Garajado

Garajado es un canto a la libertad de pensamiento.

La novela cuenta con un protagonista anónimo que ante su convicción de no querer hacer la guerra huye. La victoria fascista y su posterior represión harán que esta huida sea prolongada, llevando al límite de resistencia en todas sus variantes a nuestro actor principal.

Un hombre que escapa de una segura cárcel ( en el mejor de los casos) para adentrarse en los negros y escarpados montes volcánicos de aquellas Islas Canarias plagadas de rocas, arbustos y cuevas, donde los ojos de los lugareños ven y sus bocas, callan.

La naturaleza es su nuevo elemento, su salvación.
Hogar ideal para esconderse de aquellos que le acechan, y, sin embargo, una nueva prisión sin candados ni rejas.
Su límite, el mar.

La soledad, y las reflexiones del huido son el tema central de un libro, que pese a las carencias en las aportaciones de los personajes secundarios de la que adolece, me ha encantado.

Es cierto que falta desarrollo en los perfiles de los habitantes de estas páginas como también en la parte argumental pero Ernesto Rodríguez cuenta con tres virtudes que hacen de su obra un buen lugar donde detenerse y contemplar:

- Su prosa. La narrativa directa, de frases cortas envenena el ritmo consiguiendo toda la atención del lector.
Diálogos en apariencia parcos, rápidos, de pocas palabras pero mucha intención.
Y su mayor baza. Un manejo excelente del vocabulario con el que consigue armar frases con melodías francamente hermosas.

- No todos los silencios del autor juegan en su contra. de hecho el anonimato del protagonista es a mi juicio una elección acertada, pues la intención de Rodríguez Abad es que nuestro "salvaje" represente a todos aquellos que tuvieron que tomar la decisión de hacerse al monte y malvivir a la espera de un futuro mejor que para muchos, por no decir todos, jamás llegó.

- Los breves monólogos que encontramos entre los capítulos son soberbios. Sin duda, los momentos en los que más he disfrutado y donde el canario más y mejor me ha retorcido.

Al relato lo acompaña una historia de amor nacida en las condiciones menos apropiadas que sirve para, por un lado, hablarnos de la ayuda y generosidad de los aldeanos para con los perseguidos y por otros, aumentar la presión y la dificultad de resolución del protagonista en sus decisiones.

Un buen relato que nos habla de aquellos que huyeron a los montes, en condiciones extremas por algo tan noble como tener unos ideales inquebrantables.

Agradecer a Babelio y su programa 'masa crítica" así como a la Editorial "Baile del sol" el envío de este ejemplar que costó recibir (veranito de por medio) pero del que ha valido, y mucho, la espera.

La brutal represión que siguió al golpe de estado fascista en la España del 36 se vivió de forma desigual dependiendo de la zona y del grado de enfrentamientos.
En Canarias al ser un territorio isleño los alzados se hicieron con el control con relativa facilidad, con la misma que dieron inicio a una sanguinaria persecución repleta de penalidades y vejaciones de todo el que pensara diferente a su retrógrado parecer:
“Volvió [el protagonista] a releer el trozo de periódico en el que su hermana le había traído un trozo de pan con queso. Estaba ajado y arrugado, pero se leía perfectamente: "He dicho en ocasiones anteriores que masones, judíos, socialistas, comunistas…, todos los que hasta el momento presente no han abjurado de sus equivocaciones y fatales sentimientos, deben ser fusilados sin piedad, porque así lo exigen la dignidad de nuestros sentimientos, la realidad del momento, la sangre generosa de nuestros hermanos y la lealtad que debemos a nuestro país…”

El hecho de que las Islas sea un territorio fragmentado, físicamente muy abrupto, con muchísima altura, y un desnivel inmenso que da pie a infinidad de barrancos, que junto a su condición volcánica las llena de infinidad de cuevas, dió pie a que fueran muchos los que huyeron y se escondieron al abrazo de la naturaleza para intentar salvar sus vidas, en condiciones más que lamentables.
Éste GARAJADO (ave marina que se ve cerca de las costas) es la historia de un huido, de su pena y sufrimiento, de él y de los suyos, por querer ayudarle, por querer salvarlo, por, simplemente....haberle tocado estar en el lado equivocado de la historia, en el de los perdedores.
Existe en la isla de la Gomera un lenguaje ancestral, que permite a los habitantes de esta pequeña isla comunicarse a través del silbo, y así sortear barrancos, laderas y montañas sin necesidad de desplazamientos durísimos. Durante la represión franquista sirvió para que los huidos consiguieran burlar a los represores llegados de la península y desconocedores del terreno, y poder comunicarse con sus familiares sin que se enteraran los asesinos.

