Klara y el Sol

Por lo que recuerdo de toda mi trayectoria como lectora hasta hoy, “Klara y el Sol” ha sido mi primera experiencia con una novela distópica. Un libro que llevaba más de un año en mi estantería y que me permitió conocer la existencia de este autor, puesto que su portada y premisa me llamaron muchísimo la atención.

Las opiniones que saqué fueron estas: una historia con un potente enganche en sus primeras hojas, un robot de lo más peculiar como protagonista, un mundo interesante de conocer y reflexiones profundas muy llamativas. A partir de ahí, todo va cuesta abajo, pierde fuerza, interés, e incluso se hace algo pesado llegar al final. La intención está trabajada y la idea tiene un toque tierno que supongo es lo que llama la atención, pero le falta consistente de cara a la mitad.

En conclusión, una historia que promete mucho pero no consigue mantenerse. Sin embargo, sí me ha gustado la prosa de Ishiguro, por lo que seguiré leyéndole.

Klara y el Sol es una novela de ciencia-ficción, pero esto solo aportar un contexto a la obra para que Ishiguro lance la pregunta tantas veces repetida en el género: ¿puede una inteligencia artificial desarrollar sentimientos? Sin embargo, esta idea empieza a expandirse en la novela hasta abarcar diversas cuestiones filosóficas. ¿Qué es realmente ser humano? ¿Tenemos algo que nos hace únicos e inimitables? ¿Algo así como un alma?

Klara es una AA, una amiga artificial, que utiliza la energía solar para cargarse y ha sido fabricada para el cuidado de niños. Klara espera en el escaparate de su tienda mientras observa el comportamiento de los humanos que pasan por delante y aprende de sus reacciones. Su destino cambia cuando Josie, una niña de 14 años, convence a su madre para comprar a Klara y llevarla a vivir con ellas.

Uno de los aspectos más llamativos de este libro es lo especial de su narradora. Una IA en blanco, una tabula rasa que todo lo observa e interioriza, que se pregunta el por qué de las acciones humanas. Desde esa inocencia y curiosidad, intentamos, como lectores, junto a Klara, entender las emociones de las personas, sus motivaciones, por qué actúan cómo lo hacen... En definitiva, intentamos encontrarle el sentido a la naturaleza del ser humano.

Otros temas sobre los que también se reflexiona en el libro son el paso del tiempo y la evolución, pero también la pérdida, las diferentes formas de afrontar el dolor y la búsqueda de la felicidad.

Si vais buscando una lectura de ciencia-ficción clásica, de robots que intentan conquistar el planeta, no lo vais a encontrar en Klara y el Sol. Si lo que os apetece es un libro que os haga pensar, que os muestre la vida desde otra perspectiva, entonces sí, sin duda este es el indicado 😊.

Kazuo Ishiguro era un autor que tenía pendiente desde que en 2010 quedé impresionado por los acontecimientos que se iban desarrollando en la película 'Nunca me abandones', de Mark Romanek. Me impactó la manera en la que una historia aparentemente simple evolucionaba hacia un estudio sobre la identidad y la humanidad. Han tenido que pasar años, en los que el escritor incluso ha sido premiado con el Nobel de Literatura, para que finalmente me decida a iniciarme con una de sus obras, aunque la elegida fuese su última novedad, 'Klara y el sol'.

La historia narra la visión del mundo que tiene Klara, una amiga artificial que está diseñada para el cuidado de niños. Parece diferente al resto de modelos, pues tiene una actitud más curiosa del entorno que la rodea, y eso le permite plantearse cuestiones morales e incluso filosóficas a lo largo de la novela.

Muchos temas recorren sus páginas, algunos desarrollados con más destreza que otros. La soledad tiene un papel particular, en una era en la que las nuevas tecnologías parecen distanciar las interacciones humanas. Curioso es, además, que este debate aparezca en plena pandemia en la que las relaciones sociales se han reducido drásticamente. La espera vital también parece impactar en cada uno de los personajes. Todos esperan: un futuro, una consecuencia, una reconciliación, un reencuentro. Hay más futuro que presente en la vida de cada uno de ellos, pese a que no se puede vivir de situaciones que aún no han ocurrido. Una última idea que mueve los hilos de la narración es la consecuencia medioambiental de nuestros actos. Estamos cegados frente al cambio climático y el daño que genera en los recursos naturales, pero somos incapaces de desviar el rumbo de los acontecimientos.

Todo esto confluye en un eje central que parece ser la especialidad del autor: los límites morales de la condición humana. ¿Qué supone la inteligencia artificial? ¿Qué nos hace humanos? ¿A qué o a quién deberíamos aplicar el concepto de obsolescencia? Estas preguntas, que pueden haberse reciclado de otras de sus novelas, guiarán los actos y las motivaciones de cada personaje, pero el resultado no es tan sólido como debería.

