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Críticas sobre Ácido sulfúrico (13)
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nefertiti5
 02 June 2019
En esta ocasión Amélie Nothomb hace una dura crítica a los reality shows comparándolos con los campos de concentración nazis, pero no se queda ahí, y también hace extensible esa crítica al conformismo de los telespectadores en relación con la telebasura.

En rasgos, generales, la historia tiene dos bandos, los prisioneros(el bien), y los kapos(el mal), todos los personajes están perfectamente perfilados, los odias o los amas pero son totalmente creibles.

La trama me enganchó desde el inicio, la narrativa de la autora es cruda pero sencilla y llena de ironía, me encanta ese toque de humor negro que le pone a todos sus diálogos.

En resumen, una cruda sátira sobre los reality shows y sobre la hipocresía de la gente mientras puedan sacar algo a cambio, te deja pensando si realmente somos tan egoistas cuando estamos a salvo y si podría ser realidad en un futuro, que el sufrimiento de los demás lo viésemos como un espectáculo.
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ElrincondeDesi
 26 August 2022
Sin duda lo mío con esta autora es una relación de amor-odio en toda regla. Leyendo la sinopsis de este libro me llamó poderosamente la atención, pero en realidad al terminar la lectura me he quedado completamente fría.
Aquí se crítica a la sociedad como masa, la manipulación de la información, el poco poder crítico como personas individuales.
La historia reproduce un campo de concentración reconvertido en reality show, donde los participantes hacen trabajos forzados y cada día hay ejecuciones.
Asistiremos al tira y afloja de nuestra protagonista CKZ-114 y a la kapo Zdena, mediante diálogos cargados de moralidad y reflexiones, que a mí no me han contado nada nuevo. Es más se me ha hecho muy repetitiva en algunas partes y bastante plana. Además no he conseguido empatizar 100% con ningún personaje.

Aún siendo bastante corta no me ha parecido que tenga un desarrollo sorprendente, es bastante predecible.
Seguiré leyendo a la autora, obviamente, pero este libro no estará entre mis favoritos.
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Laubythesea
 12 February 2022
En apenas 160 páginas, en ‘Ácido sulfúrico', Amélie Nothomb presenta lo que en un primer momento parece “una ida de olla”: un realityshow donde se recrea un campo de concentración nazi. Las personas que hacen las veces de prisioneros son llevadas allí contra su voluntad, son privados de su nombre y obligados a realizar trabajos forzosos. Cada día hay ejecuciones. Los kapo, se presentan voluntarios, y luego hay toda una administración detrás de puestos de poder.

La sociedad acepta esto con toda normalidad y se recrea con ello. Y ahí es cuando te das cuenta, que lo mismo, no es tan idea de olla. Que lo mismo… esta distopía tiene demasiadas similitudes con nuestra realidad. Que lo mismo no está demás que nos paremos un poco a reflexionar.

La crítica a la sociedad como masa, la hipocresía, a la manipulación que sufre la población y la falta de pensamiento crítico generalizado es lo mejor de esta novelita, que, aunque me ha gustado, reconozco que, para mi, se va desinflando poco a poco. Y es que… empieza muy fuerte, el primer tercio del libro es una maravilla que no quieres dejar de leer. La autora te cuenta solo lo justo de lo que necesitas saber para seguir la historia: personajes apenas dibujados que encarnan un concepto (dignidad, obsesión, avaricia…), descripciones que brillan por su ausencia… y, aunque no sea para todos los gustos (puede dar la sensación de esquema), en mi opinión, la jugada le sale bien porque consigue que la crítica sea donde la obra concentra su poder.

"¡Pensar que están allí, apoltronados delante de su televisor, saboreando nuestro infierno, probablemente fingiendo que se indignan! […] ni siquiera uno de ellos apaga su televisor o cambia de cadena, pondría mi mano en el fuego"

Viviremos esta historia siguiendo el día a día de una de las prisioneras, CKZ 114, quien es objeto de especial interés de una de las kapos y el público. Así, no se recrea en el horror del campo del que tampoco se nos dan muchos detalles (la autora sabe que no le hace falta describirlo, que ya todos tenemos la imagen en la cabeza), para centrarse en los sentimientos y el comportamiento humano llevado al extremo. No encontraréis ni una gota de esperpento o patetismo, los sucesos más crudos apenas son intuidos para que sean interpretados por el lector. Con poquísimas palabras, Nothomb hace mucho.

