Memorias de una geisha

La historia está escrita con un estilo muy relajado, dado que está contada en primera persona desde la perspectiva de la protagonista uno puede ir viendo la evolución del personaje, la maduración desde una chica de pueblo con una historia de vida muy triste, totalmente ingenua y esperanzada hasta la geisha consumada que nunca perdió su dulzura y su distinción. Además podemos ver al Japón de la historia como en una película, con imágenes muy vividas. Me encantó.

Memorias de una Geisha es una novela que no nos muestra una historia diferente o irreal y ficticia a la que, por lo general, estamos acostumbrados en los últimos años. Cabe destacar la capacidad del autor para contar una historia imaginada pero con tanta verdad escondida.
El tema de la prostitución es un asunto, quizás complicado de entender, pero no imposible. Podemos pensar en la prostitución que existe en nuestro país y verlo seguramente de una forma poco agraciada, agradecida y poco respetada, sin tener en cuenta otros asuntos que rodea la prostitución. Ojo, hablo del respeto a un trabajo duro y muy difícil de vivir, más aun cuando no hay otra salida y no te queda otra...


Memorias de una Geisha nos habla de un mundo, que en la actualidad es más desconocido que otra cosa, y nos hace ver como tu propia vida -en este caso la de Chiyo como protagonista- puede cambiar de la noche a la mañana, y que todo lo que tenías desaparece en tu día a día. Habla de la historia en general de cómo viven las geishas a través de su protagonista; me atrevería hablar de la propia esclavitud a la que se ve sometida para poder sobrevivir y no acabar en la calle mendigando. Si, para mi eso también es esclavitud, no tener elección es un tipo de esclavitud no un tipo de vida, ya que no lo has elegido, y que además te venden desde niña para ser una geisha, siendo un mundo difícil de escapar.

Arthur Golden nos explica en estas páginas, tras una investigación exhaustiva por tierras japonesas, cómo es la vida de una geisha, cómo se hace una geisha, los detalles de su vestimenta, de su maquillaje, de sus movimientos tan admirados y excitantes para los hombres, la competencia entre geishas y a los retos que se enfrentan día tras día. Todo está pintando de una manera tan bella, que te hace desear tener esos kimonos tan asombrosos para ponértelos e incluso ser una geisha. Pero si observamos bien se puede comprobar que toda tu vida dependerá siempre de los demás, no de ti misma, porque ser geisha es para toda la vida. Acaba siendo el gran reto para las niñas que acaban en este mundo, el gran deseo para poder vivir de forma digna. Digna no quiere decir fácil. No creo que a nadie le guste tener que renunciar al amor y a la libertad aún cuando se gane mucho dinero por este oficio. Digamos que ser geisha te permite tener una vida -permitidme que lo diga así- más digna dentro del mundo de la prostitución. ¿Por qué pienso así? Pues porque vivir como una geisha, y no hablo de una geisha famosa, sino del montón, te hace moverte por lugares de lujo, gente importante, donde el hombre, quizás, respeta más a la mujer que es geisha, cuya virginidad es valorada y vendida por medio de pujas (desde mi punto de vista es indignante, pero al menos se valora), a la que alagan con regalos e incluso, si consigues tener un danna (así traducido como tu amo), puedes asegurarte una vida más tranquila y cómoda en todos los sentidos; puesto que, la función principal de una geisha es divertir y hacer compañía al hombre sin existencia de sexo de por medio, exceptuando el momento de la venta de la virginidad de la geisha. Creo que ya vais viendo la diferencia que hay entre la prostitución en vuestro país -sea donde sea- y ser geisha.

Independientemente de esta reflexión mía, Memorias de una Geisha me parece un libro muy bien escrito, con grandes descripciones y detalles de este tipo de vida; y aunque no me enganchó realmente la lectura hasta que más o menos llegué a la mitad del libro, la curiosidad que te crea en todas las páginas siempre está presente. Por ello, si aun no lo habéis leído os lo recomiendo al cien por cien, por ser una historia diferente a la estamos acostumbrados en la actualidad literaria.
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La novela me ha enganchado desde el principio, tanto que en semana y media lo he terminado, tiene muchas palabras japonesas que van explicándolas, lo que hace que sea más fácil de comprender. El autor te envuelve con su escritura en primera persona, siendo Chiyo (Sayuri mas adelante) quien nos cuenta la historia desde su punto de vista

