Warcross

¿Qué pasaría si viviésemos en un mundo donde los juegos de realidad virtual no fuesen imperfectos, sino que se sintiesen tan auténticos como los que experimentamos en sueños? Si ya no necesitásemos grandes y pesadas gafas para acceder a ellos. Si existiese un juego al que 90% de la población joven accediese regularmente, en el que se celebran grandes torneos a los que todos quieren participar y en el que los jugadores profesionales son considerados celebridades. Hoy quiero hablarles de Warcross de Marie Lu, una fascinante y adictiva novela donde la línea que divide la realidad del mundo virtual cada vez es más difusa.

"Todo es ciencia ficción hasta que alguien lo convierte en ciencia real"

Esta es la historia de Emika Chen, una joven hacker de dieciocho años que sobrevive en Nueva York trabajando como cazarrecompensas, persiguiendo a criminales que cometen delitos cibernéticos como apostar en Warcross y a los que la policía no tiene tiempo o recursos para buscar activamente y utilizan a personas como nuestra protagonista para hacer el trabajo sucio. Aunque podría utilizar su talento para la informática de otra manera, Emika se ha quedado sin otras oportunidades por unos antecedentes judiciales que le cierran la puerta del mercado laboral y un montón de deudas, algunas de ellas heredades de su padre, que murió cuando ella tenía solo once años.

La vida de Emika cambia cuando desesperada, decide hackear la ceremonia inaugural del torneo de Warcross, pero por error lo que debía ser un movimiento anónimo que le permitiría ganar lo suficiente para evitar perder su hogar, expone su verdadera identidad ante todo el mundo. Segura de que la enviarán a la cárcel, no puede creer su suerte cuando recibe una propuesta del mismo creador del juego Hideo Tanaka, a que viaje a Tokio para que trabaje para él.

"Hideo creó la mejor conexión cerebro-ordenador jamás diseñada. Unas elegantes gafas: las NeuroEnlace".

Emika no es la única que ha logrado vulnerar la seguridad de Warcross, hay otro usuario al que se le conoce como Cero que también ha logrado acceder sin autorización al juego y manipularlo, algo que debería ser imposible, así que Hideo Tanaka el joven que con 11 años inventó la tecnología que ahora todo el mundo usa, quiere que Emika usando su experiencia como cazarrecompensas lo encuentre y descubra sus planes. Para ello, hace que la joven se convierta en uno de los jugadores novatos que puede acceder al torneo más seguido por toda la humanidad.

Así, nuestra protagonista pasa de estar endeudada por encima de sus posibilidades, a tener la oportunidad de ganar tanto dinero que, si encuentra a Cero antes que los otros cazarrecompensas implicados, podría vivir cómodamente sin preocuparse nunca más. Para Emika, es la ocasión perfecta para empezar de nuevo, así que cuando es seleccionada para estar en uno de los equipos oculta a plena vista y con la oportunidad de estudiar a los otros jugadores, empieza su doble misión, mantener a su equipo por todo el tiempo posible en el torneo, para así poder encontrar al otro hacker y tratar de detenerlo.

Si bien es cierto que ver como Emika se integra a su equipo me gustó muchísimo, esa dinámica de pasar de trabajar en solitario a aprender a compartir con otros durante esas maravillosas partidas de Warcross y entrenamientos, lo que realmente más me gustó es ver cómo se va desarrollando la relación con Hideo, el joven reservado que parece soportar una gran responsabilidad, pero sobre todo muchos secretos.

"Toda puerta cerrada tiene una llave".

Con una ambientación fabulosa que nos lleva a disfrutar desde Nueva York a Tokio bajo una película de realidad aumentada, a los espectaculares escenarios donde se desarrollaran las diferentes partidas de Warcross (en el que cada uno es más impresionante que el anterior) es maravilloso ir descubriendo el pasado tanto de Hideo como de Emika, que nos ayudará a comprender sus motivaciones y su visión del mundo. Mención especial merecen tanto la edición de Nocturna, como la excelente traducción de Noemí Risco Mateo que hace que olvides que estás leyendo un libro que no fue escrito originalmente en español.

