El gran cuaderno

La primera persona que me habló con entusiasmo de Claus y Lucas fue Ana desde su bonita cuenta de instagram @naita29 🤗, un par de años después tomó el relevo la gran Silvia @loslibrosdesilvia 🙌 a la que la trilogía dejó huella y, hace unos días, mi amiga Paty 🥰 nada más terminarla me la recomendó con ganas. ¡Muchísimas gracias a las tres!

El gran cuaderno es la primera novela de Claus y Lucas. Una novela dura con capítulos muy cortos, un par de páginas cada uno, narrados en primera persona del plural por estos dos gemelos que no te dejarán indiferente por su aprendizaje continuo, por su inteligencia especial y por su capacidad para sobrevivir en tiempos de guerra.

🥊💥 Una guerra, que da contexto a toda la historia, en la que la autora no menciona países, ni localidades, ni vencedores ni vencidos.

🥊💥 Una narración realista que sobrecoge. Los gemelos buscan la objetividad de la crudeza que los rodea sin valorar personas o hechos. “Debemos escribir lo que es, lo que vemos, lo que oímos, lo que hacemos. Por ejemplo, está prohibido escribir: «la abuela se parece a una bruja». Pero sí está permitido escribir: «la gente llama a la abuela “La Bruja”».

Yo sí valoraré la novela con cinco estrellas y una comparación subjetiva:

🥊💥 Una novela que impacta como un obús en el centro de nuestro pecho arrasando con todo.

Este es el primer libro de una trilogía de la autora de nacionalidad húngara que estuvo exiliada en Suiza y escribió en francés. Murió en 2011.

Es la historia de dos niños gemelos que durante una guerra son dejados por su madre en la casa de "la Bruja", su abuela, con la esperanza de que sobrevivan en el campo porque en la ciudad hay bombardeos todos los días; y hambre.

Los gemelos son demasiado inteligentes para su edad y hacen un montón de cosas para subsistir. El relato está escrito en primera persona del plural, porque son ellos mismos quienes cuentan sus vivencias en el gran cuaderno que da título a esta novela. 

Como ellos mismos explican, tratan de no mezclar sentimientos con los hechos, es decir que relatan sus anécdotas lo más objetivamente posible. 

Hay mucha miseria económica y humana, y hay varias escenas sexuales perversas y violentas, es como si todo lo peor de la humanidad quedara a la vista en un contexto bélico. 

Ellos no juzgan nada de lo que les pasa o ven, sólo relatan los hechos y queda a disposición del lector hacer o no un juicio moral.

Como dicen muchos personajes, los gemelos son muy extraños; yo diría, monstruosos, inverosímiles. 

Ellos mismos se van imponiendo ejercicios espartanos para aprender a resistir a todo tipo de dificultad que se les pudiera presentar: dolor, frío, hambre, humillaciones, etc.

Hay una especie de humor ácido con el que no llego a sintonizar. Pero eso es personal. Los personajes secundarios me recuerdan a los personajes grotescos del teatro de Molière, por ejemplo. Incluso hay teatro dentro de la novela.

El libro se lee rápido, es ágil, pero incómoda. Tiene mucha violencia y crueldad de todo tipo. 

El final es totalmente inesperado. Es lo que me dió ganas de seguir leyendo el segundo tomo de la trilogía. Pero antes, un descanso.

En shock. Así estuve mientras leía este libro y así me quedé hasta unos días después de terminarlo. Desde que lei 'La analfabeta' de Agota Kristof, que me pareció un librazo, tenía muchas ganas de leer algo más de esta autora. Me habían recomendado mucho 'El gran cuaderno' y tengo debilidad por las historias contadas por niños así que a por él fui. Y madre mía. Es que no sé ni por dónde empezar.

El estilo de Agota es inconfundible, frases cortas y directas pero que dicen mucho, sin mostrar apenas sentimientos, simplemente te cuentan lo que pasa, de forma objetiva, para que cada uno interprete y juzgue por sí mismo. En ese sentido para mí es de diez. Pero es que la historia es muy, muy dura. Y tal vez por esa forma de escribir tan suya se hace más cruda aún. El nudo en el estómago te acompaña de principio a fin porque además todo es muy real. He leído muchos libros relacionados con la guerra y todo lo que sufre la gente pero como este ninguno.

