![]() |
Creo que este es un libro que todos los que nos hemos criado o hemos disfrutado de los libros y las películas de Harry Potter hemos pensado, por lo menos, en leer cuando hemos sabido de que iba. En lo personal yo no había leído nunca nada de su autor, David Foenkinos, pero tengo muy claro que no va a ser la última vez que nuestros caminos se junten. Su estilo me ha conquistado totalmente, y echándole un vistazo a su bibliografía me he encontrado con cosas muy interesantes. Además de por esto, leer esta novela ha sido especial para mí por otra cuestión. Esta es la primera Lectura Conjunta que he hecho en mi vida. Era una experiencia que quería probar y he salido muy contenta de ella. He coincidido con un grupo pequeño de personas majisimas, y leer junto a ellas me ha hecho darme cuenta de otros aspectos de los que no me había percatado de un libro que, como buena fan de Harry Potter, tenía muchas ganas y curiosidad por leer. Esto he hecho que haya disfrutado de la lectura de una forma diferente y especial. Cada meta de esta lectura conjunta era una de las cuatro partes en las que se compone esta novela, así que cuando terminaba llegaba a una de estas metas, lo que hacía era escribir mis impresiones para luego compartirlas con el resto del grupo. de ahí que esta reseña se articule en esos cuatros comentarios y sea bastante diferente a lo que suelo traer por Goodreads y Babelio. Así que, como podéis intuir, sintiéndolo mucho está plagada plagadita de spoilers. Avisados quedáis. Si hay un fenómeno literario y cinematográfico destacable en los últimos años ese ha sido el de Harry Potter. Todo el mundo conoce al interprete en la gran pantalla del joven mago, Daniel Radcliffe, quien se convirtió en uno de los rostros más conocidos del mundo después de pasar un casting de cientos de aspirantes para hacerse con el papel. Lo que poco saben es que Radcliffe quedó finalista en el casting junto a otro niño, del cual no sabemos nada, solo que finalmente sería descartado. David Foenkinos se basa en esto para presentarnos la la historia de Martin Hill, trasunto literario de ese otro chico que pudo ser pero que al final no fue Harry. Y como eso marca su vida fatalmente. PARTE 1 Sospecho que esta va a ser la parte que más voy a disfrutar de la lectura. Me encanta el estilo del autor, es vibrante, acido y lleno de frases para enmarcar por lo que lapidarias que son, y a la vez tiene algo entrañable y tierno, que me recuerda al narrador de alguna película infantil que vi de niña (creo que de Tim Burton o la de “ Una serie de Catastróficas Desdichas” jajaja). Y además, el libro es muy fácil de leer, por su prosa ágil y sus capítulos cortos. Me gusta la forma en que David Foenkinos se mete en la piel de sus personajes y como les hace tan cercanos y logra mostrar sus personalidades y su mundo interior. El padre de Martin me ha dado bastante ternurita y pena. Me gusta que sea una novela sobre perdedores, sobre gente que no logra despegar. Y la premisa me parece super original, algo en lo que nadie hubiera reparado, ese chico que se quedo a las puertas de ser Harry Potter.. Me encanta la forma en que el autor logra transportarnos a la fiebre que supusieron las pelis de Harry Potter. Me ha transportado a mi infancia y me ha recordado la emoción que sentí cuando leí esos libros y vi esas pelis por primera vez, y que me embargaba cada vez que salía una nueva peli y libro. Y me ha hecho mucha ilusión descubrir detalles y curiosidades sobre como se forjó la creación de las pelis, con detalles sobre las biografías de la autora y el director. PARTE 2 La gente en muchos comentarios se pregunta siJ. K. Rowling o Daniel Radcliffe han leído esta novela. Y yo, mientras leía, solo puedo pensar si lo habrá leído el chico real que quedó segundo en el casting de Harry Potter. Porque, honestamente, no creo que fuera fácil para él verse avasallado día y noche por los films cuando se estrenaron y el merchandising que les acompaño (y sigue haciéndolo) , y solo espero que todo no fuera tan trágico a lo que nos cuenta Foenkinos en esta ficción con su protagonista. Martin no puede darme más pena, en serio. Lo de su padre me ha desgarrado totalmente mientras leía. Y más tarde lo de los trozos de aluminio… Sin comentarios. Ya todo eso se le añade la presión y el trauma que le supone no haber salido elegido Harry Potter. En serio, te dan ganas de traspasar las hojas y acercarte a él y decirle que no fue su culpa (o decirle, por lo menos, que Daniel Radcliffe fue con diferencia el peor actor de toda la saga). El autor logra expresar muy bien todo el sufrimiento de ese chico, como poco a poco va cayendo en la depresión y en la angustia. Porque eso es lo que parece que siente. Es un viaje emocional muy bien representado. Mientras leía y veía todo desde la perspectiva de Martin, me acordaba de cómo se vivió el Boom cuando salían los libros y las películas de Harry Potter. Y verlo desde esa otra perspectiva del perdedor le da todo un aire muy tétrico que poco tiene que ver con las ganas y la ilusión con que recibía cada película