Primera persona del singular

Lo primero de lo que quiero dejar constancia es que a nadie le duele más que a mi lo que voy a decir sobre “Primera persona del singular”, la última obra publicada de Haruki Murakami, un compendio de ocho relatos.

Murakami es un autor de extremos, o te encanta o lo odias, sin punto medio. Hasta ahora yo he sido de las capitanas del #teamMurakami, amante y defensora de su obra a capa y espada, pero… con esta obra, me bajo del carro.

Creo que es justo decir que, en general, no soy una gran fan de los relatos. Y, además, al menos para mi, donde Murakami brilla es en sus novelas, y, de hecho, cuanto más largas, más me gustan.

De los ocho relatos que componen “Primera persona del singular” apenas puedo salvar tres, y eso que empezó con una pinta genial y el primero es Murakami en estado puro, sobre una vivencia fugaz cuyo recuerdo dura para siempre. También el del mono de Shinagawa, con esa fantasía murakamiana que tanto recuerda al realismo mágico, para hablar de la soledad y la pertenencia a una comunidad, me pareció delicioso.

El resto, insulsos en extremo, no han conseguido captar ni un ápice de mi interés. ¿Qué quiere contar con ellos? Nada. Usa los relatos porque le apetece disertar sobre música o béisbol, dando vueltas y vueltas a lo mismo durante decenas de páginas, poniendo a prueba la paciencia del lector más paciente. Es cierto que ya desde el título no engaña a nadie, son relatos del “yo”, el mayor acercamiento hasta ahora al autor y quizá por eso me han dado igual. Disfruto su obra, pero él como persona… pues no llama demasiado mi curiosidad.

Diré eso sí, que leyendo alguno de los relatos podía imaginarme al escritor liberado, divirtiéndose, haciendo lo que le daba la gana, metiendo metaliteratura, describiendo en detalle piezas musicales inexistentes que solo suenan en su cabeza…

Las ideas de las que parten los relatos son buenas pero les falta alma y sensibilidad, saben a poco y se quedan en nada. Así, acabé el libro con sentimiento de “lo que pudo ser y no fue”. ¡Lastima que no haya sido para mi!

Si estás pensado en empezar con Murakami por esta obra, mi consejo es: no lo hagas.

Leer este libro me ha vuelto a recordar por qué Murakami es uno de mis autores favoritos. Estamos ante un libro deliciosamente extraño: una colección de 8 relatos, uno de los cuales da nombre a la antología además de ser una característica común a todos ellos: están narrados en primera persona del singular.

Si bien algunos relatos son mejores que otros, en todos podemos apreciar los temas más recurrentes de Murakami: la soledad, la melancolía o la incomprensión vital, así como algunos de los tópicos más característicos del autor: la música clásica, el Jazz o el béisbol.

Algunos de los temas que abordan estos relatos, aunque no son nuevos, sí que se ven desde varios puntos de vista. La identidad vital del ser humano la vemos plasmada en el protagonista de “Primera persona del singular”, mientras que en “Carnaval” es el protagonista el que observa esa identidad vital desde fuera.

La incomprensión se aprecia en “Áspera piedra, fría almohada”, “La flor y nata” y “With the Beatles”, donde la historia es contada años después de que ocurriera y se narra con un halo de melancolía donde la falta de respuestas provoca a los protagonistas cierto estado de incomprensión vital.
En “Antología poética de los Yakult Swallows de Tokio” vemos a un Murakami (o una versión de este) que nos cuenta el origen de su gusto por su equipo de béisbol favorito. Lo más interesante de este relato es preguntarse qué es autobiográfico y qué es ficción de lo que nos cuenta Murakami.

“Confesiones de un mono de Shinagawa” ha sido sin duda mi relato favorito. Una historia extraña al más puro estilo del autor, que con tintes oníricos ahonda en la incapacidad de pertenecer, en ese sentimiento de no sentirse parte de nada y vagar en busca de un sentido, que parece que nunca llegará.

Una colección de relatos maravillosa, ideal para entrar en el mundo del autor. Pequeñas dosis de Murakami, que si bien no son lo mejor del autor, dejan muy buen sabor de boca.

"Enamorarse de alguien es como contraer una enfermedad mental no cubierta por el seguro médico."

Este libro es una recopilación de ocho cuentos del autor, con su estilo depurado y exquisita prosa en la que cualquier cosa, por mundana que parezca, resulta interesante. Murakami pone a prueba los límites entre la imaginación y el mundo real en esta primera persona del singular (¿narrador en primera persona... autobiográfico o todo ficción?), firma un punto de inflexión vital, una abertura de su corazón como escritor y ciudadano del mundo con historias que derivan del realismo mágico que no dejan indiferente.

