Cuando me veas

Si me seguís desde hace tiempo sabréis que Laura Gallego es una de mis escritoras de literatura juvenil favoritas. Pienso que, en general, sus historias son interesantes, enganchan y, además, están bien escritas, que es algo que a veces se pasa por alto en la literatura juvenil. La última novela suya que leí fue El libro de los portales, su penúltima publicación, pero ya dejé pasar Todas las hadas del reino porque sentí que no iba a ir mucho conmigo, y finalmente, a principios de este año publicó Cuando me veas, ayudada de una fuerte campaña de marketing que, de hecho, fue lo que hizo que postergara mi lectura. Ahora que ha bajado de intensidad esa campaña me he decidido a leerlo y, para mi sorpresa, ha sido una total decepción.

Es difícil hacer una reseña de este libro sin spoilers, ya que parte de esa campaña que he comentado se basa en revelar muy poco del contenido real del libro, como podéis ver en la sinopsis; por lo tanto, lo que voy a hacer es comentar cuáles son los puntos que han hecho que la novela me decepcione sin ahondar en la trama.

En primer lugar, me parece que esta es la historia menos original que ha escrito Laura Gallego, no encuentro por ninguna parte ese torrente de imaginación tan potente que es lo que me enamoró de ella, y no lo digo porque la ambientación no sea de fantasía épica (en este caso es fantasía urbana), si no por el escaso entramado intelectual que sustenta la acción narrativa: es plano y predecible.

Tampoco he visto en esta novela la calidad literaria que he visto en sus otros trabajos. En este libro su estilo no tiene vida propia, no puedes diferencia que es de Gallego, como sí que puedes hacerlo cuando lees un fragmento de la emperatriz de los etéreos o de Memorias de Idhún. de nuevo, el estilo, como la trama, es plano e insustancial.

Ahora bien, si este libro no va a recibir, por mi parte, la nota más baja es porque creo que la autora sí que ha realizado un buen trabajo de caracterización y ambientación, es decir, sus personajes están bien construidos y son importantes para el desarrollo de la trama y de algunos temas que se tratan en este libro: la protagonista, Tina, es una joven con una habilidad especial que no descubrirá hasta su adolescencia y eso es lo que hará que se desarrolle el resto de la novela. Tina es de origen latinoamericano: es la hija nacida en España de una mujer colombiana y un padre español que la abandonó cuando todavía no había nacido. Luego tenemos a Salima, una joven musulmana que tiene muy claro cuáles son sus aspiraciones en la vida y lucha por conseguirlas. Gracias a estos personajes en la novela se habla de forma muy clara sobre el racismo (centrándose sobre todo en la islamofobia), el acoso, el sexismo, el suicidio juvenil, las peleas de bandas urbanas, los conflictos de los barrios pobres… y estos son los detalles que han hecho que no abandonara su lectura. de hecho, estos temas la convierten en una trama perfecta para su lectura en los institutos.

Para resumir, tengo que decir que es una novela que no he podido terminar de disfrutar porque, aunque algunos pequeños detalles me gustaran, la novela en general (argumento, escritura y desarrollo narrativo) me ha decepcionado y me da mucha pena tratándose de Laura Gallego.
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Ya desde la primera frase del libro nos dice quién es la persona que tiene el don de volverse invisible. al principio se asusta, le da miedo volver a ser invisible y que nadie pueda verle, pero logra aprender por si misma a controlarlo y al final se siente mucho más a gusto siendo invisible que visible, no solo porque así nadie se fija en ella (que ya antes solía pasar desapercibida, nadie se fijaba mucho en ella), sino porque así puede aprovechar para ayudar a otras personas sin peligro a las represalias.

La protagonista, Tina, vive sola con su madre, una colombiana que vino a España buscando un futuro mejor para su hija, que nació aquí, pero su relación madre-hija se va complicando y volviendo cada vez más tensa. del padre no se sabe nada, salvo que era un español que las dejó abandonadas antes de que ella naciera (y es probable que ni siquiera sepa de su existencia). Cuando Tina descubre su poder y logra controlarlo lo utiliza para ayudar a aquellos alumnos de su instituto que sufren acoso escolar, bulling, sin que nadie sepa, de hecho empieza a correr el rumor de que se trata del fantasma del “chico de la azotea”, un joven que murió dos años atrás, según la policía por caer desde la azotea del instituto accidentalmente, según el resto de la gente porque se suicidó tras una ruptura. Pero ella no es la única que lucha por para las injusticias y buscar la verdad de aquel suceso.

El tema principal del libro es descubrir la verdad de esa muerte, saber si fue un accidente como dicen unos, si fue un suicidio como aseguran la mayoría o si, por el contrario, hubo alguien detrás de aquello y quién. Por tanto, además de defender a los débiles del instituto, también se dedica a espiar y descubrir la verdad, al mismo tiempo que protege a gente del barrio (viven en un barrio algo poder de una ciudad). Así descubrimos que hay dos bandas juveniles latinas rivales que se dedican a causar todo tipo de problemas.

Este libro no se centra solo en el bulling y en la rivalidad entre bandas, hay más denuncias sociales como el machismo, el miedo a salir a la calle tras el anochecer por si alguien te sigue y te viola; la homofobia; el racismo, la mejor amiga de Tina es Salima, una chica musulmana que usa hiyab (el pañuelo musulmán) no por obligación, sino porque es un símbolo de su religión y le gusta y además es feminista y lucha por sus derechos como mujer y se defiende fuertemente ante los comentarios machistas y racistas de los demás, especialmente de la madre de Tina quien sin conocerla la acusa de terrorista solo por el hecho de ser musulmana. Además, la mayoría de personajes son latinos de diferentes países y he notado cierta superación personal.

Es decir, en este libro hay bastantes valores sociales que están presentes en nuestro día a día. Son cosas que vemos casi cada día en nuestros barrios o en las noticias. Cosas que estamos tan acostumbrados a ver y oír que no hacemos nada por cambiarlas.

Del final sólo diré que cuanto más te acerca más tenso se vuelve todo, por lo que si ya al principio te engancha y no puedes parar, al ir acercándote al final no puedes despegarte del libro. Además, a mí al menos, me ha sorprendido a medias. Hay un par de cosas que ya me esperaba, pero el resto ha sido una sorpresa tras otra.

También hay algo de romance, pero carece tanto de importancia que apenas se nota y tampoco es que se eche de menos.
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