Realidad virtual, realidad aumentada, transmisión de pensamientos e incluso de sentimientos, lugares brillantes y los lugares oscuros que se esconden bajo estos, amistad y amor. Warcross es una historia adictiva que nos propone un futuro que parece cercano, donde nada es lo que parece y que tiene el tipo de final que además de invitarte a reflexionar te hace desear tener la segunda parte a la mano. Si les gustan los juegos, desean conocer a una protagonista maravillosa o quieren ver hasta qué punto la tecnología puede moldear nuestras vidas los invito a leerle la novela, creo que Marie Lu los sorprenderá y fascinará en parte iguales.
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Este libro se ha convertido en uno de los más populares actualmente y aunque no me dejo guiar por eso, fue su primicia lo que me hizo seleccionarlo para leer. Tratándose de un "videojuego" futurista y Tokio, me pareció que valía la pena darle un vistazo.


Trama/Desarrollo: La trama nos habla sobre Emika Chen, que tras hackear el juego más famoso de todo el mundo, Warcross, recibe oportunidades que la van a introducir a un mundo totalmente inesperado y una vida contraria a la que tenía.
El libro empieza con escenas de acción bastante buenas y a partir de ahí ya no pude parar de leer. El imaginarte un mundo como ese, donde la tecnología te favorece o te maleficia, me parece que es sumamente destacable. En ningún momento lo sentí lento y me parece que se mueve muy rápido y aunque el libro ya es de mediana lectura, me quedé con ganas de un poco más de campeonatos.


Personajes: Honestamente, Emika no fue mi preferida, ni tampoco Hideo, pues creo que nos pintan la historia de personajes con diferentes mundos, que se encuentran y de ahí podemos predecir un poco que sucede. Aun así, disfruté sus momentos juntos y no me parecieron escenas de rellena.
Mi favorito fue Zero, que aunque no puedo dar mucha información, el le puso la pizca de misterio que yo necesito en todo libro. de ahí en fuera, los demás son meramente secundarios.


Final: El final me gustó, aunque pude predecir una de las dos cosas que suceden. Un final digno que resuelve la trama general, pero te abre otra para su secuela; es decir, cierra la trama del primer libro pero abre un nuevo punto para otro libro.


Escritura: Excelente escritura, me parece que te atrapa y sabe como utilizar las palabras correctas para mantenerte al borde de las páginas en cada instante.


Género: Un YA futuresco que me hace enamorarme de Tokio y desearlo conocer cada vez más. Funciona bien para los nuevos seguidores de la lectura y/o del género, así como también para aquellos que ya lo aman.

¿Sobre qué nos habla Warcross? Todo comienza con una joven con cabellos de arcoíris llamada Emika, ella es una hacker y cazarecompensas que se ha visto forzada a realizar estas actividades debido a acontecimientos trágicos en su vida. Emika no vive con soltura, de hecho para el inicio del libro la vemos a punto de ser lanzada a la calle porque debe varios meses de renta, apenas y tiene para comer y acaba de perder una recompensa que le podría haber ayudado muchísimo. Sin embargo, y empujada por la desesperación, Emika decide hackear una de las competiciones más importantes del popular juego de realidad virtutal Warcross. Aquí haremos una pausa para explicar ¿Qué es Warcross? Les diré muy rápidamente que entendí que era, creo que aquí entra un poco la percepción personal de cada uno de nosotros; Warcross es una especie de juego de simulación virtual, que a través de unos lentes permite al usurio sumergirse dentro de la realidad que se ha creado, en Warcross hay equipos que compiten por arrebatarse un emblema pero esto es solo una parte de lo que el juego abarca pues la realidad virtual que se utiliza en el ya ha llegado a la vida cotidiana y el uso de las gafas es lo más normal, a tal grado que esa tecnología se ocupa para que la gente pueda alterar y modificar su entorno (al menos virtualmente hablando), con anuncios, colores, ropas, ir mostrándo tu avatar o tu nivel de juego en Warcross, etc. La sociedad ha llegado a un punto en que la realidad y la realidad virtual conviven diariamente y donde colectivamente forman parte de un juego y de una experiencia diaria. Como pueden ver Warcross tiene mucha importancia en la vida diaria, así que la razón por la que Emika decide hackear el juego es porque los items que se usan ahí se pueden vender en el mercado negro digital y ganar mucho dinero con el, sin embargo es descubierta y a partir de ese momento su vida un giro radical pues el mismísimo creado del juego, Hideo Tanaka, se interesa en sus habilidades y decide contrarla. ¿Por qué? ¿Para qué? Eso es algo que tendrán que descubrir leyendo Warcross.

