La última paloma

La última paloma, Men Marías.
Hola a todo el mundo.

¿Qué tal, cómo lleváis el verano?

Hoy os traigo un libro de los de leer despacito para disfrutar de cada palabra, de cada frase... y vibrar con la historia que nos cuenta Men Marías, se trata de la última paloma, está editada en tapa dura por Planeta y tiene 539 páginas que disfrutareis de tal modo que os parecerán pocas, muy pocas.

La historia...

(Extraído de la editorial).

Frente a la base naval de Rota, tras el cordón policial que delimita la brutal escena, un grupo de vecinos clama que se haga justicia: el cuerpo de la joven Diana Buffett yace salvajemente mutilado y con unas enormes alas cosidas a su espalda.

Ni las cámaras ni el helicóptero de vigilancia de la base han captado una sola imagen que pueda servir a la investigación; algo incomprensible.

La sargento Patria Santiago sabe que el asesino va a volver a matar, pero nadie la cree, ni siquiera el cabo Sacha Santos -a quién le gustaría ser algo más que su compañero-, porque, al igual que piensa el resto de Rota, Patria ha convivido con el dolor demasiado tiempo como para ser de fiar.

Una sola pista, la investigación que Diana estaba haciendo sobre la base y su relación con la desaparición de una joven hace sesenta años, cuando los americanos llegaron a Rota, parecen ser los únicos hilos de los que tirar.

Los personajes...

Patria Santiago, sargento de la Guardia Civil de Rota, también conocida en todo el pueblo como "La Escaleras". Procede de una familia humilde y totalmente desestructurada, en la que sus miembros más importantes son su hermano y su tía Candela. Tiene un carácter, una fuerza y una forma de ser muy auténtica y un tanto peculiar. Se muere por tener un hijo.

Sacha Santos, cabo de la Guardia Civil, lleva pocos años en Rota. Tiene el corazón dividido entre la mujer de su vida, que es como una noria, y su novia Paz, que le como su propio nombre indica, le da tranquilidad. Difícil decisión. Muy cobarde con los sentimientos y muy valiente cuando se trata de su trabajo, sobre todo siguiendo órdenes.


Tía Candela, ha cuidado de los hijos de su hermano desde que eran prácticamente unos niños. A sus más de ochenta años ya no es lo que era, aunque aún es el motor y el pegamento que mantiene unida a los restos de su familia, su memoria está empezando a fallar, a veces se encuentra como una niña perdida, o no recuerda durante largos periodos de tiempo qué es lo que iba a hacer o no reconoce a las personas con la que está hablando.
Víctor Santiago, hermano gemelo de Patria, cercano a los cuarenta años. Trabaja limpiando en el periódico local de Rota, un trabajo que le ha conseguido su hermana ya que él es un poco desastre con su vida. Arrastra un problema desde el pasado del que parece estar recuperado.

Fortu, camarero de la Mala Madre, el local al que suelen ir los de la Guardia Civil cuando tienen algo que celebrar o simplemente para tomarse unas cervezas. Es un sitio muy pintoresco, con recomendaciones de bebidas para las distintas dolencias que puedan aquejarte, con una lista de reproducción muy ecléctica con una canción que predomina por encima de todas, Lobo Hombre en París.

El Teniente Quintana, es el superior de Patria. Un hombre solitario que soporta un gran dolor que solo puede sofocar su perrito Macarrón, al que lleva de un concurso de belleza canina a otro sin parar lo cual parece ser el motor que le hace continuar adelante.

Olimpia Piernavieja, hija del doctor Piernavieja, una eminencia médica conocida a nivel mundial, del prestigio de su padre saca su fuerza para ser la alcaldesa de Rota, aunque sus miras apuntan mucho más alto. Siempre subida a unos altísimos tacones y con unas maneras muy expeditivas.

Junto a estos personajes tenemos a muchos más, Mugardos y Covarrubias en la Guardia Civil. La familia de Diana Buffett, Berta su abuela, de Rota y casada con ex marine americano. Su amiga Maddie. Y ya en la base naval de Rota y en otra línea temporal tenemos a Inés y a su hermana Piti, a una joven Berta y su amiga Elsa y al resto de marines. También una encantadora señora con un pelo plateado resplandeciente y unas buenas maneras con las que apabulla a todo el mundo para conseguir lo que quiere.

