
Este libro tiene un final medio feliz

Cuando elegimos un libro de Carlos Ruiz Safón para leer sabemos que será uno de esos libros que no podremos soltar hasta terminar su lectura. Esto ocurre con Las Luces de septiembre.
Como afirma el autor en el prólogo, se trata de una de sus primeras novelas, pensada para un público juvenil o para adultos que siguen siendo jóvenes.
La vida en un pueblito de pescadores, los inicios del amor adolescente, viejas historias de amor y muerte, una mansión llena de juguetes mecánicos, un viejo faro, un bosque…..son el marco para esta novela que comienza como un relato costumbrista, y, termina adentrándonos en el género fantástico y de terror.

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