Bodas de sangre

Leído en la edición de Trotalibros. Me parece una obra dramática excelente. Aquí Lorca recoge ya la idea principal de su Trilogía rural: el matrimonio. Y en torno a ésta da forma a una historia impecable, medio escrita en verso.

Tragedia en verso y en prosa escrita por Federico García Lorca (1898-1936), en 1931 y estrenada en 1933 en el Teatro Beatriz, de Madrid. A través de tres actos y siete cuadros, en Bodas de sangre (Cátedra, 2005), se narra la desgracia que trae consigo una humilde boda campesina. Sin olvidar el papel fundamental de la mujer de la época, que el autor coloca en escena como madre, esposa y novia, a merced de los deseos y destinos de los hombres.

El Novio pretende pedir la mano de la Novia ante la preocupación de su madre, ya que la joven había vivido ya un noviazgo con Leonardo Félix, hijo -a su vez-, de la familia responsable de la muerte de su marido y de su otro hijo. Finalmente, la boda tiene lugar, pero la Novia escapa con Leonardo Félix, encontrándolos el Novio. El enfrentamiento se cobra la vida de ambos, así que la Novia regresa destrozada ante su suegra, tratando de lamentarse con la idea de que esta la mate, a pesar de que no le quedan ni fuerzas. ¿Qué importancia puede tener para una mujer que acaba de perder a su único hijo que la Novia sea honrada o no? Y el público, la sociedad, el pueblo poco interesa ante semejante desgarro materno.

Basada en hechos reales acaecidos en Almería, en los que también se inspiró Carmen de Burgos, Colombine, para escribir su Puñal de claveles, obra feminista y con final feliz. En Lorca, sin embargo, Leonardo Félix será el único personaje con nombre propio. Casado, con un hijo y esperando otro, su esposa aceptaba, durante el noviazgo, que su marido saliera por las noches a rondarla, pero, durante la boda, ya no puede soportarlo y se rebela, por lo que se queda sola con sus hijos. La Novia es el juguete roto que ha perdido todo a manos de Leonardo Félix a quien le resultan irrelevantes las consecuencias de sus actos.

La simbología lorquiana también se encuentra muy presente en la obra. El amarillo, relacionado con la felicidad; el azul con el odio o la frialdad; la Luna con la muerte o la ropa negra, con la pena. Esto aporta, en todas sus piezas, un carácter de un lirismo muy particular, que hace del granadino uno de los mayores genios de nuestras letras.
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Obra maestra de la literatura española.
En esta obra de teatro se nos habla de novio y de novia que van a casarse y como sus vidas giran inesperadamente cuando aparece Leonardo (el ex novio de novia).
La novela es un fiel reflejo del pensamiento de la época. Nos habla de amor, desamor, honradez, traición y muerte.
El pensamiento machista de la época aparece cuando se nos pinta a una mujer ideal cuando “está callada” y “sabe tejer”. Es claramente una crítica del autor a esos pensamientos machistas, todos sabemos que Lorca fue un adelantado a su tiempo.
También nos habla de honra, de compromiso por encima de todo. Por encima incluso de los deseos personales de los protagonistas. Novia no puede estar con Leonardo porque ya se comprometió con novio y esos compromisos no pueden deshacerse. Fiel reflejo de nuevo de los pensamientos de la época.
En fin, leed el libro que lo disfrutaréis!

Es un teatro que para mi gusto es algo complejo a la hora de distinguir personajes por las cantigas y demás pero qué en general es muy sencillo de leer y que transcurre en apenas unos días y en un par de espacios, por lo que no tiene mayores complicaciones espacio-temporales.

“El poeta dramático no debe olvidar, si quiere salvarse del olvido, los campos de rosas, mojados por el amanecer, donde sufren los labradores, y ese palomo, herido por un cazador misterioso, que agoniza entre los juncos sin que nadie escuche su gemido” (del discurso leído por FGL a los actores madrileños en febrero de 1935)

“Bodas de sangre” es una hermosa, cruda y violenta tragedia que, como las griegas, usa los mitos para hablarnos de nuestros demonios en una historia de destino infausto enmarcada en un paisaje seco e indomable que favorece el desbordamiento de las pasiones.

LA NOVIA: “¡Ay, qué sinrazón! No quiero
contigo cama ni cena,
y no hay minuto del día
que estar contigo no quiera,
porque me arrastras y voy,
y me dices que vuelva
y te sigo por el aire
como una brizna de hierba.”

La mujer se encuentra en el centro del drama, realmente dos son las mujeres que la protagonizan, la madre del novio y la novia (sin nombres), dos posiciones que tradicionalmente han ocupado las mujeres y que todavía persiste en muchos lugares del mundo: una, como el objeto más valioso de la honra de una familia y, a su vez, el mayor peligro para la honra de la familia propia y ajena, la otra, que lo fue en su tiempo, es ahora la guardiana más celosa de dicha honra, recelosa, suspicaz y siempre vigilante. En el centro de esa honra habita la sexualidad y la sumisión completa de la mujer al hombre.