Mi opinión...

Nos encontramos ante una rara avis, un libro muy peculiar, una auténtica novela negra, muy negra, envuelta en una escritura muy cuidada, casi poética. Curiosamente la mezcla funciona como un tiro. La dureza de la historia y de la vida de los personajes se hace más llevadera por la forma tan bonita en la que escribe la autora. La trama está exquisitamente trazada en dos hilos temporales muy bien documentados, contrastando de forma casi hiriente las diferencias de ambiente entre la oscura Rota franquista y el colorido, moderno y descocado ambiente que se vive en la base militar americana de la misma población, es como dar un salto de cuarenta años cada vez que cruzan la línea que separa la entrada a la base del pueblo de Rota.

Los asesinatos que se producen en la novela son brutales, no os quiero desvelar nada, pero el concepto infibulación os puede llegar a quitar el sueño. Los personajes son creíbles, con sus oscuros secretos del pasado y sus vidas atormentadas, sobre todo en el caso de la investigadora principal, cosa que suele ser de obligado cumplimiento en este tipo de novelas. Tenemos envidias en el trabajo, complicadas relaciones familiares, amores imposibles, sectas religiosas y un largo etcétera que harán las delicias del más exigente de los lectores.

Los capítulos suelen ser cortos y estás narrados bajo el punto de vista de uno de los personajes, siendo los dos principales Patria Santiago y Sacha Santos, aunque no son los únicos. La lectura de este libro puede ser rápida si os dejáis llevar por la acción o lenta y suave si os queréis dejar envolver por la elegante forma de escribir de Men Marías. En ambos casos el resultado será el mismo, un final que os dejará con la boca abierta.

Seguramente me he dejado muchas cosas en el tintero, porque cuando un libro te gusta mucho es muy difícil reflejarlo y más aún si no quieres destripar nada del argumento, pero no puedo hacer otra cosa que recomendar encarecidamente esta novela que me ha dejado con muchas más ganas de Patria Santiago, de Rota y si no puede ser, de otro libro con el estilo y el buen hacer que tiene este, hasta sigo sintiendo el viento en el rostro cada vez que leo una de sus páginas.

LA ÚLTIMA PALOMA, DIEZ.

PD: Pequeño guiño para entendidos, la portada da ya mucho juego desde el principio, si ves la paloma eres uno de los nuestros...


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“Pero los psicópatas son verdaderos genios, hablé con unos cuantos cuando estudiaba y jamás hubiera dicho que había algo malo en sus personas. Más bien al contrario: son los seres más encantadores de la naturaleza. Hermosas plantas carnívoras repletas de color y magia. Incluso tienden a parpadear algo menos que los demás.”

Esta es la primera novela que leo de esta autora, a la que de nuevo he llegado gracias a una lectura conjunta de #SoyYincanera, a la que me incorpore tarde, pero en la que enseguida me puse al día gracias a la adicción que supone la lectura de esta historia.
Para mí Rota no ha pasado de ser siempre más alla del lugar donde se encuentra la “base americana”, pero ni en sueños me plantee su situación o su forma de vida hasta que la he conocido a través de las palabras de esta autora.
Men describe Rota como el paraíso dentro de la dictadura, pero a la vez como el infierno, sobre todo para aquellos que sufrieron en sus carnes el descontrol y la impunidad de quienes lo poblaban allá por los años 50. Y es que esta novela se centra en esta ciudad en esos años, pero también en la actualidad, en esa actualidad en la que el pasado se hace presente.

“Rota es como una caja en la que alguien hubiese metido todo lo que sobraba en el resto del mundo. Como si quien lo creó hubiese fabricado de más desechando aquí el exceso. Lo que estaba roto.”