Es una novela muy corta, bien escrita, con retórica, y recursos lingüísticos buscando siempre el sentimiento, lo que a mí parecer lo consigue a medias por el hecho de que todo gire en torno al protagonista principal y sus cavilaciones algo repetitivas, y el que no haya desarrollado algo más a alguno de los personajes secundarios, y como acierto la curiosidad sintáctica de que los diálogos no estén marcados.
Detallitos sin importancia, rallando lo personal, y que no quita su recomendación para los que se quieran acercar a una literatura insular, y conocer algo de un periodo asqueroso de la historia de este país.

Aprovecho la coyuntura para recomendar el libro: "Los milagros prohibidos", de Alexis Ravelo, muy parecido a este, con la misma tesitura, y que lo complementa muy bien.

¡ Hala !, dos reseñas en una 🎉🥳😉

Vivir en sociedad no es ni ha sido fácil. Someterse a unos moldes, seguir a los demás, olvidar quién eres y sentirte movido por una espiral de contradicciones que dirigen tu vida son algunos de los aspectos negativos de nuestro sistema actual, aún así hay épocas en las que fue diferente, en las que no pertenecer al grupo no solo te marginaba o relegaba a un segundo plano sino que podía destruirte, marcarte, cambiar para siempre tu rutina y la de los que te rodeaban y una de esas épocas fue la España de los años treinta del siglo XX, en la que se ambienta esta obra.

Ernesto Rodríguez configura a un protagonista sin nombre, muy humano y sentido, pero que actúa como una sombra en su día a día y así se transmite al lector. Es una sombra porque decidió no participar en la guerra, prefirió huir, esconderse, clamar por sus ideales aunque no rechazar sus creencias implicase perderse a sí mismo. También lo es porque se nos presenta como un merodeador, alguien que se esconde, que padece, que siente, siempre anónimo, porque su historia no es una de muchas sino más bien al contrario, puesto que muchos tuvieron que vivir al margen de la sociedad y aprender a amar y sufrir en silencio, a dudar de cada uno de sus pasos.

Garajado es una historia que duele, aunque de ágil lectura por la poética narrativa del autor y el uso de elementos como capítulos y frases cortas. Los personajes aparecen desdibujados, pero los comprendes y empatizas con ellos por igual, a mi parecer es una forma de mantener su anonimato y a la vez de trascender, porque desgraciadamente, como dije antes, no es una historia individual sino que son numerosas las familias que podrán verse identificadas con lo narrado, que recordarán el dolor, la impotencia y el miedo que los suyos sintieron simplemente por querer resistir, por querer vivir siendo fieles a sus ideales.

Pese a que no sea densa, no es una lectura sencilla por el tema tratado y la fuerza con la que las palabras de Ernesto Rodríguez calan en el lector. Son múltiples las reflexiones sobre la guerra, la violencia, el papel de la infancia en estos sectores, el amor, la soledad, la familia, la política o la libertad. Si os gustan este tipo de obras, os la recomiendo fehacientemente porque retrata muy bien el lado humano del conflicto a través de la huida y un amor sin reglas, siempre centrándose en el pueblo, aquel que siempre es olvidado, ignorado y acallado.

Este libro se vino a casa por cortesía de Babelio y su Masa Crítica.
Normalmente suelo elegir, bastante a ciegas, libros desconocidos y hasta ahora, me he llevado sorpresas bastante interesantes.