Leer este libro me tenía súper emocionada pues no paró de escuchar cosas buenas de la autora, sin embargo debo admitir que no termine de enamorarme de su pluma y aunque si volvería a leer algo de ella ya no estoy tan ansiosa como en un principio. ¿Por qué?, se preguntarán, bueno primero hablemos de las cosas buenas del libro y luego de lo que me quitó la emoción que sentía ¿si? En primer lugar debo admitir que la ambientación general de la historia es genial, la forma en que se describen las cosas te hace sentir como si estuvieras ahí y todos los colores que puedes ver a través de la lectura son increíbles, a pesar de no tener ilustraciones es un libro extremadamente visual (aunque seguro esto es plan con maña porque la autora busca que le hagan una película que llame la atención por lo visual), la forma que tienen la autora de describir su tecnología es muy interesante pues nos queda claro pero a la vez no se sumerge mucho en descripciones técnicas que confundan o aburran al lector joven, finalmente debo decir que la historia en sí misma es interesante, a pesar de que inicia de forma lenta, va tomando fuerza poco a poco hasta meternos de lleno a una trama con mucha acción y momentos que nos tienen al borde del asiento, el final es épico y hace que quieras salir corriendo a por el segundo libro. En líneas generales es un libro interesante, divertido y rápido de leer pero también tiene sus puntos malos...

No me gustó nada la relación romántica que hay en el libro, me pareció sumamente forzada y no entiendo porque hacen esto en todas las historias con personajes masculinos y femeninos, ¿Es que no pueden un hombre y una mujer trabajar juntos sin que sean interés romántico del otro? En este caso no tenía cabida en la historia, perfectamente pudo no haber una relación romántica y el libro habría continuado como si nada. El siguiente punto que no me gusto es sencillo, la historia no tiene profundidad. ¿Cómo? ¿Y para qué quieres profundidad en un libro juvenil? Pues porque que este libro es ciencia ficción y para mí, al menos casi siempre, una historia de Ciencia ficción debe cuestionar un poco la forma de relacionarse de la sociedad, un gobierno despótico o tiránico, una duda existencial que involucre la existencia humana, etc. Pero Warcross solo nos ofrece una historia, que siendo honestos se parece muchísimo a Ready Player One y a Bluescreen, que resulta entretenida, con una buena ambientación y con mucho material genial para una película pero no ahonda más allá en ninguna cuestión de cuestionamiento, un poco al final pero una cosa de nada. En si la historia me gustó pero también me dejo indiferente, los personajes no tuvieron la mejor construcción, solo Hideo es interesante porque Emika es la típica independiente y fuerte que no sirve para nada, y en si la historia no propone ni aporta nada nuevo al género. No se que opinen ustedes pero a mi me dejo un poco decepcionada.

