Coraline

Coraline se preguntó por qué había tan pocos adultos normales. A veces tenía la impresión de que las personas mayores no sabían con quién estaban hablando.

Vosotros, las personas, tenéis nombres porque no sabéis quiénes sois. Nosotros sabemos quiénes somos, por eso no necesitamos nombres.

-No –corroboró el gato. –Vosotros, las personas, tenéis nombres porque no sabéis quiénes sois. Nosotros sabemos quiénes somos, por eso no necesitamos nombres.

"Somos pequeñas pero somos muchas,
somos muchas y somos pequeñas,
estábamos aquì antes de que llegaras,
seguiremos aquí cuando te caigas.

Tenemos dientes y también cola,
tenemos cola y ademas ojos,
estábamos aquí antes de que cayeses tú sola,
tú seguirás aquí cuando subamos a nuestro antojo."

"Los cuentos de hadas superan a la realidad no porque nos digan que los dragones existen, sino porque nos dicen que puede ser vencidos"
C. K. CHESTERTON.
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Odiamos el pecado pero amamos al pecador.
-The other mother.

-¡Nombres, nombres, nombres!- dijo otra voz muy remota y perdida-. Los nombres son los primero que desaparece cuando se extingue el aliento y el corazón deja de latir.

"odiamos el pecado, pero amamos el pecador"
La otra madre

—Los gatos no tenemos nombre.
—¿No? —dudó Coraline.
—No —corroboró el gato—. Vosotros, las personas, tenéis nombres porque no sabéis quiénes sois. Nosotros sabemos quiénes somos, por eso no necesitamos nombres.

—Realmente no lo entiendes, ¿verdad? —repuso—. No quiero tener todo lo que deseo. Nadie lo quiere, no de verdad. ¿Dónde estaría la gracia si tuviese todo lo que quiero? Es eso y nada más, ¿y después qué?