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Esta fue una de las primeras obras literarias que me engancharon y que me leí en cuestión de pocos días. La forma en cómo se describía cada personaje, cada página, el Japón de entreguerras, el tradicionalismo japonés dentro de la cultura nipona, los rituales, prácticas y costumbres de las geishas y todo lo que las mujeres de entonces tenían que sufrir para mantener ese status y acabar tiradas como trapos en la calle me atraparon desde casi las primeras páginas. Es una obra de la cual repetí su lectura años posteriores y que posiblemente vuelva a repetir con el tiempo. |
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