En resumen, Warcross es una novela entretenida de leer, ágil y con una ambientación muy interesante pero no es una novela que resulte fresca o que profundize en el mundo que plantea, considero que el público juvenil o que sea más afecto a los videojuegos podrá disfrutarlo muchísimo mejor pero a mi me dejó un poco igual.
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Me encantó. Me gustó la forma en la que se desarrolló este mundo, la forma en la que los personajes están explicados, la forma en la que Lu logra que entendamos perfectamente a que se refiere con cada situación y cada sentimiento, y además, todo lo que forma parte de la historia es sólido, es claro y comprensible. es muy difícil encontrar huecos en la trama. Y EL FINAL. El final me volvió loca. esta tan bien desarrollado que tiene ese pedacito de 'Dios mío no estaba esperando eso' y también algunas cositas me las esperaba y cuando las vi me reí muchísimo porque no me imaginaba acertar, pero creo que ESAS cosas son las que van a hacer que el resto de la historia sea increíble.
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Nos encontramos en un mundo totalmente futurista. Si no te gusta tu vida y estás cansado de la realidad , puedes hacerte con unas Neurolance (gafas o lentillas) y te puedes conectar con el mundo virtual Warcross. Se trata de un mundo de realidad aumentada. Mucha gente a decidido escapar de sus míseras vidas y vive practicamente a través de Warcross. También se hacen torneos donde la gente puede ganar mucho dinero. Nuestra protagonista se llama Emika Chen. Es una jugadora muy buena de Warcross, además de ser Hacker y Cazarrecompensas. Pero no está pasando un buen momento económico. Es más, va a ser desahuciada en un par de dias si no pone remedio a su situación. Pero el destino le tenía preparado a Emika algo mucho más grande y es elegida para participar en el Torneo de Warcross, por el mismísimo Hideo Tanaka, el creador de este mundo virtual. Hideo necesita ayuda: alguien está hackeando Warcross y necesita la ayuda de Emika para detenerle ya que muchas vidas podrían estar en juego.

Es una novela totalmente visual. Funcionaría estupendamente como película, serie o videojuego. Y engancha mucho. Es una lectura muy amena y fácil de leer. Además siempre es un placer leer novelas que tratan de mundos futuristas donde existen mundos virtuales para escapar de la realidad. Es un tema que da mucho juego y que está de moda últimamente. Los mundos virtuales están muy bien descritos y son bastante impresionantes. Todo eso me ha gustado. Pero hay cosas que por desgracia me han lastrado la lectura.

En la sinopsis hay algunas críticas que dicen que este libro es una mezcla de Los Juegos del Hambre

con el famoso videojuego World of Warcraft (Wow). Quien haya dicho eso no ha jugado al Wow en su vida. Yo soy jugadora del Wow desde hace 9 años, casi 10 y no se parece en NADA. Como mucho, Warcross podría ser parecido al League of legends (lol) pero aun así...no, lo siento pero la gente esta muy mal informada sobre los juegos online en la actualidad. El mundo creado por Marie Lu es una realidad virtual aumentada. No te metes en el juego. El juego se acopla a la realidad, lo cual es muy diferente. Por eso considero que si no has jugado a videojuegos online este libro te puede sorprender pero si eres gamer... Todo el mundo creado por la autora (o por Hideo Tanaka) es impresionante. Si. Pero no he sentido ningún momento de Epicidad. No he sentido emoción al imaginar ese mundo en la cabeza y eso es algo que me ha decepcionado mucho. En cuanto a los personajes...No he podido empatizar ni congeniar con Emika Chen, nuestra protagonista. No me ha llegado y me ha parecido un personaje bastante plano. Me han gustado más otros personajes secundarios a los que tampoco se les da ninguna importancia. Es un libro MUY previsible. Enseguida sabes lo que va a pasar. He descubierto la identidad de uno de los personajes "secretos" hacia la mitad del libro. Cero sorpresas. Por último... creo que la relación de amor sobraba en esta historia...he fangirleando pero he ODIADO el camino que ha llevado.

Con todo esto, me ha decepcionado pero tambien me ha entretenido y enganchado. Y tengo curiosidad por saber que va a pasar en la segunda y última parte. Así que espero que no se demore mucho ya que estoy intrigada.Y sobre todo, espero que me emocione, cosa que esta primera parte no ha conseguido.

