Los diarios de Tony Lynx: El libro del poder

Desde que vi este libro por primera vez me llamó la atención su bonita portada y lo llamativo que era la descripción que se hacía del mismo. Cuando abres el libro cada página es una aventura que termina con una pregunta que el lector ha de contestar, acompañado todo ello de múltiples ilustraciones que dan color y amenizan cada aventura. Me ha parecido una alternativa muy original para los niñ@s que están muy acostumbrad@s a usar productos tecnológicos y es difícil que se adentren en un libro físico si no les llama la atención. Y este libro tiene todos los componentes para despertar este interés en ell@s: color, letras, imaginación... Y, hablo con conocimiento de causa porque este libro ya no lo tengo en mis manos sino está en poder de un niño al que quiero mucho y ha sido la mejor de prueba de lo que aquí digo. Una vez en sus manos le gustó y que le dedicó tiempo a abrir sus páginas y a sonreír al ver en qué consistía, cosa difícil al tener que competir con el mundo electrónico. Como regalo me parece un acierto para nuestros niñ@s, y, aunque resulte paradójico, muy original para estos tiempos en que un libro físico sobresale entre tanto regalo tecnológico.

Me encantan los enigmas y las adivinanzas, así que cuando tuve la oportunidad de reseñar "Los diarios de Tony Lynx" no lo dudé.

Lo primero que me gustaría destacar es la estructura que el autor, Miguel Griot, ha dado al libro. Me ha parecido de lo más acertada para los niños, ya que a la vez es amena, divertida y educativa.

En el libro nos encontramos la historia divididas por partes pequeñas, lo cual se agradece para que los niños lo lean poco a poco y no se queden a medias. Tenemos una página con texto, y al lado otra página con la ilustración. La ilustración está relacionada en todo momento con la escena que leemos en el texto, así que a los niños les sirve de apoyo para entender lo que leen y ver el entorno y detalles en el que se encuentran nuestros protagonistas.

Al final de cada texto, Miguel Griot nos plantea un acertijo, y la solución la tendremos que buscar en la ilustración. A veces sólo será fijarnos en algo fuera de lugar y en otras ocasiones, recordar algo que hemos leído en otro texto y que está en la imagen, por lo que está relacionado con lo que buscamos.

Por lo que a mí respecta, me he divertido mucho con ello, en algunos momentos me ha recordado al famoso "busca a Wally", al tener que localizar algo concreto en la imagen. Algunos acertijos eran más fáciles que otros, pero todos son sentido y además ideados para que los niños piensen la solución y también vean la parte lógica de ella. Ayudan a estimular la mente de los niños y a que piensen, que relacionen lo que leen con lo que ven, y no que se dediquen sólo a mirar la imagen.

En cualquier caso, la respuesta al acertijo la tenemos al inicio del capítulo siguiente, ya que siempre es algo que nuestros protagonistas tienen que realizar para poder seguir en su aventura.

La historia se va desarrollando por diversos países a los que nuestros protagonistas tienen que viajar. de cada país aprendemos algo típico de su cultura, por ejemplo. En la india que las vacas son sagradas, o que en Tuvalu reciben a las visitas con collares de flores. Pequeños detalles que ayudan al aprendizaje de los niños.

Las ilustraciones me han enamorado. Son de Álvaro Ortiz y son muy originales y llamativas. ¿Quién no se acuerda de Tintín?, pues es lo primero en lo que pensamos cuando las vemos. de esta manera volvemos a nuestra infancia, y nos llenamos de recuerdos que seguro que son muy entrañables.

Aunque quizá el libro esté pensando para niños de unos 10-12 años, creo que aunque sean algo más mayores, van a disfrutar de su lectura y de los acertijos de igual manera.

Me gustaría volver a leer alguna aventura más de Miguel Griot con sus acertijos, y sobre todo que vengan acompañadas de las ilustraciones de Álvaro Ortiz.
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Esta novela llegó a mi conocimiento a través de un correo electrónico del autor, hablándome de ella y ofreciéndome la oportunidad de leerla en el caso de que me animase a hacerlo. La verdad es que, aun siendo dirigida a un público middle-grade, he de reconocer me me llamó muchísimo la atención y no pude resistirme a su lectura. Me recordó a las novelas que tanto disfrutaba de pequeña donde el lector se hacía partícipe de las aventuras de los personajes a través pistas y resolución de enigmas que el autor iba dejando entre sus páginas y que teníamos que resolver si queríamos avanzar en la trama y resolver el misterio final. Disfrutaba mucho de estas historias y con Tony Lynx me he vuelto a trasladar a aquella época y la he disfrutado como una enana. Además, nada más leerlo se lo pasé a mi sobrina, así que espero que ella también lo disfrute y se anime a este tipo de lecturas como yo hice a su edad.