Los fans de Haruki Murakami quedarán satisfechos con estos relatos, los iniciados en su obra podrán disfrutar de una literatura más accesible y amena que sus primeros libros, donde el lector menos usual en novelas nacidas del país del sol naciente, con ese toque místico y mágico, podrían perderse o desvincularse de la historia. Cada uno de los relatos es distinto aunque todos evocan un sentimiento de nostalgia bien definido, como todo compendio, hay algunos mejores que otros pero todos me han parecido a la altura del autor.

Independientemente de lo que el autor ha querido plasmar y hacernos sentir y vivir; aunque sobre todo reflexionar, como siempre, he tenido de nuevo mi momento en el que era yo quien vivía y la novela quien me acompañaba. Pero ese momento ha durado un suspiro.
Gracias a la música que nombra he imaginado vivir en el año en el que nacieron mis padres, he sentido la emoción de las adolescentes y de los jóvenes que iban a ver a The Beatles en directo. Y me ha invadido la tristeza.
Tristeza por no haber puesto mi interés en ellos antes, cuando tuve la oportunidad de compartir su música con mi padre. Tristeza por pensar que en aquel momento él comenzaba a vivir y ya, en estos momentos, se acabó su vida.
Tal y como reza el título, todo el libro está escrito en primera persona. Si nos fijamos, en la sinopsis, podemos leer que podría ser un libro autobiográfico. El hecho de que esté escrito en primera persona y la forma en la que siento que, continuamente, se va por las ramas como si estuviera escribiendo un diario personal, me hace pensar que quizás sí sea así.
Sea como fuere, este libro se me ha hecho pesado y largo. No me interesa la música a excepción de The Beatles, no me interesa nada de lo que divaga y puedo decir, que no he encontrado al Murakami que tanto disfruto en este título suyo. No he encontrado ese ambiente tétrico y melancólico habitual que te sumerge en lo más hondo de ti mismo y lo he echado en falta. Vaya si lo he echado en falta.
No sería justo negar que en los últimos tres relatos sí lo he encontrado. Incluso en el último, el que lleva por título el título del libro, como tiene por costumbre, me ha dejado sin entender y con un final abrupto y extraño.
No, no ha sido un título para mí. No, no me arrepiento de haberlo leído, lo volvería a leer sí fuera preciso. No hay más explicación que el hecho de que es Murakami.

A quien si no le iba a dedicar el post número 200. Y es que ha vuelto para deleitarnos con un libro de ocho cuentos magistrales, interesantes y fieles a su estilo.

Ya desde el minuto 1 engancha, ¿que digo?, desde el minuto 0. Mucho antes de que el balón se haya puesto en juego. Y es que te podrá gustar más o menos pero lo que es innegociable es la capacidad que tiene para destripar los sentimientos del ser humano.

Lo sé. Estoy enamorado de Murakami y lo peor es que mi novia lo sabe...
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Reseña: Primera persona del singular, de Haruki Murakami.

⛩Hoy os traigo reseña de una de las últimas novelas que he terminado y que se sale bastante de la tónica habitual de lecturas: Primera persona del singular de Haruki Murakami.

𦺞s raro que caiga en un libro que no tenga un toque fantástico, de ciencia ficción o de terror, pero últimamente me está llamando bastante los libros de género contemporáneo, en especial de autores asiáticos.

𦺞n estos últimos meses he leído algunos de ellos y creo que cuando ya le tienes pillada la dinámica de sus novelas sabes qué puedes esperar y qué no de la literatura asiática.

�ntro de este género tenía muy pendiente a Murakami, pero la verdad que me daba algo de pereza, así que si tenía que leerlo preferí empezar por una de sus novelas más finitas,y esta fue la que más me llamó la atención.

⛩No sé si hice bien o no, puesto que no es una novela como tal, es una recopilación de vivencias del autor donde mezcla sus pensamientos, la cultura nipona y un toque filosófico. Además los seguidores del autor aseguran que este libro en concreto se aleja bastante del estilo de Murakami.

⛩La temática de las historias se centran en su mayoría en arte: escritura, pintura pero sobre todo música. Incluso hay un relato centrado en el béisbol.

𦺞n cuanto a mi opinión, debo decir que me gustó, pensaba que sería algo más pesado pero lo que más me ha enganchado es la forma de escribir del autor, el resto daba un poco igual, podría contarme cualquier cosa que seguiría leyendo igual.

