Deje su mensaje después de la señal

Cuatro mujeres: Martina, Carmela, Sara y Viviana que por circunstancias varias acaban hablando con un contestador. Estas cuatro mujeres estan relacionadas entre si, aunque cada una de ellas tiene una trayectoria totalmente diferente.
Cuatro voces y cuatro historias con las que conmoverse, rebelarse o identificarse y todo con una estructura de capítulos muy cortos intercalando historias lo que hace que sea una lectura muy ágil.

Una historia hilada a través de mensajes de contestador que hace pensar, que no todo en esta vida es blanco o negro, que merece la pena buscar los colores...

Una novela íntima y cercana de cuatro mujeres tan reales como la vida misma.Marina, Carmela, Sara y Viviana dejan sus confidencias en un contestador dirigiéndose a los hombres con los que desearian hablar, confesiones que no pueden decirse en persona,debilidades e inquietudes que mantienen en la intimidad de su soledad.

Narrado en primera persona por cada una de las protagonistas, alternando historias, vamos conociendo la vida, pensamientos, miedos y deseos de estas mujeres que encuentran una manera de hacer saber al otro sus inquietudes.
Mujeres muy diferentes con un nexo común, historias duras que te llegan al corazón.

He leído varios libros de la autora,todos novela negra pero en esta ocasión Arantza me encandila con una novela coral cargada de sentimientos, historias personales,de verdad, con problemas cotidianos que te hace reflexionar sobre la vida misma.

Esta historia fluida que se lee sin pausa, duele y emociona, donde no importa la clase social, la edad o el empleo porque al fin y al cabo todos tenemos problemas, ausencias y miedos a los que es dificil hacer frente.

Protagonistas reales con problemas e incertidumbres que todos conocemos,bien por vivirlas o bien por conocerlas, la autora consigue que empatice con ellas y hacerme pensar...es verdad que a veces decir las cosas a la cara es difícil, somos más audaces, atrevidos incluso sinceros detrás de un teléfono, una red social o en este caso un contestador automático.

También es una historia de soronidad entre mujeres, de amistad, amor y sobre todo superación. Las decisiones tomadas por uno mismo y perdonarse errores cometidos, entendiendo que la vida hay que desear vivirla.

Solo deciros que si os animáis os conquistará, a mi me ha encantado

Cuando nadie me ve.
Cuando nadie me oye.
Qué difícil es decir ciertas cosas. Hay palabras que son demasiado grandes para que alguien las oiga, y, sin embargo, que pugnan por salir de nuestras bocas, ásperas, contundentes, rotundas.
Palabras que no son solo eso, sino verdades dolorosas. Sustantivos ácidos que se enquiolosan en nuestras encías, que se transforman en ruidos sordos, en torrentes que arrasan con nosotros al paso.
Sucesos que si no se expresan se enquistan, que si no se dicen no existen, pero que son espadas sobre nuestras cabezas.
El sosiego de dejarlas libres al viento, de que el aire las engulla, de que se las lleve un soplo fresco, hace que queramos gritarlas. Algunos acuden a un profesional frío, indiferente, para arrojarlas, otros, hablan con una máquina.
¿Con quien expías tú eso que te carcome?
Yo lo escribo y, a veces, lo leen.
Lectura que lloras, lectura que sufres, lectura de días de lluvia, por fuera, por dentro.

Marina, Carmela, Sara y Viviana necesitan hablar. Cada una de ellas tiene algo importante que decir, pero como ocurre en no pocas ocasiones, la cercanía del destinatario las dejaría mudas. Recurren por ello a un interlocutor ausente, un contestador telefónico que no identifica su voz, pero con el que podrán desahogarse como necesitan. Sin interrupciones. Y a través de esos diálogos unidireccionales conoceremos las inquietudes y pesadumbres de cada una de ellas. Viajaremos de su pasado a su presente, y se nos irán desvelando los silencios que las llevaron donde están, las palabras no dichas, las ocultas y las que no se gritaron lo suficiente. Nos devastará la incomprensión y nos dolerá el sacrifico, tan conocido y habitual, pero no por ello carente de lógica. Vidas vividas por y para otros.