La descripción, no solo física, sino de los personajes que pueblan aquella tierra, las que la poblaron antes y ahora, es precisa y profunda, y sobre esta la autora desarrolla toda la acción de la trama y las subtramas que es mucha y sumamente intrincada. Me ha sorprendido muy gratamente ver como la autora se metía en un “charco tan profundo” y era capaz de salir de él seca y sin apenas despeinarse, hay que tener mucho oficio para encajar tantísimas piezas como la autora nos va regalando a lo largo de esas casi seiscientas paginas sin que queden aristas en la construcción de la historia y sobretodo en el final de la misma.
Podría hablaros de los personajes, pero esta reseña seria el cuento de nunca acabar, digamos que están los que deben estar y que en ninguno de ellos he encontrado ningún motivo que me impidiera creérmelos, tal vez porque son personajes que encajan perfectamente con la ciudad que habitan, soy una convencida de que el lugar donde naces, de una u otra forma determina parte de tu carácter, y en esta novela asi es.
Todos los personajes guardan algún secreto, secretos que, en la mayoría de los casos, se han mantenido en la oscuridad durante demasiados años, pero claro, los secretos no pueden guardarse para siempre, en algún momento algo ocurre que los hace descubrirse.

“Lo que le pase a un hijo de Rota es de dominio público, le ocurre a todo el pueblo a la vez. Como un cuerpo al que le duele una muela o una pierna: el organismo entero se resiente.”

No voy a hablaros de los personajes, pero si quiero centrarme en los protagonistas de esta historia, en Patria y en Sacha.
Patria ha conseguido provocarme a lo largo de toda la novela una sensación ambivalente, a veces la entendía y a veces me enervaba, lo cierto es que a lo largo de toda la novela me ha hecho sufrir, primero por no conocer ese secreto que hacía de ella una mujer tan dañina, para los demás y sobre todo para sí misma y, una vez conocido el origen de su forma de actuar, me ha parecido que su actitud incluso, se quedaba corta, para lo que debe de ser una vida tras aquella situación.

“Simplemente actué. Lo mío son los hechos, no las emociones. Supongo que cada uno sobrevive a su manera. Sabía lo que tenía que hacer y lo hice, sin más. Hay ciertos asuntos para los que no se puede pedir ayuda. Nadie los entendería.”

Sacha, por su parte, solo ha conseguido despertar en mi cierta ternura. Un hombre que no es capaz de dejar sus sentimientos atrás y que, quiera o no, acaban dirigiendo su forma de actuar tanto en lo personal, como en lo profesional.
Y tal vez, no, con seguridad, es la oposición de estos dos caracteres lo que hace que profesionalmente funcionen de manera tan precisa, aunque en las primeras páginas parece que dicha colaboración va a ser difícil por no decir imposible.

“Te necesito como guardia civil y como psicólogo, pero también como amigo. Este no es un asesinato cualquiera. ¿Crees que podemos enterrar el hacha de guerra hasta que todo termine?.”

La autora aborda en la novela los temas más escabrosos que podáis imaginar, el asesinato no me parece lo más importante de esta trama, me inclino a pensar que el tema central son los ABUSOS, así, en mayúsculas, los abusos de antes y de ahora, sobre niños y sobre mujeres, los abusos sobre aquellos que menos posibilidades tienen para defenderse y las consecuencias que esos abusos tienen en nuestro futuro, en nuestra vida y en la forma de vivirla.
La autora habla de realidades y de creencias arraigadas y habla de la muerte y de quienes la habitan, de aquellos que se fueron y de las creencias de que no se van del todo…

“A los muertos no se les puede conjurar sin consecuencias. Si se les llama, vienen, pero, cuando se les echa, ya no se van.”

“—La Tarara no es un fantasma, Patria, cariño. No. Ella es…, bueno. ¿Verdad que no es un fantasma, Teresa? Que no es mala, quiero decir. Es un ánima.”

La autora no escatima en crueldad en la mayoría de las páginas de la novela, sin embargo, y lo más sorprendente de esta novela es que la misma autora que en una escena es capaz de describirte lo más escabroso de un asesinato es capaz en las líneas posteriores de escribir párrafos de una prosa y una sensibilidad exquisita. Y este es uno de los puntos fuertes de la novela, la magnífica forma de escribir de la autora, que entre escenas excesivamente rudas desliza preciosas frases y magnificas reflexiones que a menudo son capaces de robar rudeza a ciertos hechos y que convierten la lectura en una experiencia sorprendente.