⛩Por mi parte seguiré leyendo sin duda a Murakami, no sé si me adentraré en uno de sus libros más populares como Tokyo Blues o seguiré con los más finitos por ahora.

⛩Os lo recomiendo mucho si os gusta la cultura japonesa, sobre todo la parte social, y si os atrae el tema de la música, la escritura y el arte en general.

𦺜ontadme qué os ha parecido y si habéis leído alguna novela del autor!

Leer a Murakami nunca me decepciona, pero... algunos relatos en este libro no llenan las expectativas .

Su prosa es exquisita, y transforma un simple hecho cotidiano en una lectura más que atractiva, el contenido es otra cosa. Es la forma de narrar y no lo que se narra, aunque reitero, no en todos los relatos.

Hay un par de ellos que son muy buenos, no por cierto el que da nombre al libro, no aquel en que mezcla, la música con una mujer fea y fraudulenta.

Pero, “ With the Beatles” , un amor platónico se ve reforzado por un disco, esto es un típico tópico, una persona atractiva resulta más si comparte gustos con uno. . . “ El mono de Shinagawa” un relato entre fantasioso y onírico un botón de muestra del mejor Murakami . “Charlie Parker plays Bossa Nova” una vez mas el típico que pasaría si...

Los tres anteriores han colmado mis expectativas, aunque, a mi Murakami nunca me ha gustado como cuentista, a mi gusto le queda corto la narrativa reducida de Murakami, pero , de acuerdo, su prosa me compensa.

A cada cual su gusto,cada quién su opinión y, esta es la mia

A través de los 8 relatos que componen Primera persona del singular, Murakami vuelve a los eternos temas recurrentes en su obra, explorando nuevamente la adolescencia, el amor perdido, la amistad juvenil, el sexo, la muerte y, sobre todo, la música, uno de los elementos en común más presentes en todas las historias cortas contenidas en este volumen. Para no perder la costumbre, el escritor incluye en cada uno de estos relatos algún hecho o circunstancia inverosímil u onírica que desconcierta a los protagonistas a pesar de que se presenta con toda la naturalidad del mundo, de modo que acaban contemplándola como casi normal: un disco salido de la imaginación de un escritor que un día es real en una tienda, un anciano que aparece de la nada para retar a la inteligencia de un joven en un parque, o incluso un mono que habla como una persona y trabaja en un hotelito de las afueras.
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Los personajes y las escenas de este esperadísimo volumen de relatos hacen saltar por los aires los límites entre la imaginación y el mundo real. Y nos devuelven, intacta, sobre todo, la memoria del amor, porque, tal y como asegura el propio narrador, «nadie podrá arrebatarnos el recuerdo de haber amado o de haber estado enamorados alguna vez en la vida».

He tenido sensaciones contradictorias con este libro. Hacía tiempo que no leía a Murakami, y he de decir que por lo general, sus textos, me encantan.
Tras leer sus dos primeros relatos, me dejaron totalmente enamorado de nuevo con su escritura. Tras leer estos dos, que ya dejaron el listón bastante alto, los siguientes me han parecido algo más flojos, a excepción del penúltimo, que volvió a gustarme mucho. Por eso digo, que varios de sus relatos me han parecido fascinantes, pero luego otros, no tanto.
Tal como ya he desvelado, se trata de un libro compuesto por ocho relatos, todos ellos con temas muy vario pintos pero con un nexo en común, los recuerdos de los protagonistas sobre un evento de su pasado que dejó huella.

Hay historias mundanas como puede ser el recuerdo de una vida pasada junto a su exnovia, el amor por el beisbol y otras totalmente surrealistas como la historia donde toma cervezas con un mono que tiene el poder de robar los nombres a mujeres, todo muy fantástico y kafkiano.

La música clásica es un elemento recurrente en sus relatos, como en el que nos cuenta que un joven hizo en su juventud una reseña falsa acerca de un disco imaginario, totalmente inventado, y años después se lo encontró físicamente en una tienda de segunda mano de Nueva York.

Leer a Murakami no te deja indiferente, creo que es un autor que lo odias o lo amas, y este libro es otro claro ejemplo de su característica escritura, donde la conversación entre personajes extraños, monólogos internos, y el uso entre la realidad y la irrealidad está a la orden del día. Este autor es pura imaginación.

Hay que saber entender la escritura de Murakami, me da que no es para todo el mundo, tienes que dejar de lado lo racional y echar a volar tu cabeza.
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