En definitiva, Warcross es un inicio de bilogía muy visual y entretenido. Pero me ha decepcionado ya que no he sentido nada épico en la historia, la cual también me ha parecido muy previsible. Tampoco ayuda que el personaje de Emika sea muy plano. Aun así, me ha dejado con ganas de más y quiero darle otra oportunidad leyendo la 2º y última parte.

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Marie Lu se convirtió en una de mis autoras favoritas desde que leí Legend hace ya cinco años. Luego lo confirmó con su trilogía Los jóvenes de la élite y ahora vuelve a enamorar con una historia futurista en la que la realidad virtual y los videojuegos se imponen a la realidad.

Como ya es habitual en la autora tenemos a una protagonista femenina fuerte, que lleva “buscándose la vida” desde muy joven debido al fallecimiento de su padre, un acontecimiento que ha dejado una profunda huella en ella porque estaban muy unidos.

Su trabajo es ser camarera y caza recompensas y lo segundo le reporta más beneficios que lo primero. Sobre todo porque todo el mundo está en Warcross y ella se ha especializado en hackear el juego para conseguir información y localizar a los que se buscan por una recompensa. Aun así su nivel de vida es bastante precario porque hay mucha competencia.

De repente, y tras un hackeo desesperado que no sale demasiado bien, en vez de ir a la cárcel le ofrecen una oportunidad única para atrapar a un hacker dentro del propio Warcross y contratada nada menos que por su creador Hideo Tanaka. Es su oportunidad para conseguir salir de la miseria… pero no todo sale como ella esperaba…

Así que tenemos una historia futurística, con videojuegos, con mucha intriga y misterio, con romance y con unos personajes que son muy diferentes una vez que se quitan su personaje de Warcross de encima. Una trama absorbente que tan pronto te lleva a persecuciones virtuales como a peligros mortales reales.

Hay una buena cantidad de diversidad representada ya que el torneo anual de Warcross durante el que se desarrolla toda la acción y que tiene lugar en Japón es internacional así que tendremos jugadores de todo el mundo y de todas las tendencias posibles. Da gusto ver que lo diverso empieza a ser normal…

Todo el argumento es muy visual para sumergir al lector en la ilusión de estar dentro del juego, de poder interactuar con los personajes y sus equipos. Y, de paso, hacerles sentir la tensión de los enfrentamientos y el peligro al que se están exponiendo sin darse ni cuenta.

Los giros finales de la historia la transforman por completo dejándonos con la boca abierta por la sorpresa y el corazón encogido por el sufrimiento de nuestra Emika Chen que ve cómo todo lo que ha ido descubriendo la lleva a donde nunca esperó llegar. La autora es una profesional de estos giros de 180º

Una lectura llena de acción y con unos personajes muy logrados con los que se conecta rápidamente. Y, sobre todo, un final que te deja con la boca abierta y muchas ganas de que el siguiente libro estuviera ya en tu estantería. ¡¡Lo necesito!!!
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Como lectores de mangas y grandes aficionados a los videojuegos, la premisa de la que parte Warcross nos resultaba tremendamente atractiva por esa mezcla tan característica de videojuego en línea, aspecto futurista y ambientación japonesa. Efectivamente, cuando empecé su lectura me causó muy buena impresión, necesitaba conocer más a fondo Warcross y mi curiosidad se disparó por completo con las habilidades de su protagonista Emika. Además, las continuas referencias a libros o videojuegos que me encantan como Harry Potter, Final Fantasy, Mario Kart o Sonic me terminaron por conquistar, ya que la autora tiene gustos muy similares a los míos.

