Cuando encajamos por primera vez, sencillamente entendi que eramos dos estrellas perdidas en un firmamento inmenso que se habian encontrado por casualidad
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Cuando encajamos por primera vez, sencillamente entendi que eramos dos estrellas perdidas en un firmamento inmenso que se habian encontrado por casualidad
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-Valentina... ¿como no iba a enamorarme de ti? -¿Por que? -Porque tenias el mundo a tus pies, pero aun no lo sabias. Y queria estar a tu lado cuando empezases a descubrirlo. |
Cuando tenía diecisiete años, veía “viejos” a los de treinta. Cuando cumplí treinta, en cambio, seguía sintiéndome como una niña y los que parecían más “viejos” eran los de cincuenta. Al alcanzar esa cifra, no imaginaba cómo pude pensar aquello alguna vez. ¡Si éramos dos chiquillos todavía!
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(…) No había ninguna bola mágica en la que pudiese ver el futuro, si me estaba equivocando contigo o si valía la pena dar un paso al frente y dejar atrás los barrotes tras los que veía pasar mi vida, una en la que apenas tomaba esas elecciones de las que a ti tanto te gustaba hablar (…)
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El retrato de Dorian Gray