Una entretenida novela que nos presenta un atisbo de lo que es la tradicion de la geisha en japon, nada mas alejado de la prostitución, o sumision, que es considerado, la narrativa es firme solida y consistente, el tema resulta enternecedor, presenta , si, multiples datos acerca de formacion, tradicion, vestuario y actividades, pero esta lejos de ser un verdadero retrato de esta tradicion, para adentrarnos más en este mundo habría que remitirse a libros como los de; Sayo, Masuda , Mineko Iwasaki y Lisa Dalby quien es la unica mujer occidental entrenada en la verdadera y ancestral tradicion de las Geishas

Una lectura agridulce sobre una joven muchacha en el imperio del sol naciente ,su paso como aprendiza de una profesión ancestral hasta su vejez , pasión ,dureza, crudeza pero sobre todo un amor que traspasa fronteras.

Memorias de una geisha es una novela hermosa que ayuda a reivindicar la mal entendida imagen de las Geishas que se tiene en oxidente.
Vivimos junto a la protagonista los pormenores de su vida, viéndola crecer, madurar y florecer en una mini sociedad completamente diferente a la que conocemos.

Está basada MUY libremente en la vida de Mineko Iwasaki, quien demandó al autor por difamación y luego contó su propia versión en 'La vida de una Geisha'.

Esta fue una de las primeras obras literarias que me engancharon y que me leí en cuestión de pocos días.
La forma en cómo se describía cada personaje, cada página, el Japón de entreguerras, el tradicionalismo japonés dentro de la cultura nipona, los rituales, prácticas y costumbres de las geishas y todo lo que las mujeres de entonces tenían que sufrir para mantener ese status y acabar tiradas como trapos en la calle me atraparon desde casi las primeras páginas.
Es una obra de la cual repetí su lectura años posteriores y que posiblemente vuelva a repetir con el tiempo.

Probablemente el 98% de las personas que hayáis leído el libro y ahora leáis mi reseña, no estaréis de acuerdo con mi próxima opinión, pero como siempre se dice : "para gustos los colores y yo soy así de raruna" 😂
En primer lugar decir que me ha gustado mucho la descripción del mundo de las geishas, siempre es algo por lo que se siente una gran curiosidad; pero para mi ese es el único aliciente que ha tenido este libro, me explico...
No es una historia de superación como nos la venden, es más bien de supervivencia. (PEQUEÑO SPOILER) En la superación no se pasa por encima de quien sea; en la supervivencia, todo vale. En realidad es la historia de una chica con una suerte, dentro de su desgracia, que ni ella misma se la cree. Por no hablar de su prepotencia al tratar a las que dice llamar amigas. Infravalorar a las personas y tratarlas con condescendencia (además de ponerles motes "cariñosos") ha hecho que me haya parecido un personaje bastante odiable 😂.
Resumiendo: tema cultural interesante, historia de la geisha olvidable y repetitiva en el último tercio del libro.
¿Recomendaría este libro? Los facultativos recomiendan ir al comienzo de esta reseña, volver a leerla y valorar la situación.

Justo lo acabo de terminar y la verdad es que me siento super contrariada. Y es que pasé primero por enamorarme por completo de la historia, pero conforme va pasando la historia... como que mi forma de verla cambió mucho llegando a la última parte del libro, la verdad es que quería gritarle a la protagonista, no sé...

Digo por un lado logró su objetivo principal en la vida, pero creo que el coste fue demasiado alto y creo que por ello fue lo que me dejó como desilusionada.

Ahora, por el otro lado, me gustó poder conocer un poco cómo es la vida de las Geishas, como empiezan y todo lo que tienen que atravesar para llegar a tener un lugar en este mundo.

Una parte que se me hizo super triste fue cuando Mameha le dice a Sayuri que una no se vuelve Geisha porque quiere sino, porque no tiene de otra. Con esto el ver todo lo que tienen que sufrir, lo que tienen que aguantar, el hecho de que tienen que aguantar al hombre que tienen enfrente, que lo tienen que divertir y servir (aaahhh yo quería golpear gente), aunque también entiendo que son usos y costumbres y pues se tiene que respetar, porque a final de cuentas es una parte importante dentro de la cultura japonesa, pero no por ello estoy a favor de ello.

No sé, creo que sí me siento muy contrariada, es una buena historia, a mi se me hizo muy fácil de leer, muy ligera, cumple con lo que es, una novela, ¿hubiera esperado un poco más de ella? tal vez, creo que aún tengo mucho que reflexionar sobre ella, pero sin duda alguna ha sido de lo mejor que he leído este año, no sé si eso es muy triste o habla muy bien de este libro.
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