y cada libro. Una muestra más de que lo más interesante de este libro es como nos muestra la cara B de la gloria, la historia de los perdedores. Es que no puedo describir como me angustia leyendo como el chico acababa por identificarse con Harry Potter para bien y para mal. Era terrible la obsesión que tenía, hasta ver paralelismos entre sí situación y la de el personaje. Es una sensación de que de tensión mental. Increíble. Y odio eterno al padrastro y al hermanastro. En serio, cuando lees Harry Potter sabes que los Dursley son personajes muy ficticios y que están muy estereotipados. Son una versión moderna de la madrastra y las hermanastras de la cenicienta, hay algo lejano en ellos que hace que simplemente les odias y les desprecias por lo mal que tratan a Harry. Pero leyendo sobre Marc y Hugo en este libro, da miedo porque hay mucha gente que es así en la vida real. Para mí, esto ha sido lo más real y aterrador de toda la novela, saber que hay gente tan mezquina y me dió, creo que para sentirse superior y para lograr lo que quiere, no dudan en machacar a los demás, en hacerle sentirles inferiores. PARTE 3 Para mí esta historia es la crónica de un duelo, con Martin, pasando todas las fases del mismo. No sé cómo acabará, pero esa es la impresión que me queda por ahora. de todas maneras, debo decir que leyendo esta parte me parece que el autor ya no pone tanto enfásis en el personaje a medida que va creciendo y avanzando hacia la adultez, me da la impresión de que le interesa más contar cómo vivió todo el trauma de Harry Potter cuando era un niño y adolescente. Muchas cosas pasan en esta tercera parte. Y ninguna tiene desperdicio. Y a mí por lo menos solo me hace sentir más pena por Martin, por lo hecho polvo que está y por lo mal que se encuentra con su depresión. Es que es demencial que se sienta un perdedor cuando el tío ha conseguido un puesto en el dichoso Louvre. En el Louvre, ni más ni menos. Y encima va progresando por méritos propios. no se es un poco como “Martin, siento mucha empatía por ti y me sabe mal por todo lo que has pasado, pero espabila tío que podrías estar peor”. Pero al mismo tiempo, uno no puede dejar de pensar en que en todo lo que este personaje tiene detrás, ya no solo el rechazo y la pérdida del papel de Harry Potter, también toda su historia familiar. Está claro que Martin tiene cierta propensión a la tristeza, lo que junto a todas las cosas que ha vivido en una época tan delicada como es la adolescencia, es lo que ha marcado los compases de su vida para mal. Incluso, aunque haya muchas cosas que resultan demasiado dramáticas o poco creíbles, creo que esa es la intención del autor: demostrar que por más que lo tengas todo a tu favor, hay veces que no se puede escapar de la tristeza o el sentirse uno abrumado por el mero hecho de vivir. Cosas como estas, para mí han hecho que la novela se haya descabalado un poco para mi, la verdad. Siento que han pasado muchas cosas que resultan muy poco creíbles o que resultan muy forzadas, y por ello me deja la impresión de que es un poco irregular. Que el hombre se haya convertido en el jefe de personal de un lugar de reunión, por así decirlo, de gente que se ha quedado segundona en su vida, me parece un tanto surrealista. Y es que no hablamos de segundones cualquieras, sino de finalistas al premio Goncourt o a películas con directores de renombre. Que son cosas mayores. Y todos ahí, escapando de la realidad en el dichoso Louvre. Todo eso me parece demasiado surrealista. Que por un lado me alegro que Martin encuentre gente que le entienda, pobrecito mio. Pero por otro, como que no me lo creo. Eso sí, ese momento en que Martin se siente identificado con el resto de cuadros que hay en la misma sala que la Gioconda y con un autor del que nada se sabe… Me ha parecido muy potente. Quizás demasiado dramático, sí, pero muy potente. Creo que en esto tiene que ver que siempre me ha dado mucha pena que esa situación se ve, que todos los visitantes estén pendientes de una única obra y no se den cuenta que alrededor hay otras que también tiene muchísima calidad y belleza. Por otra parte, hay que reconocerle al autor que el viaje emocional de su protagonista lo ha sabido trasladar al papel muy bien. Es algo que está escrito con mucho realismo, y que logra que el lector sin ti que con Martin la muerte y entienda el porqué, pasa por todo lo que pasa. La parte del Castillo en Polonia. Por un lado me ha dado mucha risa, era todo demasiado surrealista. Y por otra era como “si, me da vergüenza ajena toda esta historia, pero no sé cómo me comportaría yo si me dejas en un castillo que hace las veces de Howgarts 🤣”. Al menos el final de esta parte, deja un resquicio para la esperanza… Y eso me recuerda a cuando la Rowling decía en su saga que el amor era la fuerza más poderosa de todas. Foenkinos logra mirar de una forma parcial y lógica el fenómeno fan que a muchos nos debería dar que pensar, todo hay que decirlo. PARTE 4 ¡¡ Dios, que final !! Me ha parecido el broche de oro perfecto para esta historia, sobre todo después del bajón, que