El punto de inflexión que ha llevado a cada una de ellas a mantener esas conversaciones solitarias es uno de esos finales de los que solo cabe resurgir con un nuevo principio. Es por ello que, a pesar de todo, a pesar del dolor, la soledad, el engaño o la enfermedad, hay mucho de esperanza en esta historia. Los caminos de estas cuatro mujeres, distintas y distantes, terminarán por confluir como lo hacen las grandes cosas en la vida, de manera natural.

La lectura fluye, como el agua mansa, a través de las palabras de sus narradoras -directas, confesionales y sin posibilidad de réplica-, que te llevan de la mano desde el principio hasta el final sin que apenas puedas darte cuenta. Y, al concluir ese trayecto en el que hablaban para nadie, hallarán lo más importante: a sí mismas.

Cada una de ellas terminará por reconocer su voz.

Este año estoy empezando a darle más oportunidades a las novelas cortas. Para una lectora 100% papel como yo, son mucho más cómodas de transportar que las de tamaño medio que avostumbro a leer y, cuando sé que voy a tener un largo rato, libre necesito llevar encima un libro para leer.

Como "Sobreviviendo" me gustó mucho y en su reseña recibí varias recomendaciones de éste, decidí tomar nota para uno de esos días. El día llegó y lo leí de una sentada, es más, casi vuelvo a casa con él terminado y eso que no fue uno de esos días en los que tenía demasiado tiempo... El libro se lee muy bien. La mezcla de capítulos cortos (tanto como lo que entra en un mensaje de un buzón de voz) con la narración en primera persona hace que lo leas sin darte cuenta. Además las historias de las cuatro mujeres que dejan estos mensajes atrapan y, a pesar de ser muy diferentes, tienen una conexión que intuyes desde el pincipio que te llama a seguir leyendo para saber si has atado bien los cabos.

Y ahora viene mi pero. Ese pero es la ausencia de empatía por mi parte. En ningún momento conseguí conectar con las historias. Entendía por qué dejaban esos mensajes sin atreverse a decirlo en persona; siempre es más sencillo abrirse a una máquina que a una persona que te mira. Las historias me calaban, estaban construidas para hacerlo y mi corazón debería haber sido de la dureza de un diamante para que no me conmovieran. Pero aún así no me transmitieron lo que se supone que deberían haberme transmitido.

El libro está bien, se lee de una sentada y te hace reflexionar sobre aquello que te callas por no atreverte a decirlo en voz alta. Pero no será uno de aquellos que recomiende con los ojos cerrados ya que entiendo que a no todos les llegará como se supone que debería...

Hay una obra de teatro basada en este libro y la verdad es que se presta muy bien a ello con monólogos intensos y emotivos.
Esta reseña contiene spoilers.
Se trata de cuatro mujeres que le hablan a cuatro hombres sin contar con una respuesta (salvo Sara, dado que su novio-terapeuta le envía e-mails). Pensé que a través de ellas veríamos más a esos personajes masculinos invisibles y en parte los vemos, a algunos más que otros. Otros son más una excusa para la narración. Hombres que fueron algo para ellas, que dejaron de ser, que les permitieron pasar página o que regresaron a sus vidas en ese viaje que a Alicia la trae de vuelta a su hogar y a Sara la aleja del suyo para que así se encuentren a ellas mismas. A Carmela la lleva a la tumba, pero antes hace cuentas con el pasado, y, de paso, con el de Marina, el de Sara y el de Alicia. Y a Marina la lleva a Oxford a tener una hija que nunca quiso.
Lo que menos me gustó fue esa maternidad subrogada del final que no sé bien a santo de qué venía. Me dio la sensación que era puro afán de modernidad. Lo mismo puedo decir de esa Viviana que critica el discurso feminista que considera la prostitución una forma de abuso contra la mujer.
Las cuatro me gustaron a su manera en sus conflictos y sus caminos anudados que se van desenredando en pequeños capítulos, que le aportan a la lectura agilidad.

