Nada importa morir, pero no vivir es horrible.
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Nada importa morir, pero no vivir es horrible.
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Las imitaciones del pasado adoptan nombres fingidos y de buen grado toman el nombre de porvenir. Ese fantasma, el pasado, tiene tendencia a usar un pasaporte falso. Caigamos en la cuenta de la trampa. Desconfiemos. El pasado tiene un rostro: la superstición, y una máscara: la hipocresía. Denunciemos el rostro y arranquemos la máscara.
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Para recibirlo a uno bien, sólo piden que tengas irreprochable una cosa. ¿La conciencia? No, las botas
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Todas las conquistas sublimes, son en mayor o menor grado, premios a la osadía
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También los sepultureros se mueren. De tanto cavar las fosas de los demás, van abriendo la suya
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El libro que el lector tiene ante los ojos en este momento es, de cabo a rabo, en conjunto y en sus detalles, fueren cuales fueren sus intermitencias, sus excepciones o sus desfallecimientos, el camino del mal hacia el bien, de lo injusto hacia lo justo, de lo falso hacia lo cierto, de la noche hacia el día, del apetito hacia la conciencia, de la podredumbre hacia la vida, de la bestialidad hacia el deber, del infierno hacia el cielo, de la nada hacia Dios. Punto de partida: la materia; punto de llegada: el alma. Al principio, la hidra; el ángel, al final
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Si la balanza debe inclinarse que sea al lado del pueblo. Hace más tiempo que sufre.
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Nuestro oro es estiércol, pero en cambio nuestro estiércol es oro.
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Lo que acababa de ver no era la mirada ingenua y sencilla de una niña, era un abismo misterioso que se había entreabierto, y que luego se había cerrado bruscamente.
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No ser escuchado no es razón para guardar silencio
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¿Cuál de los siguientes libros fue escrito por Gustave Flaubert?