Una novela con un planteamiento genial, pero que no termina de brillar en su desarrollo. No creo que sea la mejor obra de Nothomb, pero me ha dado exactamente lo que esperaba. Si buscas una novela corta que te anime a reflexionar, ten esta en cuenta. ¿Cuál es el objetivo y el significado de despojar a algo de su nombre? ¿Cómo te sentirías tu si perdieras el tuyo?

Consejo: no leáis la sinopsis. Te cuenta TODO el libro.
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lavieenwords
 09 June 2022
El Yad Vashem es lo que conocemos vulgarmente como Museo del Holocausto y debe su nombre a dos palabras que significan "monumento" y "nombre". Algunas reinterpretaciones lo definen como algo parecido a "nombre eterno".
En los campos de concentración sabían que lo único que posee un ser humano como propio desde su nacimiento es su cuerpo y su nombre. Por eso maltrataban el primero y borraban por completo el segundo.
Ahora imagina que hoy existiera un campo de concentración en el que se dedicaran a torturar cuerpos y borrar nombres para el disfrute de algunos telespectadores que se divierten con el sufrimiento humano desde el salón de sus casas. ¿A quién señalarías como responsable? ¿A los empresarios que invierten y recaudan? ¿A los kapos que fueron elegidos a saber con qué criterio? ¿A los espectadores que alimentan el fuego? ¿Qué hace falta para estar en el lado de las víctimas o en el de los verdugos? ¿Es insalvable la distancia que separa cada uno de los bandos?
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Elrincondeiveth
 01 March 2021
Con esa frase demoledora, Amélie te mete de lleno en la novela, te absorbe. al parecer, en Francia encontraron una idea millonaria: filmar prisioneros de campos de concentración. Se empiezan a efectuar redadas aleatorias donde obligan a las personas presentes a subirse a camiones y desde el primer momento los graban. Posteriormente, los bajan en barricadas donde los obligan a llevar a cabo trabajos forzado, les dan lo mínimo para comer y los golpean indiscriminadamente, porque no trabajan o porque les apetece a los kapos (que vienen siendo los oficiales).


El programa, que rápidamente se convierte en gran sensación, se titula "Concentración". Me pareció que el desarrollo de la historia es perfecto: es una historia relativamente corta, que ahonda lo suficiente como para que conozcas cómo se desarrolla el programa, entiendas qué pasa y desarrolles cierto apego o desprecio con varios personajes. Nothomb no despilfarra palabras en vano, pero su libro tampoco carece de descripciones o reflexiones. La narrativa es fluida, con capítulos muy cortos: Nothomb te atrapa con su prosa, te pone a pensar y te muestra el horror humano del que no puedes apartar la mirada. Los diálogos me parecieron logrados, aunque en ciertos puntos forzados. Las palabras que intercambian los prisioneros son significativos y apasionantes.


El desarrollo de personajes es adecuado, hay personajes que pasan desapercibidos, pero la extensión y el ritmo de la novela no permite mayor desarrollo de personajes, lo cual en mi opinión no tiene importancia. Aun así, se destacan y vemos el claro perfil de varios, donde destacaré a dos. Seguimos de cerca a Panonique, una joven de 20 años, hermosa, digna y misteriosa. Es un personaje digno, que mantiene opiniones firmes y tiene principios inamovibles. La novela se centra mucho en ella, así que vemos mucho su forma de hablar y relacionarse con los demás. Es una persona que quiere obrar con principios, hacer el bien: a veces se equivoca, a veces acierta.


Y en contraste tenemos a Zdena: una kapo también de 20 años pero fea, repugnante y cruel. Podría decirse que es una misfit, la cual provoca en el lector cierta lástima pero también desprecio por sus acciones. Es una persona que aparentemente la vida no ha tratado bien, pero que finalmente encontró su lugar siendo kapo. Sí, es agresiva y salvaje como los demás, pero tiene cierta debilidad: la prisionera CKZ 114.


