La historia está escrita con un estilo muy relajado, dado que está contada en primera persona desde la perspectiva de la protagonista uno puede ir viendo la evolución del personaje, la maduración desde una chica de pueblo con una historia de vida muy triste, totalmente ingenua y esperanzada hasta la geisha consumada que nunca perdió su dulzura y su distinción. Además podemos ver al Japón de la historia como en una película, con imágenes muy vividas. Me encantó.
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