Impías

Quiero empezar diciendo que no creo que sea un libro para todo el mundo, la verdad. A mí me ha costad mucho escribir esta reseña y, la verdad, es uno de esos libros que te deja con una extraña sensación. Sé que muchas personas lo abandonarían quizá no después de leer la primera historia, la de Juana de Leeds, sino al comienzo de la segunda, con los sucesos de la vida de Judith. Reconozco que estuve tentada de hacerlo yo también, pero continúe leyendo.

Había escenas que son bastante duras y que, a diferencia de lo que suele pasar en otras ocasiones con escenas de este tipo, no están adornadas con florituras ni romantizadas ni nada por el estilo, pero creo que esto es lo que caracteriza a toda la novela: la crudeza con la que retrata ciertos aspectos de la naturaleza humana.

Es una novela bastante breve que aunque pensé en cerrar en varias ocasiones al final no podía dejar de leer, pero el enganche no era como cuando no puedo soltar otro libro lleno de aventuras y ficciones, creo que decidí leerlo del tirón porque si lo dejaba tenía miedo de no poder retomar su lectura de nuevo.

En cuanto a la composición de la novela, empieza con un prólogo de Pilar Pedraza y, solo por eso, ya merece la pena. No sé si os he hablado alguna vez de esta mujer, pero su prosa me parece maravillosa, ya me enganché a una de sus novelas ( Eros ha muerto, relatos impíos, la reseña la publiqué en Café Librería) y al leer este prólogo tuve más ganas de darle una oportunidad a la historia.

En cuanto al argumento está conformado por tres historias que podrían parecer independientes pero que tienen relación entre sí: la primera es la de Juana de Leeds, una mujer que siendo monja prefirió salirse del convento y convertirse en puta. La segunda es la de Judith, a la que recluyeron en un convento tras sufrir abusos y violaciones; la historia de Judith es la más larga, podríamos decir que es el núcleo central de la novela, y en donde se dan algunas de las escenas más duras. Vemos lo más crudo de una triste realidad y no sabemos si tiene final feliz su historia o no. La tercera historia es la de Eleanora, una joven que en plena dictadura franquista se refugia en la Iglesia, pero los horrores que descubre en su seno hacen que la abandone y se refugie en su emisora de radio. Esto también se acaba y en los brazos de Carla Zell, una activista, descubre una nueva religión.

Tres historias de tres mujeres, interconectadas por hilos muy finos, oprimidas, obligadas a hacer cosas que no son las que ellas quieren. Tres personalidades muy distintas pero con un rasgo en común: la rebeldía.

Como digo, este libro no es para todos los públicos, así que si lo leéis, será bajo vuestra propia responsabilidad.
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Debo reconocer que con este libro tengo dudas, solo hay un relato que ha llegado a gustarme y es el tercero, en cuanto a los otros dos, a pesar de que el mensaje si que me gusta no he llegado a conectar con nadie, por ejemplo el primero es demasiado corto y realmente no creo que llegue a contar nada o a mi no ha conseguido engancharme o llegarme. Como he dicho el tercer relato es el único que realmente me ha gustado aunque tampoco me ha apasionado, quizá sea por la época en la que está ambientado que de alguna manera me es más “cercana”. Con este libro he reafirmado que los relatos no son para mi, no consigo meterme en las historias y suelen quedárseme cortos la verdad y no empatizo con los personajes, aún así siempre pruebo a leerlos pero pocas veces logro cambiar esa opinión, es una pena. Aún así, la pluma de la autora si es muy buena y eso me ha hecho bastante fácil la lectura.

Voy a empezar diciendo que vaya maravilla de libro de principio a fin.
Este libro está repartido en tres historias que van desde el siglo XIV hasta la guerra civil española. Cada historia tiene a su protagonista.
En la primera historia nos cuenta como una moja llamada Juana persigue su sueño de ser prostituta. En la segunda, una joven llamada Judith, la meten en un convento por ser ella misma. Y en la última historia, Eleanora, con ella terminamos en la época franquista y los horrores que vio en la iglesia cuando se refugió en ella.
Las tres historias están relacionadas. Y la autora, nos muestra la libertad de la mujer en diferentes épocas, y en la que eso era difícil. Pero nos muestra a mujeres fuertes y que se revolucionan por su libertad.
Me ha gustado este libro porque la autora muestra las adversidades de diferentes mujeres para poder conseguir vivir su vida como merecen y no como la sociedad dictaba en cada una de las épocas. Aunque hoy en día, seguimos teniendo obstáculos. Estos tipos de relatos nos vienen bien para ver esas adversidades y darnos cuenta de que hay que seguir luchando. A pesar, de las cosas duras que escribe la autora lo hace de una forma suave aunque directa.
Es un libro totalmente recomendado de principio a fin, ya que la autora tiene una narrativa totalmente exista y nos muestra la dura realidad que ha vivido las mujeres desde siempre.

