- ¿Estoy hecha un desastre? El asintió. - Pero eres mi desastre |
- ¿Estoy hecha un desastre? El asintió. - Pero eres mi desastre |
Tal vez los Bridgerton eran como la resolución de un misterio; una vez que se descubre un elemento, solo es cuestión de tiempo para que se descubran todos.
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Ella se había pasado gran parte de su vida considerándolo una torre invencible de felicidad y buen humor. Era seguro de sí mismo, apuesto, querido e inteligente. Qué fácil tenía que ser ser un Bridgerton, había pensado en más de una ocasión.[...] [...]Pero la vida no era perfecta, ni siquiera para los Bridgerton. Incluso Colin, el niño dorado, el hombre de la sonrisa llana y el humor pícaro, tenía sus puntos débiles. Estaba acosado por sueños no realizados e inseguridades secretas. Qué injusta había sido cuando consideraba su vida sin dar margen para sus debilidades. |
Intentó convencerse de que la belleza estaba sólo un pelín bajo la piel, pero eso no le ofrecía ninguna disculpa cuando se reprendía por no saber jamás qué decir a las personas. No había nada más deprimente que una niña fea sin personalidad. Una niña fea sin…, ah, bueno, tenía que darse algún mérito, vale, una niña fea con muy poca personalidad. En el fondo sabía quién era, y esa persona era inteligente, amable y muchas veces incluso ingeniosa, divertida, pero no sabía cómo su personalidad siempre se le quedaba perdida más o menos entre su corazón y su boca, y se sorprendía diciendo algo erróneo o, con más frecuencia, nada en absoluto. |
Colin Bridgerton estaba dotado de ingenio, gallardía y un sentido del humor tan despreocupado y travieso para hacer bromas que era capaz de hacer desmayarse a las mujeres, pero principalmente… Colin Bridgerton era simpático. |
Siempre había pensado que el amor golpea a un hombre como un rayo, que un día está ganduleando en alguna fiesta, muerto de aburrimiento y de repente ve a una mujer y sabe al instante que su vida va a cambiar para siempre.
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- Te quiero. Te amo con todo lo que soy, todo lo que he sido y todo lo que espero ser ... - Te amo con mi pasado y te amo por mi futuro.. Te amo por los hijos que tendremos y por lo años que tendremos juntos. Te amo por todas y cada una de mis sonrisas y, más aún, por todas y cada una de tus sonrisas. |
-Quédate. Ella asintió. Él la cogió en sus brazos. Esa era Penelope, y eso era amor. |
Penelope se cogió el labio inferior entre los dientes, tratando, sin saber por qué, de reprimir su sonrisa. ¿Bajo qué estrella mágica nacería Colin que siempre sabía qué decir? Era el flautista encantado que sólo dejaba corazones felices y caras sonrientes a su paso. Apostaría dinero, mucho más que las mil libras que ofrecía lady Danbury, a que ella no era la única mujer de Londres perdidamente enamorada del tercer Bridgerton.
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En el fondo sabía quién era, y esa persona era inteligente, amable y muchas veces incluso ingeniosa, divertida, pero no sabía cómo su personalidad siempre se le quedaba perdida más o menos siempre entre su corazón y su boca, y se sorprendía diciendo algo erróneo o, con más frecuencia, nada en absoluto.
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¿Cuál es el título nobiliario de Anthony?