Empecé a leerlo con cierta información previa en la cabeza y no era desacertada, aunque a mí el cuento no terminó fascinándome como creí que lo haría. Es un 2.5. A grandes rasgos, el argumento está centrado en un evento que ocurre en un pueblo pequeño, en donde los habitantes se reúnen y participan. No me extenderé mucho más. Es muy intrigante y genera que el lector desee el comienzo de los acontecimientos, quizás porque ya imagina lo que está por venir. A pesar de que lo leí rapidísimo, no me gustó la forma descriptiva y vacía en la que está escrito. No hay ninguna profundización en los personajes, ni siquiera en los puntos cruciales. No he leído otras cosas de Shirley Jackson, así que no sé si siempre escribe así o este sólo fue un caso. Es un cuento que deja muchos temas para pensar, eso es indiscutible, pero si no coincide con un uso de las palabras medianamente atractivo no le puedo regalar más estrellas. Se lo recomiendo a los amantes del suspenso. Nota de mi yo del 2018: leí Siempre hemos vivido en el castillo, de la misma autora, y es genial. + Leer más |