La sangre manda

Los muertos no alargaban el brazo para agarrarte más que en las películas de terror, los muertos no eran nada.

Pero cuando miraba la pantalla todas las palabras se le antojaban inapropiadas. Detrás de cada una parecía haber otra mejor oculta, no a la vista.

A menudo la creatividad parecía discurrir por su propio circuito limpio, a pesar de las enfermedades

A menudo se acordaba de una anécdota -probablemente apócrifa- que había leído sobre James Joyce. Un amigo de este entró en casa del famoso escritor y lo encontró sentado a su mesa con la cabeza entre los brazos, la viva imagen de la desesperacion. Cuando el amigo preguntó a Joyce qué le pasaba, este respondió que sólo había conseguido escribir siete palabras en toda la mañana. "Ah, pero eso para tí esta bien, James", dijo el amigo. A lo que Joyce contestó "Puede ser, pero ¡no se en que orden han de ir!

El acto de escribir narrativa o poesía se ha comparado con el hecho de soñar, pero creo que eso no es del todo preciso. Creo que se acerca más a la hipnosis. Cuanto mas se ritualizan los preparativos , mas facil resulta entrar en ese estado.

Van a ver a sus parientes, como tu-dice Jerome-Los parientes son lo único que Amazon no puede entregar.

La sangre vende, dicen en el mundillo de la prensa. La sangre manda.

El amor es un don; el amor es también una cadena con un grillete en cada extremo.

El amor seguía existiendo, fue la simpatía lo que terminó. Y el amor sin simpatía, es como una cadena con dos grilletes

Es un sueño...en ninguna versión de la realidad un hombre se deja engañar por las sutilezas jurídicas de una rata