Casas vacías

Diferentes maternidades marcadas por la frustración: el embarazo no esperado pero aceptado y luego la maternidad rechazada. Una maternidad deseada pero no lograda que lleva al secuestro de un niño. Y otra maternidad producto de una violación incestuosa. Desmitifica los vínculos de la mujer y la maternidad.

La maternidad como punto de partida. La deseada y la no deseada. La anhelada y la que quiere desaparecer porque se siente que se ha cometido un error. Esta novela es un libro que te desgarra, es increíble. Imprescindible para éstos tiempos. La mternidad querida hasta la obsesión, y la maternidad no deseada hasta el hastío y la dejadez, Ambas son válidas: la primera porque es la opción que nos es dada, la segunda porque no todo el mundo serñia feliz con una criatura entre los brazos, siendo madre veinticuatro horas todos los años que te queden de vida. Ambas son tan radicales que se entrecruzan y llegan a ser casi lo mismo. Este es un libro necesario, que hay que leer con los ojos muy abiertos.

hay dos protagonistas: la que desea ser madre con todo su corazón y cuerpo, y la que ya lo es pero sin ilusión y con cierta desgana. Aquí también tienen protagonismo la lucha de clases, la diferencia de recursos. En la narración se ven diferenciadas muy bien le verborrea típica de alguien "que no sabe", con la de alguien que ha tenido suficientes medios. Y ahí ves la diferencia social y cultural.

Ambas mujeres narran lo que llegan dentro y entre medio un niño desaparecido, un niño robado.

Muy recomendado porque en esta narración confluyen dos tipos de sociedades, de personas, de maneras de llevar la vida. Con una pluma exquisita, Brenda Navarro nos deja pensando en quién tiene su feliz feliz y en quién no, a parte de los azares y destinos de la vida.

Hace días que terminé esta novela y aún no sé bien cómo hablar de ella. Se han quedado tantas frases dando vueltas en mi cabeza que me cuesta salir de ella. Si sintetizo mucho diría que es una novela impactante e incómoda, y eso mismo es lo que hace que me haya gustado tanto.

La historia viene narrada por dos mujeres: una es la madre de Daniel, un niño de 3 años que desaparece misteriosamente en un parque, y la otra es la mujer responsable de esa desaparición, que busca ser madre a cualquier precio tras la imposibilidad de tener hijos ella misma. Es evidente que el tema de la maternidad es el eje del libro, sin embargo, no es una "maternidad ideal" en ninguno de los dos casos. Ver algunas de la reflexiones de las protagonistas negro sobre blanco impacta y deja sin aire.

¿Hasta dónde se puede resistir la culpa y el dolor? ¿Somos todos capaces de justificar nuestros actos, por más egoístas e inhumanos que puedan resultar? Estas son sólo algunas de las mil preguntas que me ha generado esta novela que además hace reflexionar sobre las diferencias socio económicas en la maternidad, sobre el drama de las personas desaparecidas (agravado en países como México por la pasividad de las autoridades), sobre la violencia en el hogar y sobre multitud de temas más.

Es un libro que se lee rápido porque cuesta soltarlo, cuesta no seguir leyendo. Pero también es un libro que necesita ser reposado. Ahora me gustaría poder comentarlo porque hay tantos temas y sensaciones en él que no quiero guardarlas para mí sola.

Lo que también me ha quedado marcado a fuego es que seguiré a Brenda Navarro en todo lo que escriba, ha sido un auténtico flechazo.