Esto me lleva al siguiente punto: se les despoja a los prisioneros de su nombre. Se les arrebata las posesiones, la privacidad, la personalidad. Sólo se convierten en personajes telegénicos que sirven para el deleite morboso de los televidentes. Esto me pareció significativo: sin un nombre, son números aleatorios, desechables, flancos para golpear e insultar. Otra forma de despojarlos de su calidad humana.


Lo que más rabia me daba, más desesperación, son los televidentes y los medios de comunicación: todos cayeron en el programa, todo el mundo lo veía. Algunos levantaron voces de protesta y crítica que sólo servían para elevar más el interés por este grotesco programa. Otros, se excusaban en la hipocresía para verlo. Básicamente: todos disfrutan de ver cómo golpeaban, insultaban y reducían a menos que animales a los prisioneros. Los únicos que no veían el programa eran los propios prisioneros, así que no sabían si lo que hacían los ponía más tiempo en cámara o cómo reaccionaba las personas ante sus protestas y palabras.


En resumen, la novela es una fuerte crítica social hacia el morbo de las personas, ante la fascinación del horror y el sufrimiento ajeno que las personas tienen. Hacia el consumismo cultural, donde todos se limitan a ver lo mismo, algunos con voces críticas pero a fin de cuentas tomando su ración diaria de programación. Hacia la falta de conciencia ética: el programa menciona que todos son delincuentes, los papeles de los prisioneros son quemados ¿cuántas personas reclaman por la libertad de esas personas, de las más diversas edades, por su liberación? Ni los ciudadanos, ni el gobierno, ni los políticos mueven un sólo dedo para terminar con el sufrimiento telegénico. ¿Quiénes son los verdaderos culpables de "Concentración"?

Mi única objeción es el final: no emitiré comentarios para evitar spoilers, pero eso le quitó su quinta estrella.
Enlace: http://elrincondeiveth.blogs..
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Marinieves
 20 January 2020
La novela que reseño trata de un reality show verdaderamente cruel pero con gran aceptación del público. El reality lleva por nombre "Concentración" y recrea la vida -y la muerte- en un campo de concentración retransmitida en vivo en plan Gran Hermano.
Los participantes (víctimas, diría yo) son secuestrados y confinados en un campo en el que tienen que trabajar hasta el agotamiento prácticamente sin comer, mientras sus vivencias y sufrimientos son retransmitidos en directo.
No pueden salir, no pueden llamar a nadie, ni siquiera pueden usar sus nombres, siendo designados por una combinación de letras y números parecida a una matrícula de coche.
Nadie parece reclamarlos, nadie parece buscarlos, ni la policía ni las autoridades, viéndolos por televisión, hacen nada por liberarlos. Ninguna organización de derechos humanos parece acordarse de ellos, ni siquiera algún animalista. Una pena, las personas recluidas no parecen beneficiarse de los derechos humanos.
Los capos que vigilan y, sobre todo, ejercen violencia sobre los prisioneros, son elegidos por su crueldad, falta de empatía y capacidad de infringir castigos.
Cada día, la jornada concluye con la selección de dos personas que serán ejecutadas a la vista de todos los telespectadores conectados a la cadena que retransmite Concentración. En un principio suelen ser personas mayores, poco espabiladas o que no generan la simpatía del público por su escasa participación.
Una de las participantes, CKZ 114, llama pronto la atención por su belleza, tanto de los organizadores como del público y, sobre todo, de Zdena, una de las capos quien, demostrando de una extraña forma su cariño hacia ella, es la que más la maltrata. La capo quiere saber su nombre y sólo cuando Pannonique se lo dice comienza a tener algún detalle para con ella, como darle chocolate.
Pannonique se convierte pronto sin quererlo en la estrella del programa así como en la diana de todas las envidias de los compañeros de sufrimiento pese a que les reparte el chocolate y les ayuda para evitar que los maltraten o los maten.
Los organizadores del programa van añadiendo penurias a las víctimas para subir las audiencias, que se disparan pese a que fuera algunos medios critican el reality. La ambigua relación entre Pannonique y la capo medio enamorada de ella hace subir los televidentes aunque la protagonista se esfuerce en exigirles que apaguen la tele.
Cuando llegado un momento el share se estabiliza llegan a ofrecer a los televidentes la posibilidad de votar quién morirá al final del día llegando entronces la cuota de pantalla al 100%. Todo el mundo entra en el juego pese a su salvajismo hasta el, como siempre con Ámelie, sorpresivo final en el que además le vemos sentido al título. Aunque en este caso la solución final resulte un poquito naíf, tirando a bastante simple.
La obra no es muy larga, como casi todas las de Nothomb, y se lee de manera ágil. La sensación de irrealidad, de claustrofobia, de injusticia, nos acompaña durante toda la lectura. Somos conscientes de que lo que está pasando no puede pasar, que tiene que haber alguien fuera luchando contra el programa y que sacarán a esas personas. La tragedia de los campos de concentración nazis sobrevuela todo el libro llevándonos a la conclusión de que no mucha gente estará dispuesta a hacerlo, sobre todo cada vez que vemos que las audiencias suben y suben, lo que supone que los que están fuera disfrutan con lo que para ellos es un espectáculo, un reality como tantos otros, más fuerte pero destinado a provocar como tantos otros y sin que nadie cuestione la moralidad, justicia o inhumanidad de lo que ocurre en "Concentración".
Con los propios presos nos planteamos quién tiene la culpa de la situación en la que se encuentran pues ellos discuten quiénes son los culpables, si los organizadores o los telespectadores que siguen enganchados al reality y no apagan los televisores, lo que lleva a pensar que tenemos la televisión que nos merecemos, que mucha gente critica programas con la boca chica para verlos después ya que si las audiencias fueran mínimas los programas no continuarían emitiéndose.
En fin, que si se hace tele para borregos por algo será. Libro para meditar el tema.
Enlace: https://marinieves.blogspot...
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Shorby
 03 February 2019
Desde luego, puedo decir que esta es una autora que o gusta mucho, o todo lo contrario, pero la verdad es que no deja indiferente a nadie. Y eso tiene su puntito.