La novela nos presenta a Tony Lynx, un arqueólogo que es contratado por Rose Abbey tras la desaparición de su padre, un explorador que estaba en plena misión cuando dejó de dar señales de vida. Para ello Tony y Rose precisarán la ayuda del lector, que irá resolviendo los enigmas ocultos en las ilustraciones que se reparten a lo largo de la novela y que permitirán no solo descubrir los secretos de una tribu desaparecida, sino también disfrutar de un escenario lleno de peligros, retos y misterios.

El Libro del Poder está narrado en primera persona desde el punto de vista de Tony Lyxn, el cual dirige su voz en todo momento hacia el lector, su apoyo en la búsqueda de pistas y en la evolución de la trama. Tony Lynx es un arqueólogo, aventurero y buscador de tesoros que ha sido contratado para encontrar a Leopold Abbey, un explorador de Londres que ha desaparecido sin dejar rastro y que su hija, Rose, está convencida de que le ha ido dejando pistas para encontrarle. Solo ella con ayuda de Tony Lynx, y del propio lector, podrá encontrar las migajas de pan que su padre le ha ido dejando a modo de pistas, llevándola a recorrer lugares exóticos, peligros y mil y una aventuras.
El lector se introduce de lleno en la historia desde la primera página, participando activamente en la búsqueda de pistas y la resolución de los enigmas. Es una forma muy amena y divertida de disfrutar a cada paso de la lectura y la verdad, además de contar con pocas páginas, se lee de una sentada y sin apenas darte cuenta.

Cada capítulo viene acompañado por una ilustración de una o dos páginas donde se encuentra la pista a descubrir, el objeto escondido o el enigma a resolver para poder pasar a la siguiente página, donde Lynx nos dará la respuesta y, por supuesto, descubriremos si hemos dado en el clavo o nos hemos ido por los cerros de Úbeda (cosa que me ha pasado un par de veces xD). Es una historia sencilla pero aventurera que anima a seguir leyendo para averiguar esa respuesta a la incógnita planteada en la página anterior y si hemos acertado o no, incluso a echar la vista atrás para hilar un enigma con otro. Se trata de un juego, un reto a modo de lectura para agudizar el ingenio y la lógica, y resulta muy divertido también.

Los personajes son escasos. Quitando a Tony Lynx y a Rose, a los que acompañamos a lo largo de la aventura, los pocos personaje que aparecen son situacionales y puntuales, sin mucho que destacar. Tony Lynx es un chico bastante resolutivo y audaz, y Rose también en una muchacha bastante inteligente y aventurera. Son un dúo perfecto y se percibe la simpatía y complicidad desde el primer momento.

La verdad es que es una historia que viene muy bien para activar la agudeza visual y el ingenio y el estilo de Miguel Griot es sencillo, cercano y juvenil. Las ilustraciones también son una maravilla y es donde se vuelca la mayor parte de la práctica y la función detectivesca del lector. Un gran trabajo que casa muy bien con la narrativa. El final, por último, me ha parecido muy bueno, con un mensaje y moraleja para el lector, para que al final de la aventura con Tony Lynx nos quedemos con una idea bien clara y de aprendizaje. Sin duda, un libro de aventuras diferente y ameno que disfrutarán tanto peques como mayores.

En resumen, 'Los Diarios de Tony Lynx, El Libro del Poder' es una historia de aventuras ilustradas que viene muy bien para activar la agudeza visual y el ingenio. El lector participa activamente de las aventuras de los personajes, buscando objetos y resolviendo enigmas divertidos, entretenidos y necesarios para avanzar en la trama y resolver el misterio final. Además, también cuenta con un desenlace a modo de moraleja que nunca viene mal, en especial para los más peques de la casa.

