La gente, en su mayoría, huye de sus penas hacia el futuro. Se imaginan, en el correr del tiempo, una línea más allá de la cual sus penas actuales dejarán de existir.
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La gente, en su mayoría, huye de sus penas hacia el futuro. Se imaginan, en el correr del tiempo, una línea más allá de la cual sus penas actuales dejarán de existir.
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Así es el momento en que nace el amor: la mujer no puede resistirse a la voz que llama a su alma asustada; el hombre no puede resistirse a la mujer cuya alma es sensible a su voz.
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No entendía por qué los muertos querían tener encima estas imitaciones de palacios. Aquel cementerio era la soberbia convertida en piedra. En lugar de haberse vuelto más razonables después de muertos, los habitantes del cementerio eran aún más necios que cuando vivían. Exhibían su importancia en esos monumentos. Los que descansaban ahí no eran padres, hermanos, hijos o abuelitas, sino dignatarios y hombres públicos, portadores de títulos, distinciones y honores; hasta los empleados de correos exponían aquí a la admiración pública su posición, su importancia social.
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¿Que el amor es un combate? No tengo el menor deseo de combatir.
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La belleza es un mundo traicionado. Sólo podemos encontrarla cuando sus perseguidores la han dejado olvidada por error en algún sitio (...). Si queremos encontrarla, tenemos que rasgar el lienzo del decorado.
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Antes de que la belleza desaparezca por completo del mundo, existirá durante algún tiempo como error.
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Pero cuanto mayor se vuelve un hombre en su oscuridad interior, más disminuye en su apariencia externa. Un hombre con los ojos cerrados es una ruina de hombre.
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El ruido disfrazado de música le persigue desde su infancia.
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no hay más que un paso de lo ridículo a lo excitante.
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"Maestro", le dice, "¡mire al cielo! ¡Hoy vuela sobre nuestra ciudad el primer avión!. "Me lo puedo imaginar", dijo el maestro a su secretario y no levantó los ojos del suelo.
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Son considerados los padres de la filosofía occidental: