El reino del revés

La historia que nunca has oído transcurre en un sueño de niebla y estrellas, con príncipes de las hadas y reinas de la noche. Se trata del Reino del Revés, y de la niña que lo encontró.
Yo soy la hermana, la otra Mozart. Y su historia es la mía.

-Es una batalla muy larga, pero aun así debes librarla. Habla por quienes tienen menos suerte que tú, que necesitarán tu ayuda. Habla por aquellos que vendrán a ti en busca de consejos. Mantente fiel a ti misma, hija.

Era el secreto original que compartíamos, la capacidad de oír un mundo que otros no podían oír.

La música es música. No importa demasiado de dónde viene.

Eso es lo que les sucede a los niños cuando se los olvida, Woferl. Se quedan atrapados para siempre, y no son más que un recuerdo perdido.

Ese era mi valor. Sin él no era más que una simple niña. Con él, sería lo que Jacinto me había prometido.
Inmortal.

Él te dice que toques, y tú tocas. Te dice que saludes con una reverencia, y obedeces. Te ordena lo que debes hacer y lo que no, y tú lo aceptas. Te pide que no te enfades, y tú sonríes, bajas la mirada, te callas y haces exactamente lo que él quiere con la esperanza de complacerlo, hasta que una noche te das cuenta de que le has entregado tanto de ti misma que ya no eres nada más que la reverencia, la sonrisa y el silencio. Que no eres nada.

Se me encogió el corazón de miedo y confusión.
Componer era cosa de hombres. Todo el mundo lo sabía.(…) Era el mundo que Woferl ya estaba descubriendo. Yo nunca había cuestionado esa regla antes de oír el reino en mis sueños o la voz perfecta del príncipe. No me correspondía componer, y mi padre nunca había sugerido lo contrario.

La historia que conoces es sobre un niño llamado Wolfgang Amadus Mozart.
Reconoces su nombre. Y aunque no sea así, a él lo conoces bien, porque has oído su música durante toda tu vida.