Las familias son instituciones que aúnan en su seno pasado, presente y futuro. Las afrentas y las culpas se van transmitiendo de generación en generación, emponzoñadas por un deseo de venganza que se retroalimenta constantemente. Las cualidades humanas, las buenas y las malas, forman parte del patrimonio familiar, de la misma forma que las tierras y la posición social, fuentes de orgullo o de pesadumbre, de respeto o de desprecio, de admiración o de envidia.

Muchas veces, como en este caso, la honra solo se puede lavar con sangre, una exigencia social insoslayable que empuja como una pasión incontrolable, como la mayor de las pasiones, el amor, que no entiende de convencionalismo sociales, de castas o de honras.

LA LUNA: “Pues esta noche tendrán
mis mejillas roja sangre,
y los juncos agrupados
en los anchos pies del aire.
¡No haya sombra ni emboscada,
que no puedan escaparse!
¡Que quiero entrar en un pecho
para poder calentarme!
¡Un corazón para mí!
¡Caliente, que se derrame
por los montes de mi pecho;
dejadme entrar, ¡ay, dejadme!”

La pasión, los celos, el odio, el despecho y la venganza marcan las páginas de esta tragedia rural basada en hechos reales. Con Bodas de sangre, Lorca quiso plasmar la dificultad de amar en libertad y de poder elegir al amado, sin prejuicios.

Una obra en prosa que parece verso y canción, por el ritmo, la fluidez y la sensualidad de las palabras. Con unos diálogos sublimes que juegan a parecer poemas, pero esconden mucha fuerza en sus palabras y nos van adentrando ya desde el inicio en la tragedia. Una historia llena de simbolismos lorquianos que nos van dando pistas hacia donde va. Con personajes que no tienen nombre propio, porque en ellos pueden verse representadas tantas familias en la misma situación.

El título no miente. Vamos a asistir a una boda y en ella va a haber sangre. Las dudas de la novia y la incertidumbre anterior a la celebración, marcan la tradición de una época en la que las bodas se decidían por conveniencia, el amor no era necesario. El honor de la familia tenía más peso. Y por otro lado tenemos la pasión, que no atiende a la razón, que no se puede controlar, que es símbolo de libertad.

La luna aparece para comunicarnos que se acerca la tragedia, junto a una mendiga que encarna la muerte. La aparición de la luna como representación de la fatalidad pertenece a una parte de la obra llena de gran belleza. La noche protege en su oscuridad y guarda los secretos que la luna desvela.

Y, aunque esperaba presenciar el momento culminante de la mano de los protagonistas, el hecho de que venga narrado por terceras personas, le da un halo diferente que me gusta más a medida que pasan los días de haberlo leído.

Leer a Lorca siempre es una bella experiencia. Deseando volverme a reencontrar con el autor para seguir leyendo la segunda obra de su trilogía rural: Yerma.

Bodas de sangre es uno de mis libros favoritos de Lorca. Nos encontramos ante una tragedia. Es una mezcla brillante entre su pensamiento y su arte. Está escrito en verso y prosa, por lo que la lectura es magnífica.
La trama me gusta mucho, ya que tiene un desarrollo de los personajes perfecto, a la vez que los hechos se van desenvolviendo cada vez más. Mezcla variedad de temas, todos trágicos y amorosos.
La ambientación es muy detallada y ayuda mucho a entrar en la acción.

Tiene muchas adaptaciones a la pantalla muy buenas. Pero sin duda, recomiendo leer antes el libro, porque se disfruta mucho más.
Lorca es uno de los autores españoles que más recomiendo a los lectores noveles, debido a que su pluma es sencilla, su simbología reconocible a la vez que fascinante.

Una obra teatral con un lenguaje rápido y dinámico.
Sus versos son poesía en estado puro, pero con un trasfondo muy dramático.
Admirada me quedo con cómo el poeta, "canta el drama, en sus versos".
Recomiendo ver la película española "La Novia", basada en esta obra de Lorca, reproduce cada uno de los diálogos a la perfección.

No estoy acostumbrada a leer teatro, pero "Bodas de sangre" me ha gustado mucho. La mezcla del teatro con la poesía hace que el ritmo de lectura sea más musical y de fácil lectura. Es un amor trágico adictivo. Recomendado para lectores que les guste leer clásicos.

Me ha gustado esta obra de teatro. El tema principal "parece ser" una historia de amor contrariada. Ambos se casan pero el dia de la boda de ella deciden huir juntos y lo malo va a acudir. También hay formas de supersticion y alegorias en esta obra, principalmente la alegoria de la muerte. Otro tema muy presente es el de los obreros y los que tienen que luchar. La escritura lirica de Garcia Lorca es increible, me ha dado ganas leer otros libros de él.