En esta ocasión, estamos en Canarias, en los años 30… la Guerra Civil está en pleno apogeo y asistimos a un primer capítulo que me dejó un nudo en la garganta y una sensación de desasosiego tremenda.

Soledad, miedo, injusticia, desesperanza, expectación… son sensaciones que podemos encontrar a lo largo de la historia, que es cortita pero muy intensa, escrita de manera bastante peculiar –ya que los diálogos no se marcan como tal, pero resulta súper fácil seguirlos igualmente-, con pequeños saltos que nos hacen situarnos en diferentes sitios y momentos, pero que a su vez hacen que la narración se pueda seguir de manera fluida.

Tenemos a un protagonista que se escapa para evitar que le lleven y va a parar a una cueva al lado del mar, donde subsiste como puede y, como no podía ser de otra forma, se mantiene en estado de alerta constante, a la vez que camina por sus recuerdos de manera febril e intermitente, siendo una lectura sencilla que sin embargo cuesta leer… pues, como suele pasar en este tipo de historias ambientadas en este periodo (y en otras guerras, en general), es fácil ponerse en su piel y echar la vista atrás, a través de historias que pueden contarnos aún algunos familiares. Y es que en realidad ha pasado tan poco tiempo de todo esto, que sólo pensarlo pone los pelillos como escarpias.

No esperaba que estuviera situado en Canarias y me ha gustado, me ha parecido distinto, ya que aunque he leído muchas novelas que transcurren en la Guerra Civil Española, creo que es la primera que se sitúa en estas maravillosas islas.

Aunque no es un libro que recomendaría a todo el mundo, sobre todo en los tiempos que corren, es una temática a la que me encanta volver siempre que puedo… así que igualmente, lo recomiendo; además es breve y perfecto para leer en un par de tardes.

Novela corta de Ernesto Rodriguez Abad, escritor tinerfeño nacido en Los Silos en 1955.
El autor nos introduce en la mente y sentimientos de una persona que no quiere ir a la guerra, nos muestra su huida, la soledad que eso va a representar para el durante muchos años.
Con un lenguaje directo, frases cortas que aceleran el ritmo de la lectura, hacemos una introspección en la mente del huido, no es fácil dejarlo todo atrás, renunciar a una vida ya construida, la soledad que todo lo puede, aunque la esperanza de algo mejor esté presente en el amor hacia una persona que lo va a dar todo por ayudar a este personaje.
Surgen muchas preguntas ya desde el principio de la historia, lo incomprensible de las guerras, y sobre todo a ojos de un niño.
La libertad ansiada hace que esté preso de la misma durante el desarrollo de la historia, pero el sueño de ser libre, aunque solo sea de pensamiento le hace seguir adelante, aunque le cueste su propia felicidad.
Un texto para reflexionar sobre el sentido de la guerra y de la defensa de los ideales.

Hola,
Os presento “Garajado” de Ernesto Rodríguez Abad, que contiene 132 páginas de amor, lucha contra la guerra y los propios pensamientos, tristes despedidas, unión con la naturaleza y el ser humano, entre muchas cosas más.

Como siempre primero os quiero presentar a los personajes principales de este libro, a partir de aquí puede contener spoiler por eso lo oculto:
* Joven sindicalista (hombre sin nombre) es un camarada, anarquista convencido y luchador llamado “el Huido”. Lo nombran así porque debe huir de la policía (guardia civil) en el comienzo de la guerra civil española en Tenerife.
* Maribel, mujer que ayuda al joven sindicalista cuando está escondido y gracias a ella puede sobrevivir durante años. al final surge el amor entre ellos dos con un fruto muy especial.
* María, empieza teniendo 11 años que quiere saber todo lo que pasa a su alrededor y no puede ayudar a nadie porque es aún una niña.
* Señora Candelaria (madre de María) es conservadora, no quiere saber nada para no complicarse la vida.
*Chona la Gallita (sirvienta de la señora Candelaria) se entera de todo. Ella canta porque es una forma para rebelarse ante el poder y las ideas conservadoras.