Algunos temas pasan de largo tan rápido como han aparecido, a consecuencia de un narrador poco fiable que aprende y tiene las mismas pistas que el lector. Finalmente Ishiguro muestra las cartas, demasiadas, y el espectador saca sus propias conclusiones, aunque sabe que no le han enseñado una escala real de color. Aun así, deja un buen sabor de boca, la técnica narrativa es impecable y el resultado, pese a tener momentos algo romantizados, ofrece un debate espeluznante sobre nuestro futuro.

Lectura conjunta club de lectura "The Book Pill"

Iba totalmente a ciegas con el libro, ni siquiera había leído la sinopsis pero me apunté a la LC.

Me ha sorprendido gratamente. Jamás había leído nada así.

El libro nos cuenta la historia de Klara, una AA (androide) cuyo cometido es cuidar a los niños. La historia comieza realmente cuando klara es comprada por Josie y su madre.

La historia, al estar contada desde el punto de vista de Klara, es espectacular. El desconocimiento que tiene sobre el medio, los sentimientos y actitudes de los personajes e incluso sobre ella misma hace que la historia sea muy novedosa y todo se vea con el optimismo de quién conoce su mundo por primera vez.

Josie está enferma y Klara hace todo lo que está en su mano por ayudarla. La veneración que le tiene al Sol es sorprendente, como si fuera su dios.

Los demás personajes de la historia hacen que se muestren las "imperfecciones" del ser humano, dado que el comportamiento de Klara es el politicamete correcto en cada momento, llegandonos a plantear ¿Qué es lo que realmente nos hace humanos?

Voy a seguir leyendo todo lo que ha escrito el autor, SÍ.

Klara y el Sol es una distopía triste narrada en primera persona por Klara. Ella es una AA (amiga artificial) que espera a "su niño" en una tienda especializada. Los AA son robots que aprenden con la única misión de ofrecer un servicio de cuidado y acompañamiento lo más óptimo posible a niños y adolescentes, pero Klara es diferente, ya que va más allá: observa más, se implica más, se cuestiona más...podríamos decir que incluso parece tener unos sentimientos que en teoría estarían lejos de ser sentidos por los robots.

La otra protagonista de la novela es Josie, una adolescente peculiar y enferma que compra a Klara y la convierte en su compañera y amiga. A lo largo de las páginas iremos conociendo a ambas y se irán desvelando datos necesarios para comprender la historia en su totalidad.

El argumento de la novela está bien. Plantea algunos interrogantes dignos de reflexión como qué es realmente ser humano, la existencia de una parte espiritual independiente de la física, la importancia del amor, la solidaridad, la empatía, etc. pero la manera de contarla no me ha convencido. Los personajes, a excepción de Klara, me parecen muy planos. Creo que tiene muchísima paja innecesaria que no lleva a ninguna parte. A pesar de tener algunas partes que crean algo de interés (por ejemplo, la cuarta parte la leí del tirón y súper rápido) en su mayoría es bastante lenta y hasta aburrida. He sentido que la mayor parte del tiempo está dando vueltas sobre lo mismo sin acabar de "arrancar"...

Quizá esperaba más porque 'Lo que queda del día, (del mismo autor) me gustó mucho, o a lo mejor pensé que encontraría algo más elaborado por tener Ishiguro un Nobel de literatura en su poder, pero sea como sea no es una lectura que se vaya a quedar en mi cabeza mucho tiempo.

Siento que al leer “Klara y el Sol" pude sumergirme en un viaje emocional donde Klara se convierte en un símbolo de esperanza y sacrificio, tratando desesperadamente de encontrar una cura para Josie.
Lo que más impacta de esta historia es la forma en que Ishiguro explora temas universales como la fe, la conexión humana y el papel de la tecnología en nuestras vidas. A través de la relación entre Klara y Josie, el autor nos hace reflexionar sobre nuestras propias creencias y comportamientos. La búsqueda de una cura por parte de Klara nos recuerda el desesperado anhelo humano de buscar soluciones fuera de nosotros mismos, ya sea en la ciencia, la religión o la tecnología.
Sin embargo, lo más intrigante es cómo Ishiguro nos confronta con la realidad de que una vez que conseguimos lo que tanto anhelamos, a menudo olvidamos el sacrificio y el esfuerzo de quienes nos ayudaron en el camino. Esta idea resuena especialmente en un mundo donde la inteligencia artificial y la tecnología están cada vez más presentes en nuestras vidas, planteando preguntas éticas y morales sobre el uso y el impacto de estas innovaciones.
En resumen, "Klara y el Sol" es una obra magistral que no solo entretiene, sino que también desafía nuestras percepciones y nos invita a reflexionar sobre el verdadero significado de la humanidad y el poder de la inteligencia artificial en nuestra sociedad moderna. Ishiguro una vez más demuestra su maestría en la narrativa, entregando una historia conmovedora y provocativa que dejará una marca indeleble en el corazón del lector.