En referencia a la historia, el libro arranca con muy buen ritmo y quedé atrapada por la historia de Emika. En cambio, cuando llega a Japón y comienzan las presentaciones de los concursantes del torneo de Warcross me pareció que la trama se desinflaba un poco. de hecho, con la fase de entrenamientos me recordó un poco a Los juegos del hambre y, precisamente, esta parte no me gustó tanto como al principio porque los personajes secundarios no llegan a destacar o, en mi opinión, no son lo suficientemente carismáticos. No obstante, la recta final vuelve a despegar con fuerza gracias a la intriga que rodea la aparición de un hacker misterioso. En realidad, el misterio es simple y algo predecible, pero personalmente consiguió que volviera a entusiasmarme con la lectura.

Teniendo en cuenta que Warcross está muy vinculado al tema de los videojuegos virtuales, mi impresión en este sentido es muy positiva tanto por ambientación como por los toques futuristas y tecnológicos. Es cierto que al principio me recordó mucho al estilo de la serie Black Mirror por esa conexión masiva de usuarios en red para poder acceder a Warcross pero luego la historia toma su propio camino. No obstante, en la recta final se plantean ciertas cuestiones sociales relacionadas con el mundo virtual muy en la línea de las reflexiones que arroja dicha serie.

Como videojuego, el planteamiento de Warcross es muy interesante y, efectivamente, la construcción de ese mundo virtual, así como la del Mundo Oscuro transmiten la máxima esencia de los videojuegos en línea que están de actualidad. Un lugar donde puedes farmear libremente, comprar objetos, interactuar con otros jugadores e, incluso, disfrutar de un torneo mundial con los mejores clasificados y seleccionados. Por ello, Warcross como videojuego me ha gustado pero considero que su potencial no está lo suficientemente aprovechado y, mientras me apetecía descubrir todos los rincones de ese mundo virtual, la historia se centraba más en las escenas de entrenamiento y lucha de cara al torneo. de este tipo de libros, siempre me suelen gustar bastante las escenas de acción pero con Warcross he tenido la sensación de que son demasiado sistemáticas, monótonas y carentes de adrenalina.

En cuanto a personajes, Emika como protagonista destaca por su personalidad tan definida, valentía y sensatez. En cambio, Hideo me ha parecido un chico con muchas sombras y no he terminado de encajarlo. Además, durante la historia hay un instalove que tampoco me convenció demasiado por ser precipitado y transmitir muy poca emoción. En cuanto a secundarios, considero que la autora podría haber creado personajes más carismáticos y, aunque tengo curiosidad por conocer más profundamente a Cero, Ren y Asher, la verdad es que no son demasiado potentes.

Narrado en la voz de Emika, Warcross es un libro de lectura ágil por la combinación de sus textos descriptivos con diálogos y algunos mensajes de texto. En mi caso, es el primer título que leo de Marie Lu y, aunque su escritura es correcta, debido a la historia hay ciertos detalles relacionados con la jerga informática que no he entendido muy bien.

En definitiva, Warcross es un libro que combina a la perfección la realidad virtual con un mundo cotidiano futurista donde la conexión en red y el videojuego Warcross han hecho mella en la sociedad. Un libro de acción, tramas de intriga y virtualidad donde también tiene cabida la reflexión sociológica, humana y moral.

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A la edad de 13 años Hideo Tanaka invento unas gafas de realidad virtual que cambiaron la historia de la humanidad. Unas gafas que hacen que todo sea mucho más real al conectarse directamente con el cerebro. Estas gafas además venían acompañadas de Warcross, un juego que sólo servía de incentivo para que la gente probara las gafas pero que pronto se convirtió en el juego más popular del mundo entero, el cual consiste en una batalla donde dos equipos tienen que proteger su emblema y hacerse con el de su oponente y donde pueden usar varios poderes extras que les dan ventaja en el campo de batalla.