“Un olor que nunca he sabido de qué se compone, pero que me relaja como un baño caliente. Huele como lo haría algo dulce bajo el mar.”

“Si rendirse es no pasar la existencia como quien camina con una vela entre las manos, supongo que me rindo. La vida es para ser la llama, no quien cuida de que no se apague. No puedes decidir a quién amas, pero sí cómo lo amas. Amor. Qué palabra tan estúpida. Y cursi. Pero no voy a consentir que se refiera a ella por ese maldito nombre.”

Os he comentado al principio que comencé tarde la lectura de esta novela pero que en seguida me puse al día, lo cierto es que la leí en un momento en el que no me creía capaz de leer a tal velocidad, pero es que además de que la trama te atrapa sin medida y de esa forma de escribir a la que me he referido antes, la estructura de la novela está compuesta de esos capítulos cortos que siempre obligan a decir, venga, uno más y lo dejo (lo cual nunca es verdad) y que además, cada uno de esos capítulos está construido de tal manera que al comenzar a leerlo, nunca tienes claro con que parte de la historia te vas a encontrar.
Sé que tal vez es demasiado pronto para decir esto, pero estoy segura de que de no ser la mejor, esta estará dentro de las mejores novelas que haya leído este año y puedo aseguraros que Men Marias es una autora a la que no pienso perder de vista.

“Hay silencios, como el de la muerte, que lo dejan todo desierto. Lo único que no se llevan es el miedo. El miedo que siente el vivo a continuar habitando en un mundo donde esa persona ya no existe. Un mundo que ahora está vacío, seco, yermo.”

Con una excepcional y elegante narrativa, la autora nos traslada a Rota a través de las voces de Patria y Sasha en primera persona, pasado y presente, y también en tercera persona cuando nos cuenta la subtrama de los años 50 que influirán en lo que está ocurriendo en el presente, empezando por el asesinato de Diana Buffet a quien le han arrancado los pechos, le han cosido la vagina y le han colocado unas alas.
Una trama durísima con escenas que consiguen su propósito, estremecerte.
La fuerza reside, no solo en los giros argumentales y en lo inesperado que resulta el final, sino también en Patria, un personaje con un pasado turbio que el lector irá descubriendo a cuentagotas, adicta a autolesionarse. Sasha también me ha encantado.
Todos tienen su historia. Su momento. Y merece la pena descubrirlo.
Lectura muy recomendable.

En «La última paloma» tenemos una obra que nos traslada a un escenario de lo más acertado. Nos vamos a Rota (Cádiz) para descubrir un asesinato que nos deja sin palabras, y a raíz del cual, investigar sin descanso adentrándonos en la inaccesible base americana. Sin duda, el contexto elegido ya es ganador, y cuando la trama acompaña, no puede sino salir una novela a recomendar sí o sí. Y esto lo consigue Men Marías en esta obra.

Men Marías nos trae en su novela La última paloma, una obra policíaca en la que destaca la protagonista. Patria es una sargento diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, con sus demonios particulares (lo que sí es habitual) los cuales no me había encontrado antes. Un personaje en mayúsculas, de los que quieres seguir viendo en otros casos, nada sencillos de elaborar, con gran fuerza en la trama y que brilla por sí mismo. Es sin duda, uno de los puntos más fuertes de la novela. Junto a ella, un coprotagonista que le da el contrapunto, ambos forman una gran pareja novelística y funcionan muy bien en el libro.

Una trama con un ritmo continuo y alto, sin descanso, que consigue dejarte con la intriga. En la que funciona muy bien el ir al pasado y al presente, estas dos líneas temporales son igual de interesantes y necesarias para dar forma al suspense. Sin duda, tenemos una historia dura, con asesinatos, una trama que entretiene sin ser previsible, que se nota desarrollada con acierto, con profundidad, en la que los personajes van evolucionando. Además, nos encontramos un giro inesperado de los que se agradecen y no se notan metidos con calzador.

