El reino del revés de Marie Lu
Él te dice que toques, y tú tocas. Te dice que saludes con una reverencia, y obedeces. Te ordena lo que debes hacer y lo que no, y tú lo aceptas. Te pide que no te enfades, y tú sonríes, bajas la mirada, te callas y haces exactamente lo que él quiere con la esperanza de complacerlo, hasta que una noche te das cuenta de que le has entregado tanto de ti misma que ya no eres nada más que la reverencia, la sonrisa y el silencio. Que no eres nada.
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