La memoria de las acuarelas

Un día Paco va con su nieta a ver una exposición de pintura, todas las semanas va a ver una, ya que Paco en su juventud pintaba y es un gran aficionado al arte. Cuando entra en la galería y ve los cuadros, se queda en shock. Son sus propios cuadros los que desaparecieron hace 60 años a pocos días de que los expusiera. ¿Quién los ha robado? ¿Y por qué los ha expuesto con el nombre de Tino Acevedo? de resolver estás dudas se encargará su nieto Saúl que viajará a Avilés a investigarlo.

Con esta premisa tan interesante nos adentramos en un libro lleno de historias familiares, pintura, misterio y algun que otro secreto.
Tiene capítulos cortos en los que poco a poco nos vamos metiendo cada vez más en la vida de Paco y sus amigos. Me ha gustado mucho como está narrado: intercala algunos capítulos en los que personas del pasado de Paco nos llevan a los años de su juventud (estos son mis favoritos) y capítulos narrados por Saúl en el presente mientras lleva a cabo la investigación. Poco a poco nos va desgranando el misterio y según va presentandonos personajes y situaciones, te va creando más sospechas. Tenía un montón de hipótesis y os aseguro que el final me ha dejado loca, no me lo esperaba para nada.

Ya el principio de esta historia te deja con ganas de más, de saber qué ha pasado y qué ha ocurrido. Un inicio impactante en el que un anciano va a descubrir que han robado unas acuarelas que él pintó hace tiempo...
Descubrir quién está detrás de ese robo y el porqué será labor de Saúl, el nieto de ese anciano. Un chico que vive por y para trabajar. Un susto le hará replantearse todo, por lo que viajará a Avilés a intentar averiguar todo lo que pueda de quién robó los cuadros de su abuelo.

La historia intercala capítulos del presente en los que vemos a Saúl y cómo va avanzando en su investigación, con capítulos del pasado en los que veremos acontecimientos y anécdotas del pasado que serán los que aclaren el misterio. Estos capítulos están contados desde los puntos de vista de algunos de los personajes con los que Saúl se va encontrando por Avilés y también por el propio abuelo Paco.

Es una historia que engancha, que te mantiene pegada a sus páginas intentando describir quién ha sido y porqué. Una historia en la que podrás elaborar más de una teoría y que, aún así, logra sorprenderte al final.

Una historia en la que no solo encontramos un misterio por resolver. También nos habla de cómo una persona puede cambiar su vida, de lo que es realmente importante y de hasta donde puede llegar alguien por ganar fama o prestigio o, incluso, por la familia.

Una historia en la que vamos a encontrar personajes entrañables que te van a tocar el corazón, mención especial al abuelo Paco😉😉. Y personajes con muchos claroscuros que logran captar tu atención y que quieras saber más de ellos.

Me gustó mucho la escena final del epílogo. Logró emocinarme🥰. Y, también os diría, que no dejéis de leer la nota de autora al principio de la novela, también lo logrará 😉😉.

- Capítulos cortos y adictivos.

- Investigación por el pasado, misterios y secretos.

- Vuelta a los orígenes y conocimiento del arte.

- