"Cuando encajamos por primera vez, sencillamente entendí que éramos dos estrellas perdidas en un firmamento inmenso que se habían encontrado por casualidad."
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"Cuando encajamos por primera vez, sencillamente entendí que éramos dos estrellas perdidas en un firmamento inmenso que se habían encontrado por casualidad."
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-¿Que estas haciendo?¿Te has vuelto loco?¿La pared es nueva? -Por eso. Es nuestra pared. Nuestra, Valentina. Podemos hacer con ella lo que queramos. Y eso de las estrellas me a dado una idea. Deberíamos recordar cada momento. -Existen los álbumes de fotografía. -Pero esto sera solo para nosotros. Un punto por cada instante importante.Una estrella, una marca que solo tu y yo sepamos descifrar. Sera el álbum de nuestras vidas. |
En ocasiones, estamos tan centrados en el día a día, avanzando, que somos incapaces de tomar aire, frenar e intentar descubrir qué está ocurriendo.
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Es curioso lo mucho que cambian las personas a lo largo de la vida.
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—Los recuerdos malos también somos nosotros.
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Con el paso del tiempo, he comprendido que no somos conscientes del atractivo de la juventud, tan solo nos damos cuenta muchos años más tarde cuando, al mirar fotografías antiguas, descubres la belleza que encierra ese rostro que, entonces, veías tan imperfecto delante del espejo.
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No es sencillo que dos personas caminen siempre al mismo ritmo. Una aprende que debe mirar atrás para asegurarse de no abandonar a la persona amada
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Porque hay amores que no se pueden comprar, de esos en los que no importa la sangre ni lo que las normas sociales te dicten.
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Aspirábamos a más. Ya no solo deseábamos tener alas, sino que queríamos echar a volar sin paracaídas y sin esperar a que nadie nos diese permiso para hacerlo.
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Nos pasamo la vida planificando días especiales, el de los cumpleaños, el de Nochevieja y tantos otros que a menudo permanecen menos tiempo en la memoria que los más sencillos, los cotidianos, esos que son yan difíciles de prever que uno nunca sale de casa con la camara de fotografías colgada del cuello para poder capturarlos. Permanecen solo en nuestra memoria y, cuando llegamos al final del camino, sencillamente se convierten en polvo, en nada.
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El retrato de Dorian Gray