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De sobra sabéis los que me seguís lo importante que considero trabajar el fomento de la lectura, en general pero, especialmente entre los más pequeños. Hoy día la literatura infantil tiene grandes competidores, como los videojuegos y canales televisivos en los que se sucede sin descanso programación que hace las delicias de los más pequeños. Es por eso que es importante innovar o darle una vuelta de tuerca a algo que ya se ha inventado, cómo mínimo echar mano de una antigua fórmula y readaptarla tratando de ofrecer algo con un toque novedoso. Es fundamental pringar al lector, mantener su intriga y, en el caso de los niños de 10-12 años, mantener su interés siempre vivo a los largo de las páginas que dan soporte a la historia.

Con Diarios de Tony Lynx: El libro del poder he recordado publicaciones del tipo Elije tu propia aventura (si pertenecéis a la generación EGB seguro que sabéis de qué hablo). No siguen la misma premisa pero ambas colecciones invitan al lector a participar de algún modo en la trama. En la segunda, había que decidir por el protagonista cuál sería el siguiente paso y dirigirnos a la página correspondiente en función de nuestra elección, en el caso de Tony Lynx, debemos ayudarle en sus investigaciones y tratar de llegar a los mismos descubrimientos a los que llega el detective y aventurero.

Rose Abbey busca a su padre Leopold, el arqueólogo más importante del Imperio Británico. Este partió en una expedición secreta y no han vuelto a saber nada de él. Tony ayudará a Rose a dar con el reputado explorador y a descubrir qué se traía entre manos. Bueno, le ayudará Lynx y también el lector. Cada página del libro contiene un avance (como si de una pantalla de un videojuego se tratara), se narra un nuevo escenario dentro de la búsqueda que dará pie a una nueva conjetura o descubrimiento de nuestro protagonista dentro de ese escenario. ¿Cuál es ese descubrimiento que les va a permitir avanzar en su misión? Nuestro joven lector encontrará pistas en el contenido de esa página que, junto con un análisis exhaustivo de la ilustración que acompaña, le llevarán a la misma conclusión que a Tony. Así, estamos ante un libro, una historia, pero en cierto modo también ante un juego. La verdad es que no puedo negar que he encontrado algunos retos algo complejos para la edad a la que están destinados, pero también es cierto que en caso de no dar con la solución, si se prosigue la lectura, esta se encuentra perfectamente integrada en la continuación de la historia que trae consigo la siguiente página. Una solución bien motivada y fácil de comprobar por lo que, aunque no hayan llegado a ella por sí mismos, les será sencillo encontrar su motivación una vez desvelada.

Así que, como seguramente ya os habréis dado cuenta, la gracia y el plus de este libro se encuentra en esta interacción que la historia mantiene con el lector. Pero hay algo más que también me ha gustado bastante: su mensaje. El libro del poder esconde algo muy bonito que transmitir a nuestros preadolescentes y ya sabéis que me encanta que la literatura infantil y juvenil deje poso, transmita valores significativos y necesarios.

En definitiva, en Diarios de Tony Lynx: El libro del poder he encontrado una nueva apuesta que tiene muchos ingredientes para captar lectores. Una lectura con la que pueden disfrutar y estrujarse el coco nuestros niños y, no os voy a engañar, también nosotros los adultos.
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Se busca joven aventurero. Esta novela juvenil busca jóvenes aventureros que quieran pasar trepitantes hazañas entre sus páginas. Te invita a ser copartícipe de una increíble y maravillosa aventura en la que te tendrás que enfrentar a tus habilidades. El gran arquólogo Leopold Abbey ha desaparecido y su hija, Rose, ofrece una generosa recompensa a quien pueda ayudarla a encontrar el paradero de su padre. Deben abstenerse cotillas, cantamañanas, pusilánimes, no amantes de la lectura y débiles de ánimo. Un desafío ideal para el intrépido detective y aventurero Tony Lynx y para todo aquel que desee poner a prueba su ingenio y capacidad.

Verne y Tintín. ¿Os acordáis de las sagas de Julio Verne y de los cómics de Tintín? de Julio Verne os vendrá a la mente 'Viaja el centro de la tierra' , ' La vuelta al mundo en ochenta días' o incluso ' 20.000 leguas de viaje submarino' y del mítico personaje de Tintín, ese intrépido reportero y detective, creado por George Remi, más conocido por Hergé. Esta novela bebe directamente de estas fuentes.