Podría decir mil cosas más pero creo que con esto os podéis hacer una idea, no soy experta en literatura ni en hacer reseñas, solo me sale contar lo que siento, y lo único que puedo decir es que este libro me ha impactado muchísimo. No sé si volvería a leerlo otra vez, lo que sí sé es que hay que leer a esta autora porque es impresionante.

Dogma. Sequedad extrema. Incomodidad.
No es una broma. El libro que van escribiendo los gemelos, contra viento, espanto y peste, es el que vamos leyendo: directamente de El gran cuaderno en el que van redactando sus vidas para hacerla más llevadera, refugiados de la guerra en casa de su abuela cruel, para contarla.

Hay libros que entretienen, que te conmueven, que te hacen sentir mejor, o reafirmar tu fe en el género humano. Otros parecen decirte Mira qué bien estás tú, cabrito, con tu solomillo y tu Earl Grey y tu champú de aguacate. Yo No voy a seguir leyendo los libros de Claus y Lucas: no tengo interés, a través de tanto dolor y desazón, en saber qué le depara el destino a estos supervivientes, a estos arribistas, a estos intrigantes.

Me parece encomiable, digno de respeto y mérito esta ejemplificación de cómo salimos adelante con las heridas de la guerra (a lo Matrimonio de María Braun, pero en esqueleto) mas no, no es para mí. Adiós, gemelitos.

Primera novela de la trilogía de Claus y Lucas. ¡Y vaya novela! Los gemelos llegarán con su madre al campo. Esta, huyendo de la guerra de la gran ciudad, dejará a los niños con su peculiar abuela.

Creo que no había leído nada igual, y ya van muchos años leyendo. El caso es que no tengo muy claro si los niños eran adorables, aterradores o una mezcla de ambas cosas, pero lo que tengo claro es que me encantaron. al igual que su abuela, un personaje horrible, muy digno de los malignos personajes adultos de las novelas de Roald Dahl. El resto de personajes, aun saliendo poco, también contribuyen perfectamente a crear esa ambietación peligrosa y perversa durante la guerra. Las cosas que se hacen, el sálvase quien pueda, la hambruna, la muerte... Todo se refleja perfectamente en esta primera parte de la historia.

Es una historia dura, cruda y compleja, y, por supuesto, no apta para todos los estómagos. Aún así, es absolutamente increíble. Te transporta totalmente a ese campo, a esa vida en constante peligro de una manera asombrosa. Hasta te hace empatizar con los dos niños, que son de todo, menos angelitos.

Segunda novela que lea de Ágota, y tengo claro que el estilo sencillo y directo que tiene a la hora de narrar es su gran ventaja. Y mezcla ese don con historias realistas y crudas que te llegan. Me encanta que no use muchas florituras para recargar las historias. Mensajes rápidos y directos, capítulos cortos, historias profundas, pero breves. En definitiva, un autora para descubrir y un libro para releer. En uno días me pongo con la segunda parte.

No se que decir de esta historia. Me ha descolocado por completo. Fuerte, adictiva, dura, cruda, extraña, inocente, cruel... Y así podría seguir con mis adjetivos.
La autora escribe las frases como si fueran disparos al pecho, te van azotando ráfagas de palabras que te dejan con la boca abierta. Y el final ha sido brutal. Veremos que nos depara la segunda parte.

Es un libro escrito con un lenguaje sencillo, aunque a lo largo de la trilogía se nota la evolución de las expresiones y frases.
Con sus capítulos cortos y su gran trama, este libro nos atrapa desde el primer capítulo.
Se trata de dos hermanos gemelos idénticos, Claus y Lucas, que se quedan en casa de su abuela a causa de la guerra. Se nos va contando sus ejercicios y su peculiar forma de ver la vida, con un inesperado final al final de la trilogía.