En este caso, tenemos un relato sobre un boom social que ha ido creciendo poco a poco a través de los años, hasta expandirse por todo el planeta en diferentes países: el reallity show.
¿Quién no ha visto alguno?

Nothomb nos deja su propuesta, que, debo decir, me puso los pelos de punta a medida que iba leyendo; nuestro reallity en cuestión se llama Concentración.
Los afortunados concursantes son elegidos mediante redadas, siendo su sexo y edad indiferentes a la hora de ser escogidos. Tras quemar y hacer desaparecer sus respectivas documentaciones, cada uno se vestirá con un mono y responderá a un nombre/matrícula, desprovistos así de absolutamente todo; serán llevados a un campo de concentración plagado de cámaras, donde serán vejados, humillados y maltratados por los kapos (también elegidos no tan al azar, ya que la mayoría no pasan los 22 años y son unos catetos sin estudios ni ganas de nada); realizarán trabajos forzados y comerán tan sólo a la hora de la cena un agua sucia –que les presentan como sopa- y un pedazo de pan duro. Y todo esto se televisará en prime time.
Como en todo reallity, se decide quién sigue y quién no. Aquí la mano nada inocente es la de los kapos, quienes escogen a los pobres que serán ejecutados en directo.

Se nos presentan los típicos estereotipos que habitan en este tipo de programas y todos conocemos, como la cabrona de turno, la kapo Zdena, que está obsesionada con CKZ 114 (aka Panonique), nuestra favorita, la preferida de la audiencia a la que no se la ha oído pronunciar palabra ni se le ha visto expresar ningún tipo de dolor mientras le golpean sin ningún tipo de miramiento.
Entre golpe de fusta y demás caricias, junto con la repugnancia que se llega a sentir pensando en cómo la audiencia enganchada a esto llega a límites insospechados, tenemos una evolución en los personajes, de diferentes formas, que nos sorprenderá a más de uno a la vez que causará escalofríos –eso sí, sin llegar a profundizar en sus vidas de ninguna manera, pues no sabemos prácticamente nada de ninguno de ellos-.