Warcross ahora es más que un juego, es un estilo de vida a tal grado que hay competencias a nivel mundial donde grandes y famosos jugadores del mundo entero lo dan todo para alcanzar el primer lugar. Y es justo en la final de uno de estos torneos donde Emika Chen, una chica de 18 años que tiene un pasado turbulento y un futuro bastante incierto decide usar sus habilidades de hacker y robar uno de los poderes del campo de batalla para después poder venderlo en la Dark World y así lograr que no la echen de su minúsculo departamento en Nueva York, pero las cosas no le salen para nada bien y termina expuesta en medio del campo de batalla donde para su horror, todo el mundo la descubre incluyendo Hideo quien por una extraña razón le ofrece un viaje todo pagado a Japón para que se una a él como una de las jugadoras amateur del siguiente torneo. Emika no puede creer su suerte pero al llegar a Japón descubre que Hideo la quiere contratar para que averigüe a otro hacker que está invadiendo Warcross. Un hacker que se hace llamar Zero y quien pondrá a prueba todas las habilidades de Emika.
Cada puerta cerrada tiene una llave. Cada problema tiene una solución.
Cuando pensaba que ya no podía amar más a Marie Lu después de Legend llega con este nuevo libro que me ha encantado desde su primera página al contar con varios de mis elementos favoritos.
Primero que todo nos dio una increíble protagonista. Ya saben que odio a las protagonistas tontas que quieren hacerse las fuertes y que por desgracia hay muchas de esas hoy en día, así que agradezco enormemente a la autora por darnos una protagonista con cerebro y astucia, además Emika no es la típica protagonista que está en peligro todo el tiempo necesitada de ayuda sino que más bien es ella quien presta su ayuda. Así que tenemos a una protagonista fuerte que sabe defenderse por sí misma. Puede que en algunos momentos pueda parecer fría pero es que su pasado la ha obligado a ello y creo que fue por eso mismo que me gustó pues su frialdad la hace ser la protagonista perfecta para esta historia pues no me imagino a un personaje blando salvando a todo el mundo virtual cuando hay cosas oscuras que hay que hacer para conseguirlo.

Otro punto a favor del libro es la magnífica ambientación que la autora creó y que además supo describir de tal manera que es fácil imaginar o “ver” lo mismo que nuestra protagonista. Un mundo lleno de luces y colores que atrapa al lector y que además está tan bien explicado que resulta creíble. Sólo imagen esto, la historia transcurre en Tokio (cosa que me emocionó muchísimo) que de por sí ya es un sitio llamativo pero que con las mejoras de Marie Lu se vuelve mucho, mucho mejor.

Además de eso contamos con una historia bien pensada que a pesar de sus más de 500 páginas no resulta para nada pesada ya que va in crescendo en todo momento y la pluma de la autora engancha tanto que leer un solo capitulo no es aplicable (mis ojeras pueden avalar eso xD).

Respecto a los personajes no solo tenemos a Emika pues hay una variedad de personajes secundarios que engrandecen la historia como los miembros del equipo Los Jinetes de Fénix, el equipo al que Emika pertenece quienes tienen un papel importante dentro de la historia y desde luego está Hideo Tanaka quien es (como no) mi personaje favorito. de verdad que disfruté mucho ir conociendo este personaje que al principio se nos presentó como alguien un poco arrogante y frio pero que al ir conociendo su historia va cambiando un poco y sip, sólo un poco pues aún hay muchas interrogantes alrededor de él.
Por desgracia aquí tengo que mencionarles lo único que me chocó del libro pues si bien Emika y Hideo me gustaron por separado, a la hora de unirse me cayeron gordos pues tienen uno de esos romances instantáneos que tanto detesto. Creo que está vez Marie Lu no supo manejar bien su romance pues aunque entiendo que era necesario para la historia para que Hideo se abriera, fue tan rápido que fue poco creíble. O sea, tenemos a este chico frío que no permite que nadie se le acerque y a los dos días de conocer a Emika ya estaba todo enamorado… ¿de verdad?

Fuera de ese detalle no tengo más que criticar. Simplemente decirles que es una historia increíble, adictiva y con un final que jamás vi venir. Un final que te hace replantearte toda la historia y que te deja con unas ganas locas de tener el segundo libro en tus manos YA.

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