Él necesitaba avanzar. Y yo solo permanecer. |
Él necesitaba avanzar. Y yo solo permanecer. |
Tuve que perderlo todo para darme cuenta de que nunca he tenido nada. Que para poder avanzar, debía retroceder. Para encontrarme, debía perderme de nuevo. |
Porque no hay nada que no arregle un abrazo que nace del corazón. Uno de esos que duele darlo, y recibirlo, que logra que tus costillas protesten y tu alma tiemble.
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En realidad, las cosas no suelen ser tan complicadas como parecen entre las personas. Todo se reduce a estar ahí cuando te necesiten. A comprender, escuchar y, lo más importante y que apenas valoramos, abrazar. Porque no hay nada que no arregle un abrazo que nace del corazón. (Pág. 258) |
Él no tenía suficiente. Yo no podía darle más. Él necesitaba avanzar. Y yo solo permanecer. |
La única persona que me hizo sentir que el mundo guardaba un lugar para mí
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Ella había sido mi mapa. El camino a casa. A su lado, encontré mi sitio. Cuando se fue, perdí el norte. No..., perdí la maldita brújula entera. |
La felicidad es un lienzo en blanco y solo nosotros decidimos como pintarlo. Yo quería llenarlo de colores, aunque no sabía como empezar. |
Las cosas importantes ocurren cuando menos te lo esperas, sin avisar. Y siempre suceden por una razón. Provocan cambios. Puede que en tu mente. O en tu corazón. Puede que cambien tu vida entera. O te abran los ojos de una forma diferente y te obliguen a ver el mundo desde otra perspectiva.
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La vida es tan sencilla como decidamos que sea; y está llena de instantes, de momentos que lo cambian todo. (Pág. 191) |
¿Quién escribió la saga?