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Tres historias duras sobre mujeres que no estaban hechas para su época.
Tres relatos que tienen en común la lucha de la mujer contra la sociedad por sus derechos más básicos.
Una monja que decide que aunque ha hecho unos votos, su cuerpo le pide estar con hombres. Decide dejar los hábitos y trabajar de prostituta aunque es perseguida. Se busca la vida como quiere y no es fácil.
Judith huye de una sociedad de los años 30 que la discrimina por ser lesbiana y estar embarazada.
Y Carla Díaz, una famosa periodista que tiene que cambiar de país porque aquí en los años 70 seguía siendo perseguida por sus ideales y pensamientos.
Me ha sorprendido mucho como en el primer relato incluso la autora utiliza el lenguaje de la época, me ha parecido muy interesante.
Muy recomendable para aquellos/as que piensen que la mujer ha sufrido a lo largo de los años por ser mujer y luchar por una vida mejor.

Impías, más que una novela, quiere ser un manifiesto, una crítica a la opresión que ejerció la religión católica en la mujer; así como al hombre, quien cree que el cuerpo femenino le pertenece, y éste pasa del padre al marido a Dios.
La novela está dividida en tres partes, nos narra la historia de tres mujeres en tres épocas diferentes unidas no sólo por la violencia y opresión de la religión y los hombres hacia las mujeres, sino por un fino hilo de parentesco. La primera parte nos habla de Juana de Leeds, una monja que cuelga los hábitos para convertirse en prostituta; la segunda historia, y la más extensa, es la de Judith, una joven a quien sus padres meten en un convento al quedarse embarazada, de las relaciones que ésta mantiene con una novicia quien también está encerrada ahí forzosamente y de cómo se enfrenta a los representantes de la Iglesia. Por último tenemos a Eleonora, una periodista que investiga sobre los niños robados durante el franquismo.
La verdad es que me ha costado muchísimo empatizar y conectar con los personajes. Como he dicho, Impías quiere exponer la crueldad, violencia e hipocresía del catolicismo, pero la manera de acercase al tema y el vocabulario que en ocasiones utiliza la autora (como palabras arcaicas que no encajan con el momento histórico de la narración, o personajes que utilizan un lenguaje vulgar y que me chirriaba bastante) me han apartado de la lectura en múltiples ocasiones.
Además, hay errores de tipo, de tracking, incluso en la contra podemos leer que “Carla Díaz es una periodista…” cuando el personaje no se llama así, están mezclando las dos mujeres de la última historia.
Aunque entiendo y comparto lo que la autora expone, he leído otras novelas en las que también se expone una temática semejante de una forma más natural y menos agresiva pero que dejan leer entre líneas una violencia atroz. Creo que a veces menos es más, y dejar que el lector imagine esa violencia sin mostrarla constantemente tanto con palabras como con imágenes es más poderoso e impactante.

Para tener apenas 160 páginas, hay que ver todo lo que cuenta este libro, la mala baba que destila a ratos, la rasgada sensibilidad de la autora para hacernos partícipes del tormento al que se ven sometidas las protagonistas de estas tres historias enlazadas, mujeres fuertes que deciden ser fieles a sus instintos y romper con los prejuicios establecidos en las diferentes épocas en las que transcurre la narración.
Con un uso del lenguaje y de los momentos magistral, Carmen Moreno atiza a justos y a pecadores, a fachas y a comunistas, a hombres y a mujeres, aunque sean estas últimas las que acaben siempre como blanco de todas las injusticias.
Un libro maravilloso y desgarrador. Un descubrimiento en el que hay que concluir, sin lugar a dudas, que nuestros pecados derivan de los pecados de nuestros antecesores.
Hay vida más allá de la literatura comercial. Hay vida más allá de los autores extranjeros. Y es vida inteligente.
100% recomendable.