Opinión personal del libro:
Entiendo todas las situaciones y sentimientos que quiere demostrar el autor en este libro pero para mí gusto se debería detallar más y no tener tantos momentos que se definen poco y por encima.
El libro en general me ha gustado porque nos presenta una situación que pocas veces se demuestran en los libros de lo que ha pasado es real. Nos deja frases muy emotivas y sentimentales como:
“El amor es libertad”
“No creo que nadie sea propiedad de nadie en la pareja”
“Somos simples granos de arena perdidos en la playa”

Me encanta que se nota la desesperación del protagonista cuando le falta comida y como nos transmite la unión especial entre él y las fuerzas de la naturaleza, que nos regala la frase: “¡Quizá el mar y el viento lo entendieran más que las personas!”
El protagonista nos da la reflexión importante sobre “el poder” que normalmente y realmente es así: “si dominas la lengua dominarás a la gente” porque hay mucha gente que vive de ilusiones que dicen otras personas y se observa mucho en este libro.
Me ha impactado de lo increíble puede ser una persona estando sola, lo que se llega a preguntar a sí mismo y las conversaciones que llega a tener con él mismo y el mar.

Respecto el diseño y la construcción del libro pero debo comentar que me sorprendió como están elaborados los diálogos porque deberían estar marcados quién es quién lo dice así el lector no se confunde y tendríamos una lectura más amena.
En algún momento de capítulo a capítulo te hace un spoiler increíble que te destroza la historia por culpa que va del presente al futuro y vuelve al presente. de una escena a otra con personajes distintos que tienen muy poca relación pero entiendo que quiere dar constancia como antiguamente no se hablaba de lo que ocurría para no tener problema con la autoridad y como los jóvenes querían saberlo todo.

Debo confesar que la historia de amor es lo que me ha hecho terminar rápido el libro porque quieres saber como acaba la situación.

Recomiendo el libro a las personas que quieren recordar los problemas que tuvieron la gente en 1937 cuando tuvo lugar la guerra civil española. Varias situaciones definidas que dejan pensar el sufrimiento de muchas familias.
Por último dar las gracias a Babelio y a la editorial “Baile del Sol” para este magnífico ejemplar.

Espero que os haya gustado mi reseña, en unas semanas estará colgada en mi bookstagram @booksandmydogs pero más sintetizada.
Anna.

Esta breve novela llegó a mis manos gracias a la Masa Crítica de Babelio. Desconocía el autor y digamos que elegí el libro casi a ciegas.

Nos encontramos ante una breve novela (132pag) ubicada en las islas canarias en el periodo de la guerra civil. Mediante breves capítulos conoceremos a un joven del cual el nombre nunca sabremos no encontró otra solución más que esconderse en la árida orografía de la isla. Aceptó que sus conversaciones fueran con el mar y de ellas las olas le susurraban “solidaridad”, “justicia social”, “revolución obrera”.
Llega un golpe, y no hay tiempo para , se sale corriendo. Posteriormente cuando no se escucha más que la propia voz interior la cabeza empieza a dar mil vueltas llegando en ocasiones a dudar si no se volverá loco.
Personas que saben donde está pero callan, otras que por envidia o por conseguir los favores del régimen salen a buscarlo sin encontrarlo.
Comidas que se dejan a escondidas, miradas furtivas. Llega incluso una historia de amor que parece hacer más amena la situación del escondido aunque probablemente lo haga más difícil.

Cada inicio de capítulo era una maravilla dado que se acompañaban de breves versos o palabras de autores pasados. Nombraré a todos, porque no hacerlo sería imperdonable: José Luis Pernas, Blas de Otero, León Felipe, Miguel Hernández, Pedro García Cabrera, Konstantino Kavafis, Pedro Lezcano, César Vallejo, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Jorge Luis Borges, Ángel González, Agustín Millares, Sor Juana Inés de la Cruz.

Cuando abrí el libro quería leerlo rápidamente para poder continuar con más libros que tengo pendientes de leer. Pero al comenzar su lectura sentí la necesidad de pausar, leer, releer, marcar, pensar… Y diré que el libro lo terminé hace un par de semanas, pero necesitaba pensarlo antes de hablar sobre él.