3.5⭐️

"Klara y el Sol" es un libro que tiene lugar en un futuro no muy lejano. Nos cuenta la historia de Klara, una AA (Amiga Artificial) que nos narra su "vida" desde su propio punto de vista.

La historia empieza con Klara expuesta en el escaparate de la tienda en la que está en venta. Klara nos cuenta su día a día en la tienda, viendo pasar a la gente de la calle, absorbiendo energía solar con la que funciona, aprendiendo sobre relaciones humanas a través del cristal. Todo es bastante ameno, pero muy curioso pues está escrito desde su punto de vista. Es como un niño pequeño que va aprendiendo sobre la marcha.

Un día alguien compra a Klara, la madre de Josie la compra para que acompañe a su hija. Pues Klara está especializada en el cuidado de niños y adolescentes.
Y desde ahí es un viaje de evolución y aprendizaje por parte de Klara. ¿Qué puede aprender de los humanos? ¿Por qué se comportan como se comportan? ¿Qué propósito tienen sus actos? ¿Qué determina la fe?

Este libro es un cúmulo de preguntas por parte de Klara, que va desenterrando poco a poco para darle sentido a su parecer.

El principio del libro es bastante lento, ya que es solamente Klara y sus pensamientos. Luego se vuelve más dinámico aunque no puedo decir que sea dinámica la lectura. Es como ver una historia a través de los ojos de un niño que no comprende. Ella nos cuenta tal cual lo que observa.

Me parece que está bien narrado, aunque a veces se vuelva lento y repetitivo. Muy interesante que Klara hable de si misma y sus sentimientos como si estos fueran reales, al fin y al cabo es un robot.

Ha estado bien, pero esperaba algo distinto.

Primera novela que leo de Kazuo Ishiguro y me queda claro que en algún momento volveré a leer a este autor.
El libro está narrado desde el punto de vista de Klara, una AA (Amiga Artificial) creada para ayudar a los niños en su crecimiento. Creo que justamente ese es uno de los puntos fuertes de este libro, el modo en el que Klara describe lo que la rodea, al principio la tienda donde está antes de ser adquirida y el mundo que ve desde el escaparate en el que está expuesta, hasta, posteriormente, cada uno de las personas que conoce y lo que la rodea tras conocer a Josie (La niña que la adquiere).
No puedo dejar de comentar sobre todas los temas que se plantean en este libro: La amistad, el amor, la familia, la esperanza, la pérdida, los sentimientos y la tecnología.
Estamos realmente, en ciertos aspectos, lejos o cerca de vivir en una distopia, que cada vez pueda tener más puntos en común con la que plantea el libro.
Lectura recomendada y necesaria.

Muy interesante. Plantea la vida y las experiencias bajo el punto de vista del androide. Parece una persona, no obstante Ishiguro le da de vez en cuando unos matices en lo que se aprecia claramente que lo es. Es de los libros que te lees en tres o cuatro dias.

Estamos ante una historia bastante original, diferente a las últimas lecturas que han caído en mis manos. Me gusta este tipo de ciencia ficción, en la que dentro de una historia común, se introduce algún elemento futurista, como en este caso, el uso de androides capaces de aprender y razonar por sí mismos.
La primera parte de la obra es la que más me ha gustado y es donde conocemos a Klara, una especie de robot. El autor nos ubicada en la tienda donde los venden, donde hay diferentes tipos y versiones de androides, todos ellos con la esperanza de que los elijan y los adopten como amigos artificiales. Son utilizados en los hogares para acompañar a los niños y ayudarles en la educación.
Se describen varios momentos curiosos de cómo van rotando los robots en el escaparate para mostrarse al público. Klara aprende sobre el mundo exterior. Con una vida bastante humana ven cómo se acerca alguien a la tienda y observan con la esperanza de que los elijan a ellos.
La novela está contada desde el punto de vista de Klara, y como si de un niño se tratara, vive situaciones bastantes inocentes e ingenuas, aprendiendo de la vida misma. Este androide tiene una gran capacidad de observación, a veces incluso más alla de los propios humanos. Su principal fuente de energía es el Sol, dependiendo de él para recargarse, similar al uso de placas solares.
Tras un largo tiempo en la tienda, tiene la suerte de ser adoptada por Josie, una niña con una grave enfermedad que le promete un hogar con mucha luz solar.
Una historia amena de un autor que fue Premio Nobel de Literatura en 2017, con personajes a los que les coges cariño, robots capaces de sentir y pensar incluso mejor que muchas personas, además de abordar temas interesantes más allá de la historia en sí, como la educación de los niños, la desigualdad de clase diferenciada por la genérica de los niños o críticas sobre la contaminación y el cambio climático. Ojalá muchas personas como Klara.
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