Una narración peculiar
Mi toma de contacto con esta novela no fue tan fácil como pudiera parecer, y es que, al igual que me pasó al iniciarme con las obras de Juan Gómez-Jurado, la narración es muy particular. Ni buena ni mala, se nota distinta y habrá quien, como yo, no se sienta cómodo con ella al inicio. Eso sí, pasadas unas cuantas páginas te habitúas y este aspecto pasa de ser un pero a algo que no molesta, es más, que le da un toque personal y diferente a la autora. Frases cortas, a veces de una sola palabra, que poco a poco te van conquistando. Un sello personal y característico.

El libro La última paloma, es una novela policíaca que supone una lectura fresca y ágil, con un gran desarrollo, una trama bien hilada, profunda y que da horas de diversión. Dura, con algún giro inesperado, un escenario de lo más intrigante, una historia acertada y unos personajes a tener muy en cuenta. La recomiendo sin duda.
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En Rota, junto a una casona abandonada situada enfrente de la base naval, ha aparecido el cadáver de una joven. Se trata de Diana Buffet, la nieta de una gaditana y un americano que residen en el pueblo. Ha sido asesinada y su cadáver ha sido horriblemente mutilado. Además, le han cosido unas enormes alas a la espalda. Eso hace que a los pocos días el asesinato sea conocido como el crimen de la paloma.

Serán la sargento de la Guardia Civil Patria Santiago y su equipo los encargados de investigar el crimen. Patria es también oriunda de Rota por lo que conoce perfectamente a la chica asesinada, a su familia y la idiosincrasia del pueblo. También sabe mucho de psicología criminal y está convencida de que Diana es la primera víctima pero no la única.

Me ha gustado mucho. Es una novela negra escrita a ritmo de thriller cuyas páginas vuelan entre las manos. Contribuye a ello una prosa ágil y amena, unos capítulos cortos, una trama interesante que hunde sus raíces en el pasado y unos escenarios llamativos.

No conozco Rota, nunca he estado allí. Obviamente, sé de la existencia de la base naval pero nunca me había parado a pensar cómo era –ahora y en el pasado- la vida en una pequeña población en la que conviven gaditanos y americanos. En el pasado, cuando se estableció la base, tuvo que ser alucinante, un contraste de culturas tremendo. En España teníamos a Franco. Meter a unos españoles de la dictadura en una base que venía a ser como un pequeño pueblo americano, con toda la libertad que tenían en aquel momento los estadounidenses, seguramente fue como mezclar la noche con el día. Todo lo que se cuenta de aquella época, la venida de los americanos, la interacción con los lugareños, me ha resultado apasionante. La autora describe muy bien los escenarios y me ha parecido verlos, me lo he imaginado perfectamente. Esto ha sido una de las cosas que más me han gustado de la novela: la localización.

Pero la trama en sí no le va a la zaga. Me gusta cuando la investigación actual hunde sus raíces en el pasado pues me parece que da una complejidad interesante a la historia. La trama es compleja y de difícil resolución, la autora sabe llevarla bien manteniendo en todo momento la intriga y dando la información poco a poco, permitiendo al lector ir haciéndose una idea de lo que ha pasado. Idea que, obviamente, deberemos cambiar en varias ocasiones conforme a los giros que va dando la historia.

Son tres las voces narrativas , dos de ellas en primera persona: Patria Santiago y Sacha, su acólito. Gracias a estas dos voces iremos también conociendo la otra trama de la novela: la personal. Y es que en esta novela casi tan importante como el crimen van a serlo los personajes, especialmente Patria. Patria tiene mucha mochila a la espalda, lo sabemos desde el principio. Y saber lo que contiene en su interior es otro de los elementos intrigantes de la novela, nada desdeñable por cierto. Patria es un personaje potente, herido, complejo y no cabe duda que se hace con el lector. La autora lleva bien las distintas voces, dotándolas de personalidad . Pero he dicho que hay tres voces narrativas: la tercera es la de un narrador omnisciente que se encargará de relatarnos los hechos que ocurrieron en los años sesenta.