Herramienta para el desarrollo de la atención y la lógica deductiva. Está escrito a modo de diario de investigación. Cada página contiene un enigma que hay que descifrar. Acompañaremos a Rose Abbey y al observador, valiente y avispado Tony Lynx en esta aventura y se pondrán a prueba tus habilidades deductivas, tu ingenio, capacidad de observación y concentración. Hay que averiguar el misterio en cada página para pasar al siguiente.

Debo estar bastante oxidada pues algunos retos me costaron pasarlos, otros, los más fáciles, fue sencillo averiguar el acertijo.

He disfrutado como una niña pequeña agudizando el ingenio para resolver los enigmas. Me ha gustado volver a revivir los momentos de la infancia, esos que pasaba junto a mis libros y mis juegos preferidos. Esta novela juvenil tiene todo lo que siempre soñé, palabras para volar e ilustraciones para soñar.

Este libro, hay que subrayar, que es enormemente ameno, a la par queestimulante. Ideal para el público al que va dirigido, jóvenes de entre 6 a 12 años, o a adultos como yo, que disfrutamos de la literatura en todos sus géneros.


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Desde siempre me han gustado los libros de misterios y acertijos que nos obligan a poner en marcha nuestro ingenio, así que muy aburrida tenía que ser la historia de este pequeño libro para que no lograr entusiasmarme desde la primera página. A los pocos capítulos ya estaba enganchada por la propia aventura de los protagonistas pero también gracias a la manera que ha tenido Miguel Griot de integrar al lector de esa forma tan inmersiva a través de preguntas y adivinanzas. Con una narración sencilla (aunque para nada infantilizada) y con un ritmo muy ágil, el autor logra que hagamos en lo que importa: hacernos pensar. Aquí no son tan relevantes los personajes, ni siquiera la propia trama del libro, sino que seamos parte de la historia y que la historia avance gracias a nuestras dotes observadoras y de deducción.
De esta forma, en esta pequeña aventura conocemos a Tony Lynx, que ya solo con su apellido como tarjeta de presentación podemos intuir que tiene una inteligencia y un ingenio fuera de lo común. Por eso ha decidido dedicarse a ser buscador de tesoros al más puro estilo Indiana Jones. Y como no solo busca tesoros, en esta ocasión tiene un encargo más particular: buscar a Leopold Abbey, un famoso arqueólogo de civilizaciones antiguas, que ha desaparecido en una de sus últimas exploraciones y cuya hija, Rose, contrata los servicios de Tony. Sin embargo, Leopold ha ido dejando un rastro que Tony y Rose deben seguir para poder encontrarlo. Todas esas pistas los van llevando por medio mundo y así vamos viendo diferentes escenarios desde que salen de Londres hasta llegar al desierto, pasando por Rusia, adentrándose en la selva o llegando hasta las islas inexploradas del Pacífico.
Por otra parte, el libro está estructurado de manera que los capítulos ocupan toda una página (la izquierda) dejando al otro lado la ilustración correspondiente a esa escena (a su derecha) en la que debemos poner toda nuestra atención para contestar a la pregunta del final de capítulo, aunque algunas ilustraciones son a dos páginas completas. Cada pequeño misterio queda resuelto al pasar la página y continuar con la narración, ya que son los propios personajes en sus interacciones los que nos dan las respuestas aunque no se nos hayan ocurrido a nosotr@s. Hay acertijos de todas las dificultades aunque lo normal es que de un simple vistazo a la ilustración podamos resolverlo sin que nos eche humo la cabeza. Además, a medida que avanzamos en la historia son más los acertijos visuales que relacionan unas ilustraciones y otras, de forma que tendremos que volver más de una vez a revisar anteriores escenas que nos puedan aportar datos para alguna pregunta más compleja.
En definitiva, me he encontrado uno de estos libros orientados para los más jóvenes pero que en el fondo no tiene edad límite para que los podamos disfrutar cualquiera. Apenas me ha durado dos ratos debido a su corta extensión pero también a su capacidad para enganchar al lector con cada pequeño misterio y por todos los lugares que recorre, a cada cual más interesante que el anterior. Sin duda es una buena forma de poner a prueba nuestras capacidades deductivas y visuales pero también la excusa perfecta de leer junto a los más pequeños para que se aficionen a la lectura de un modo muy dinámico.
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Como tal vez habrán visto en la sinopsis, este es un libro bastante particular. Aquí se mezclan tanto la narrativa como también las ilustraciones para completar una lectura muy compleja y entretenida. En cada página se encuentra un nuevo juego de lógica, cada uno más interesante que el anterior (hablaré más delante de ellos). Estos juegos están conformados tanto por la narrativa como también por las ilustraciones. Los dibujos son bellísimos en todo sentido, me encanta este estilo, personalmente. Estas ilustraciones no solamente acompañan a la lectura, sino que son necesarias para completarla. Es un diálogo constante con la escritura y un juego de ida y vuelta. No encontré errores entre ellos porque se corresponden muy bien el uno con el otro. Si en la historia aparece un elemento, personaje u objeto importante, en la ilustración va a estar enmarcado de una manera u otra. Además, me ha parecido que está muy bien planteado en qué sectores debe haber ilustración y en aquellos que no. Esto ha ayudado muchísimo también a lo visual para no agotarse tal vez de la narrativa o de las ilustraciones ya que cada uno tiene su momento y su resplandor en distintas partes del libro. Por lo que creo yo que se profundiza en el equilibrio entre ambas.