para mí fue la tercera parte. Que sí, que lo que sucede aquí va en consonancia con lo que hemos leído anteriormente, en el sentido de que es un tanto surrealista y que se da de una forma muy poco creíble. Pero puestos a que sucedan cosas inverosímiles, creo que esta es la que mejor podía ocurrir a la hora de cerrar la historia. Esa conversación entre Martin y Daniel Radcliffe es lo que se necesitaba para cerrar esta novela. Dudo que hubiera podido darse en la vida real, solo agradezco que la ficción nos pueda regalar momentos así. Mientras leía no podía dejar de imaginarme cómo sería si esa escena hubiera se llevase a la pantalla y el mismísimo Radcliffe se interpretase así mismo. Tendría algo de catártico. de todas maneras, me da rabia que Martin solo haya podido superar abrir paréntesis o por lo menos así lo intuimos). Sus traumas con esta conversación. Me queda la sensación de que sí, ha sufrido mucho, pero a veces el mismo ha sido su propio verdugo. Me da tanta pena como rabia. Esta es la parte más corta de todo el libro, pero es a la vez donde cristaliza todo lo que el autor quiere decirnos. Se hace una muy necesaria crítica a lo que se denomina “ la dictadura de la felicidad de los demás” , la cual creo que es muy importante en el mundo en que estamos ahora. Quizás me hubiera gustado que se incidirá más en la crítica a las redes sociales y a la manía de mostrar solo lo mejor de nuestras vidas o incluso exagerarlo. Es algo que a modo personal me parece muy importante y que no pocos problemas y ansiedades. Leyendo me queda la impresión de que Radcliffe, a su manera, también fue un perdedor. Siendo un niño perdió su vida, y esta, al final, es la otra cara de la moneda de la de Martin, tan parecida y tan diferente a la vez. Lo enriquecedora que me parece esa conversación no se puede explicar, en serio. Tras leer la conversación entre los dos, uno no puede dejar de pensar si realmente al actor le mereció la pena meterse en la piel de Harry Potter durante la mayor parte de su niñez y toda su adolescencia. Y si a Martin le le ha compensado sentirse tan mal todos estos años cuando, al final, ha tenido muchísimas más posibilidades de ser feliz y tener una vida más completa. Al final, los dos personajes (el ficticio Hill, el real Radcliffe) cristalizan algo que todo el mundo se le ha pasado por la cabeza alguna vez: el que hubiera pasado si las cosas en tu vida hubieran sido diferentes, si la decisión de un tercero hubiera sido distinta o la suerte hubiera virado en otra dirección, si se hubieran seguido otros derroteros. Es algo que todos hemos pensado alguna vez, y que tiene algo hipnótico y de irremediable. Quizás ahí está la gran enseñanza de la novela: hay que contentarse con lo que uno tiene, porque al final eso es lo real. Pensar en una vida hipotética que nunca se ha dado no lleva a nada, solo a pensar que la que tú tienes es un absoluto desastre. En resumidas cuentas “ El Número Dos” es la historia de un perdedor en busca de si mismo. Pero creo que no es solo la historia de Martín Hill, y una crónica de cómo fue el fenómeno fan de Harry Potter. Hay en esta obra de ficción, una fuerte carga crítica hacia la sociedad. Si en la forma en que todos nos empeñamos, siempre en reencarnaré, calcar nuestros éxitos y demostrar de cara a la galería, todo lo que es positivo de nuestras vidas, venderlas como algo interesante y lleno de trascendencia. Y también es una critica hacia esas la de las filosofías que siempre viran hacia un positivismo barato, que defienden que se puede salir cualquier cosa con una buena actitud y muchas ganas. Ojalá fuera todo tan sencillo, ojalá todo lo que viéramos por redes sociales fuera verdad y todos pudiéramos ser felices con solo intentarlo. La vida no es tan lineal. Para muchos es un suplicio, no todos pueden salir de sus traumas tan fácilmente. Y sentirse mal con uno mismo, no poder levantar la cabeza, no te hace ser inferior a nadie, tienes todo el derecho del mundo a sentirte así. David Foenkinos me ha encantado en este primer libro que disfruto de él. La novela parte de una premisa simple pero que da de pensar mucho. Creo que muy pocos hubiéramos podido pensar en lo que pudo ser la vida del niño que no fue Harry Potter y en lo impactante que resulto todo para los implicados en ese fenómeno. Es increíble la forma en que el autor logra que algo tan simple nos haga pensar a todos y se convierta en una certera crítica a muchas cosas. No solo hay crítica y dramatismo en este libro, también hay humor, ternura, acidez, esperanza y una melancolía llena de brillo. El estilo de este libro es vibrante. Me lo hubiera ventilado en uno o dos días si no hubiera tenido que respetar las metas de la lectura conjunta, ya que al ser capítulos tan corto se lee muy rápido. Todas maneras, debo reconocer que la parte que más he disfrutado ha sido la primera, ya que me ha encantado descubrir todos esos datos y curiosidades sobre la publicación del primer libro de Harry Potter y la gestación de las películas. Me reitero en que quiero leer más cosas de este hombre. + Leer más |