Cada vez que acabo una novela de Vi Keeland termino con una sonrisa en la cara. Sus novelas son adictivas, con una narración ágil, fresca y llena de diálogos chispeantes. Es una delicia leerla. Personajes con carisma, con un pasado turbulento y con flecos por resolver, amor, sensualidad, un tira y afloja genial y algo de música son los ingredientes perfectos para devorar este libro en un abrir y cerrar de ojos. No me canso de recomendar a la autora, sus historias siempre esconden tramas algo más profundas y nunca opta por quedarse en la superficialidad de una relación sexual sin más. Cuando necesitéis un libro que os saque de algún parón lector, que os atrape y os haga olvidar el mundo real, aunque sea solo por unas horas, Vi Keeland es, sin duda, la autora que estáis buscando. |