En cuanto a la trama, la verdad que estoy enamoradísima. Vamos a viajar a través de muchos sectores porque, como tal vez han notado, este libro se trata de estar corriendo aventuras en todo momento. Hay varios viajes, encuentros con nuevos personajes, sitios preciosos que vamos a encontrar en ilustración y muchos objetos míticos. La verdad es que es preciosa la manera en que los personajes se van anudando en sus relaciones y también cómo se van deshaciendo cuando desaparecen de plano.

En tanto los juegos de ingenio, estos son cada vez más difíciles en cuanto la lectura va en aumento. Tal vez algunos se preguntan que esto es más bien para los más pequeños de la casa, pero no creo que sea de ese modo. La verdad es que yo lo disfruté de principio a fin y admito que hay algunos juegos que me han costado bastante. Algunos son muy fáciles, los puedes descubrir rápidamente con la ilustración. Pero hay algunos que no lo son y cuestan un poquito más, hay que seguir pensando unos minutos. Y, por último, hay otros que son completamente difíciles que me han costado tanto que me daban ganas de hacer trampa, voltear la página para ver la respuesta porque estaba con mucha duda, pero me quebré la cabeza pensando jajaja Por lo que no creo que sea una lectura para una edad específica, en general no creo que la literatura tenga edad (salvo excepciones, por supuesto).

El final del libro me sorprendió por completo, debo admitirlo. Cuando pensaba que no quedaban más juegos, que ya se había terminado la aventura, el autor sigue sorprendiéndonos. Sigue poniendo juegos que nos hacen recorrer el libro de principio a fin para volver sobre lo leído. Esto me fascinó ya que uno al final se nos hace volver sobre nuestros pasos para repensar lo que nosotros aprendimos, usar estas técnicas de rastreo para responder la pregunta final, el gran cuestionamiento que rodea todo el libro. Me pareció muy bien cerrado el libro en todos sentidos y debo reconocer que me hizo acordar un poco a la teoría de Bajtin de que “no hay lugar para el tercero”. Hay cierta novela donde no se encuentra esa pared intermedia, invisible, que usualmente separa la ficción, la literatura, el libro nuestras manos, y nosotros en el momento de lectura. Hay una apelación constante al lector que impide ese alejamiento con el libro. Primero, se apela al lector desde la narrativa misma ya que está en segunda persona. Segundo, por supuesto, a través de todos los juegos de lógica y todo lo que se debe pensar para poder avanzar. La lectura es un juego constante, es un ir y venir donde no puede haber un lector pasivo. Constantemente se tiene que estar pensando, descubriendo, mirando bien. Es casi el juego de un investigador y me pareció muy entretenido.

Lo último que quiero destacar es que hay distintos tipos de géneros en este libro y que se entrelazan de una manera preciosa que hacen de la lectura más verosímil. Además de las ilustraciones y la narración de la novela, podemos encontrar notas periodísticas, cómic (ya que hay secuencias de imágenes que van sucediendo), diarios personales… Es decir, hay un gran despliegue en esta novela que me ha resultado muy compleja.



