Deje su mensaje después de la señal

Hay una obra de teatro basada en este libro y la verdad es que se presta muy bien a ello con monólogos intensos y emotivos.
Esta reseña contiene spoilers.
Se trata de cuatro mujeres que le hablan a cuatro hombres sin contar con una respuesta (salvo Sara, dado que su novio-terapeuta le envía e-mails). Pensé que a través de ellas veríamos más a esos personajes masculinos invisibles y en parte los vemos, a algunos más que otros. Otros son más una excusa para la narración. Hombres que fueron algo para ellas, que dejaron de ser, que les permitieron pasar página o que regresaron a sus vidas en ese viaje que a Alicia la trae de vuelta a su hogar y a Sara la aleja del suyo para que así se encuentren a ellas mismas. A Carmela la lleva a la tumba, pero antes hace cuentas con el pasado, y, de paso, con el de Marina, el de Sara y el de Alicia. Y a Marina la lleva a Oxford a tener una hija que nunca quiso.
Lo que menos me gustó fue esa maternidad subrogada del final que no sé bien a santo de qué venía. Me dio la sensación que era puro afán de modernidad. Lo mismo puedo decir de esa Viviana que critica el discurso feminista que considera la prostitución una forma de abuso contra la mujer.
Las cuatro me gustaron a su manera en sus conflictos y sus caminos anudados que se van desenredando en pequeños capítulos, que le aportan a la lectura agilidad.