Con el tiempo verá que lo que cuenta a veces no es lo que se da, sino lo que se cede.
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Con el tiempo verá que lo que cuenta a veces no es lo que se da, sino lo que se cede.
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El modo más eficaz de hacer inofensivos a los pobres es enseñarles a querer imitar a los ricos.
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El dinero es como cualquier otro virus: una vez pudre el alma del que lo alberga, parte en busca de sangre fresca.
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A veces nos creemos que las personas son décimos de lotería: que están ahí para hacer realidad nuestras ilusiones absurdas.
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Nada da más miedo que un héroe que vive para contarlo, para contar lo que todos los que cayeron a su lado no podrán contar jamás.
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El tiempo me ha enseñado a no perder las esperanzas, pero a no confiar demasiado en ellas.
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No podía evitar pensar que si yo, por pura casualidad, había descubierto todo un universo en un solo libro desconocido entre la infinidad de aquellas necrópolis, decenas de miles más quedarían inexplorados, olvidados para siempre.
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Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quien lo escribió, y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él.
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Cuando una biblioteca desaparece, cuando una librería cierra sus puertas, cuando un libro se pierde en el olvido, los que conocemos este lugar, los guardianes, nos aseguramos de que llegue aquí. En este lugar, los libros que ya nadie recuerda, los libros que se han perdido en el tiempo, viven para siempre, esperando llegar algún día a las manos de un nuevo lector, de un nuevo espíritu. En la tienda nosotros los vendemos y los compramos, pero en realidad los libros no tienen dueño .
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Hablar es de necios; callar es de cobardes; escuchar es de sabios.
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¿Quién es autor del libro?