Conclusión final

“La última paloma” es una interesante novela negra situada en un escenario que me ha resultado exótico e interesante. Trama del presente, trama del pasado y unos personajes potentes cuya historia personal tiene mucha enjundia. Una novela que avanza a buen ritmo y cuyo final no he podido prever. Muy recomendable.
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Hoy os traigo otra novela negra que me ha parecido brutal.

Frente a la base naval de Rota, aparece el cuerpo de una mujer, con una escena muy salvaje, el cuerpo ha sido brutalmente mutilado y con unas alas cosidas a la espalda. Y a pesar de toda la vigilancia que hay en la zona, no se ha llegado a captar ni una sola imagen que pueda llevar a alguna pista. Aunque nadie la cree, la sargento Patria está segura de que el asesino volverá a actuar.

Una trama maravillosa aunque algo macabra en la que iremos descubriendo también cosas del pasado que ocurrieron en esa zona. Una historia muy bien documentada que mezcla ficción y algo de historia de la zona de Rota y la llegada de los americanos a la base naval. Con una ambientación buenísima, además, para mi ha sido un plus esa zona pues la conozco y siempre se disfrutan más las novelas cuando reconoces algunas cosas y te adentras mucho más en la historia.

La historia la iremos conociendo a través de los distintos personajes y alternando con el pasado. Me encantan los libros así pues siempre puedes ir viendo los distintos puntos de vista. Además me ha encantado el personaje de Patria e ir conociendo también que le ocurrió y que es eso que tanto la atormenta.

En definitiva, un thriller brutal y adictivo que merece mucho la pena y que he disfrutado desde la primera a la última página.

Sorprendente de principio a fin! RECOMENDABLE 100%
Revisado en España el 17 de junio de 2021
A superado mis expectativas! Con creces!
Una lectura fácil , expectante , sorprendente e intrigante de principio a fin…
Uno de mis top 10 de este año!
Yo le pondría un par de estrellas más!jajajja

La Última Paloma es un thriller con una trama cruda y dura que nos traslada a dos épocas distinta de la localidad gaditana de Rota, con secretos y misterios sobre sus habitantes y lo que supuso en los años cincuenta la llegada de norteamericanos a la base naval.

La Última Paloma nos sitúa al presente en el año 2019, en plena feria de primavera; las fiestas patronales. En plena festividad, aparece el cadáver de una estudiante de periodismo en una antigua casa abandonada cercana a la base militar, conocida como la casa de Mongoli. El crimen presenta una puesta en escena muy elaborada puesto que la víctima ha sido mutilada de forma salvaje, pero también con precisión quirúrgica, y le han cosido unas alas a la espalda. La víctima es Diana Buffett, la nieta de una familia muy querida en el pueblo. de la investigación y resolución del tal crimen atroz, se hará cargo Patria Santiago, sargento de la Guardia Civil que junto a su subordinado, el cabo Sacha Santos, comenzarán una carrera a contrarreloj, pues están convencidos de que el asesino volverá a matar... ¿Quién será su siguiente víctima?

Esta novela me llamó inicialmente la atención no solo por la temática de suspense y de asesinato, que es un género ya muy habitual en mis lecturas mensuales, sino también porque la trama se ubica en Rota, muy cerquita de mi ciudad, Cádiz, y tenía ganas de adentrarme en una historia de asesinatos con escenarios, emplazamientos y festividades que reconozco y con las que estoy familiarizada y, en ese aspecto, tengo que decir que Men Marías ha hecho un trabajo formidable. Me he metido en la historia de lleno.

La Última Paloma tiene una narración coral en primera persona. Conocemos la perspectiva de cada personaje y cómo viven y perciben todo lo que va sucediendo a su alrededor, así como los sentimientos, miedos e inquietudes que sienten tanto de carácter personal como profesional. Patria y Sacha son las voces destacas y que nos hacen partícipes de los avances en la investigación y del constante tira y afloja en la relación personal que arrastran fuera del ámbito profesional. Ambos tratan de controlar sus impulsos, pero la mutua atracción que sienten es indiscutible.
Patria es la sargento de la Guardia Civil en Rota, con un pasado marcado por el dolor y la pérdida que la atormenta día a día, tanto con heridas físicas como psicológicas. Con el paso de las páginas vamos conociendo su secreto y lo que ocurrió en su pasado que la ha llevado a ser como es. Siempre lleva las manos cubiertas por guantes. Patria es un personaje que destaca y con el que terminas empatizando de una manera sorprendente. Es un personaje completo, con secretos y cicatrices que resultan muy interesante desengranas y descubrir por capas. Sacha, por otro lado, es un hombre sencillo, de esos personajes que caen bien desde el primer momento.