En fin, este es un libro que recomiendo para todas las edades, tanto para los más pequeños como también para nosotros, los más grandes. No creo que haya restricción de edad en ningún sentido. Es un libro bastante interactivo que está pensado de inicio a fin con gran complejidad que te deja en todo momento pensando. Es una lectura innovadora que realmente recomiendo muchísimo a todos, sea cual sea el género que lean mayoritariamente.
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Recuerdo siempre con gran cariño que mis primeras lecturas cuando era pequeño fueron los tebeos de todo tipo y unos libros que sacaba en la biblioteca en los cuales ibas viviendo una aventura y llegados a cierta página te obligaban a elegir el camino a seguir del personaje, teniendo que pasar a cierta página del libro según que opción hubiéramos elegido. Lo pasaba en grande con estos libros y con otros del estilo que hoy os presento en los que te embarcabas en una aventura a través de una historia que siempre iba acompañada de un dibujo donde tenías que descubrir una clave, una pista o a algún personaje para poder continuar y poder continuar leyendo.


Miguel Griot ha creado junto al ilustrador Álvaro Ortiz una gran aventura donde el lector acompañara a Tony Lynx en la búsqueda por todo el mundo del profesor Leopold Abbey. En dicha búsqueda también nos acompañara Ros, la hija de Leopold que formara pareja de rescatadores con Tony en las pruebas a superar.

Misterio, exotismo, prueba, pistas, malvados y hasta monos encontraremos a lo largo de un viaje que nos llevará desde Londres a África, pasando por la lejana China, la India y otros lugares que sin lugar a dudas hará que nuestro pasaporte adquiera experiencia viajera. Con una historia muy bien hilada, llena de aventuras donde el ritmo no decaerá en ningún momento los autores pondrán a prueba al lector tanto mental como visualmente con cada nueva página. Algunas situaciones serán sencillas de adivinar sólo es necesario observar bien pero otras estarán más escondidas y tendremos que usar nuestra imaginación para con las pistas que nos dan los dibujos encontrar la solución. En cierto modo será el lector el que complete la historia dando respuesta o adivinando el paso a seguir de nuestros protagonistas por lo que es preferible no mirar las soluciones para que el mérito sea nuestro.

Recomendado para edades comprendidas entre 10 y 12 años creo que la horquilla podría ampliarse un poco más en ambos sentidos. Lo reconozco, en algún momento me ha parecido algo obvio pero otras me ha costado encontrar la solución pero tengo que reconocer que a pesar de la edad me lo he pasado pipa porque una aventura es una aventura y en esta estas obligado a participar en primera persona.

Imagino que este libro será el primero de una saga porque además de tener un subtítulo nuestro protagonista al final se despide con un hasta pronto.

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Solo tengo para decir que es un libro increíble con unas ilustraciones maravillosas que siguen el hilo de una historia entretenida e intrigante.
Me recuerda mucho a los típicos libros de buscando a Wally ya que en cada pagina tienes como un acertijo que lo tienes que adivinar con ayuda del dibujo, y además unos libros que me encantaban de pequeña que trataban también de investigar, si mal no recuerdo se llamaban "El equipo tigre".
Siento que a mi yo mas pequeña le habría encantado que le regalasen este libro, lo recomiendo mucho para que los mas peques empiecen a entrar en el mundo de la lectura.
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Esta es una historia ágil, que no decae y se adapta a cualquier edad; los adultos lo pasaremos muy bien resolviendo enigmas aunque aviso que hay alguno en los que hay que fijarse muy bien o incluso retroceder un poco en la lectura. Los niños lo pueden leer solos o los acompañamos echándoles una mano a la hora de buscar porque no todas las respuestas tienen la misma dificultad.

Lo que si es de fácil comprensión es la lectura: es amena, entretenida y mantiene el suspense a lo largo del libro así que ni los pequeños ni los grandes nos vamos a aburrir. Como inciso personal, decir que creo que este libro es una buena manera de fomentar la lectura entre los niños; a veces se espanta este bello hábito debido a las malas recomendaciones o comienzos nefastos pero con un libro que es un juego y está lleno de vívidas imágenes es posible que captemos la atención de los peques y tras terminarlo quieran seguir con otro.
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