Viajamos a Galicia y Madrid para conocer a nuestras cuatro protagonistas: Marina, Carmela, Sara y Viviana. Cada una con su historia como nos adelanta la autora en la sinopsis, edades, formas de vida y creencias diferentes tienen dos cosas en común. Todas ellas afrontan los momentos más duros de sus vidas y todas eligen desahogarse a través de un contestador.
Una novela coral contada por nuestras protagonistas que poco a poco conocemos y con las que es sencillo empatizar según avanza la lectura. Problemas cotidianos para muchas personas y diferentes maneras de lidiar con los problemas.
La historia que más me ha conmovido ha sido la de Carmela; viuda, luchando contra un cáncer terminal... Solo quiere que su hijo continúe cumpliendo su sueño como médico en el Sáhara, que no pare su vida por ella.
Las cuatro vidas de estas mujeres son un ejemplo de superación y valentia. Historias que hacen reflexionar e invitan a reflexionar y valorar las pequeñas cosas, los pequeños detalles.

[GAL] Nesta lectura atopamos a 4 mulleres que falan, cada unha, cun contestador. Marina, que acaba de deixalo coa súa parella. Carmela, a quen acaban de diagnosticarlle unha enfermidade. Sara, que semella que a súa vida aparentemente perfecta non consigue facela feliz. E Viviana, que vive en Madrid unha viva completamente diferente á que cre a súa familia.

Cada capítulo do libro dedícaselle a unha delas e pouco a pouco imos vendo como avanzan as súas historias e como se relacionan entre si.

No Club de Lectura penso que non deixou indiferente a ninguén, xa que se abordan uns temas bastante espiñentos que nos removeron a todas en maior ou menor medida. Penso que é un libro ideal para facer unha lectura conxunta (ou cando menos para comentar con alguén despois de lelo e compartir impresións). Nós, ademais, tivemos a sorte de poder charlar coa autora e que nos explicara por que incluíu eses temas e por que os abordou desa maneira, o cal sempre lle dá un plus á lectura.

Persoalmente sigo quedándome coa saga de Abad e Barroso, pero xa ía sendo hora de descubrir as outras facetas da escrita de Arantza!

[CAS] En esta lectura nos encontramos con 4 mujeres que hablan, cada una, con un contestador. Marina, que acaba de dejarlo con su pareja. Carmela, a quién acaban de diagnosticarle una enfermedad. Sara, que parece que su vida aparentemente perfecta no consigue hacerla feliz. Y Viviana, que vive en Madrid una viva completamente diferente a la que cree su familia.

Cada capítulo del libro se le dedica a una de ellas y poco a poco vamos viendo cómo avanzan sus historias y cómo se relacionan entre sí.

En el Club de Lectura pienso que no dejó indiferente a nadie, ya que se abordan unos temas bastante espinosos que nos removieron a todas en mayor o menor medida. Pienso que es un libro ideal para hacer una lectura conjunta (o cuando menos para comentar con alguien después de leerlo y compartir impresiones). Nosotras, además, tuvimos la suerte de poder charlar con la autora y que nos explicara por qué incluyó esos temas y por qué los abordó de esa manera, lo cuál siempre le da un plus a la lectura.

Personalmente sigo quedándome con la saga de Abad y Barroso, pero ya iba siendo hora de descubrir las otras facetas de la escritura de Arantza!

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¿Cómo llegué a este libro? Ya había leído Belleza roja, Sobreviviendo, y La vida secreta de Úrsula Bas de Arantza y me había gustado. Busqué que más tenía publicado y me encontré con esta novela.

El título es curioso y la forma en la que está escrito es muy original. Capítulos muy cortos, con un título y una protagonista. Parecía que iba a ser difícil de seguir, pero es sencillísimo.

Cuatro mujeres son las protagonistas, cada una nos cuenta su historia a través de los mensajes que dejan en un contestador.
Reseña completa en mi blog
Enlace: https://www.cruzromon.com/de..