Tenemos una historia cruel, pero a la vez tan real que da miedo, que hace al lector preguntarse y plantearse ciertas cosas. ¿Apagaríamos la tele?

Lo que es seguro es que engancha desde el principio, pues resulta muy fácil de leer.
Un libro curioso y sin escrúpulos, que sin duda recomiendo.
Enlace: https://locaporincordiar.blo..
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Yanina_Daniele
 03 March 2018
Un libro que tengo que reconocer, lo elegí por su nombre, no sabía bien que esperar de la trama, hasta que me vi sumergida en ella. Una historia que me ha dejado pensando. Ácido sulfúrico narra la historia de un grupo de personas que fueron secuestradas al azar en plena calle de París, de ahí en más, son subidos a unos vagones de tren y emprenden la marcha hasta Concentración. Lo sorprendentemente horroroso de esto, es que Concentración bien podría ser una parodia de lo que ocurrió en la época nazi, pero llevado hacía algo más contemporáneo y día a día, más en auge, los reality shows.

Me hizo preguntarme, ¿qué tan lejos estamos de qué algo así ocurriera? ¿seríamos capaces de matar gente solo para entrenernos? ¿haríamos como los televidentes del libro, justificarnos diciendo que los demás son los que deberían hacer algo?
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sinoloveo_nololeo
 21 November 2023
Un día, de la nada, la joven Pannonique es arrastrada de las calles al azar y, junto con otros tantos, hacinados en un tren hacia un incierto destino en el que tendrán que sobrevivir como prisioneros a torturas, deshumanización e incluso muerte al azar. Hasta aquí, este horror seguro que nos resulta familiar y reconocible en nuestra historia reciente. Pero ¿y si os dijera que todo se trata de un ‘reality show'? “Concentración” es un nuevo programa de entretenimiento en el que los presos son despojados de su identidad, incluido su nombre –Pannonique pasa a convertirse en CKZ 114– y dejados a su suerte ante el férreo control de los guardias (aka ‘kapos') con el beneplácito de los productores, pero también los espectadores: “Llegó el momento en que el sufrimiento de los demás ya no les bastó: tuvieron que convertirlo en espectáculo”.
¿Podría ser peor y más espeluznante? Sí, porque cuando la audiencia se estanca, la cadena da un paso más y anima a los espectadores a que sean ellos quienes voten por quién será el siguiente concursante/prisionero en ser asesinado. Esto marcará un antes y un después, y será Pannonique la que rompa su silencio para defenderse a sí misma y a sus compañeros.
Todos nos hemos encontrado saltando por los canales de televisión y aterrizando en un reality absurdo y, quizá, nos haya “enganchado” durante unos minutos o más. ¿Pero qué hago viendo esta m*****? ¿Y por qué no puedo dejar de verla? ¿Puede que en el fondo esté disfrutando con ello? Así, llevado al extremo, Amélie Nothomb nos plantea en “Ácido Sulfúrico” (@anagramaeditor) si un reality como “Concentración” tendría aceptación entre el público. ¿Realmente estaríamos tan escandalizadxs que no lo veríamos o no tendríamos más remedio que seguirlo diariamente para ver quién vive y quién muere? Nothomb deja que esto lo decidamos nosotros y a la vez nos muestra con qué facilidad las personas pueden volverse contra sus semejantes, tratándolos con brutalidad y desprecio como si sus vidas no valieran nada.
#Ácidosulfúrico es así una sátira oscura de nuestra cultura consumista, pero también una reflexión sobre la identidad, la importancia del nombre y aquello que es nombrado.

Enlace: https://www.instagram.com/p/..
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Franic
 06 May 2022
No había leído nada de la autora, y ha sido un descubrimiento. Ácido sulfúrico es una novela corta y concisa. No necesita más para explicar lo que quiere, y que no deja de ser una crítica mordaz a la sociedad occidental actual. Me parecen muy destacables los cambios de estilo que se realizan en función a lo que está contando en determinados momentos. Pasa de una escritura cruda y seca, llena de diálogos, a pasajes que evocan a las fábulas o incluso a determinados libros de la Biblia (aunque menos rimbombante).
Continuaré mi viaje por esta autora sin duda
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