La autora ha sabido desarrollar una trama de suspense y asesinato que se siente cercana por la realidad de la ubicación y la autenticidad histórica de la base naval de Rota y todo lo que conllevó en aquella época la llegada de norteamericanos a un territorio español perdido de la mano de Dios y alejado de la dictadura franquista. Las descripciones de Men Marías son claras y directas y permiten visualizar perfectamente cada escena y, con ello, tampoco debemos olvidar las pinceladas y pequeñas pistas y secretos que va dejando a cuenta gotas para atrapar, mantener la tensión y aumentar la curiosidad e intriga en el lector. Es una buena novela de asesinatos, con cierto valor histórico y escenarios cercanos y reconocibles. Es una visión con pinceladas de ficción y realidad que pone los pelos de punta, con asesinatos y escenarios violentos y muy visuales.

En resumen, 'La Última Paloma' es un thriller con pinceladas de ficción y realidad que pone los pelos de punta, con asesinatos y escenarios violentos y muy visuales. Las descripciones de Men Marías son claras y directas y permiten visualizar perfectamente cada escena y, con ello, tampoco debemos olvidar las pistas y secretos que va dejando a cuenta gotas a cada paso de la trama, para atrapar, mantener la tensión y aumentar la curiosidad e intriga en el lector. Es una buena novela de asesinatos, con cierto valor histórico y escenarios cercanos y reconocibles.

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Frente a la base naval de Rota acaba de aparecer el cuerpo de Diana, una mujer joven que investigaba sobre hechos acaecidos en la base años atrás. El cuerpo ha sido mutilado salvajemente y le han cosido a la espalda unas enormes alas blancas, pero de manera sorprendente nadie ha visto ni oído nada. Patria Santiago y Sacha Santos, guardias civiles, serán los encargados de la investigación, en una carrera contra reloj antes de que el asesino actúe de nuevo.

"Sólo quien conoce el dolor puede enfrentarse a un crimen tan macabro". Y para mí esa es sin duda la palabra que define La última paloma: Dolor. En ella hay mucho dolor enquistado, mucho rencor y ansias de venganza, problemas no resueltos que irán saliendo a la luz para tejer una historia que ocurrió hace años pero que marcó muchas vidas. Son los primeros años tras la llegada de los marines a una Rota que vive en pleno franquismo y que se da de bruces con la vida americana y todo lo que entonces aquí no teníamos: trabajo, nuevos alimentos, avances tecnológicos y libertad, sobre todo libertad... Pero también un lado oculto y muy oscuro en el que hay muchas personas implicadas.

Aunque es una novela amplia (539 págs) y aunque en muchos momentos no encontraba explicación a lo que estaba ocurriendo, lo cierto es que no he podido parar de leer, asustada por la cantidad de odio y rencor que podemos acumular. Y por lo difícil que resulta superar algunos episodios de infancia que condicionan de manera inevitable nuestra vida adulta.
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Patria junto con su compañero Sacha, deberán de resolver un asesinato de lo más macabro ya que el cuerpo de la victima yace salvajemente mutilado y con unas enormes alas cosidas a la espalda, además nadie a visto nada ni las camaras de vigilancia, la sargento sabe que el asesino volvera a matar, pero nadie la cree.

Se trata de una novela negra, muy ágil y sencilla, se lee a muy buen ritmo, esta ambientada en Rota, contada en varios tiempos el pasado y el presente, la mayoría narrados por los protagonitas, además si hay algo que me guste más en un libro es el llegar hacer mil y una suposiciones de quién es el culpable, con este libro no lo ves venir hasta el final, todos son sospechos y es algo que he disfrutado mucho.Una lectura super recomendable.