Se me encendió la boca de malicia, pero me mordí la lengua. Sabía a veneno.
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Se me encendió la boca de malicia, pero me mordí la lengua. Sabía a veneno.
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Cada libro, cada tomo que ves, tiene alma. El alma de quien lo escribió, y el alma de quienes lo leyeron y vivieron y soñaron con él. Cada vez que un libro cambia de manos, cada vez que alguien desliza su mirada por sus páginas, su espíritu crece y se hace más fuerte.
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Vestía de marfil y traía el mundo en la mirada.
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Yo creo que nada sucede por casualidad ¿Sabes qué? En el fondo las cosas tienen su plan secreto, aunque nosotros no lo entendamos.
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"Sí. Como el suyo. Un hombre con cabeza, corazón y alma. Un hombre que sea capaz de escuchar, guiar y respetar a una criatura, y de no ahogar en ella sus propios defectos. Alguien a quien un hijo no sólo quiera por ser su padre, sino que lo admire por la persona que es. Alguien a quien quiera parecerse."
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Todavía recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visitar el Cementerio de los Libros Olvidados.
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El destino suele estar a la vuelta de la esquina. Pero lo que no hace es visitas a domicilio. Hay que ir a por él.
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Para cuando la razón es capaz de entender lo sucedido, las heridas en el corazón ya son demasiado profundas.
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Todavía recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visitar el Cementerio de los Libros Olvidados.
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Y ésta es mi historia. Nunca se la conté a nadie porque no tenía a quién hacerlo. Hasta hoy.
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¿Quién es autor del libro?