Kate tiene asumido que no se va a casar nunca. Eso por seguro. Con su aspecto anodino, falta de carisma y que no derrocha simpatía precisamente. Tampoco le importa, la verdad. Solo quiere ver a Edwnina feliz. Edwina, con sus ojos azules y cabello rubio, grácil, preciosa y amable. No es de extrañar que le lluevan pretendientes y que besen el suelo por donde pisa. Claro que a Kate no le convence ninguno y a Edwina tampoco. Y Anthony Bridgerton es el peor de todos. Él ya ha disfrutado de la vida como ha querido. Kate sabe muy bien la reputación que le precede. Y, además, es molesto hasta límites insospechados. A los dos les gusta buscarse la lengua mutuamente, y lo podéis entender tanto como una metáfora como de manera literal *guiño, guiño*. Se enervan mutuamente, pero en el fondo descubren que en realidad tienen muchas cosas en común. Todo esto lo descubren tras una temporada en la casa de campo de los Bridgerton, donde las Sheffield han sido invitadas (junto con más muchachas y muchachos que se han presentado a la temporada en Londres). Entre tormentas, competiciones y ataques de bichejos... Anthony y Kate se ven atrapados sin remedio ;) Me gusta que Julia Quinn haya roto con ciertos esquemas: buscar la aprobación de una hermana, en lugar de un padre (vale que está muerto) o una madre. También esa complicidad en el matrimonio, esa facilidad de Anthony y Kate para comunicarse y, simplemente, ser ellos mismos. de hecho, creo que es de los romances de época que más me han gustado, en la que los protagonistas me han parecido más reales y maduros. Ojalá más novelas así :) Enlace: https://wanderingbookreader... + Leer más |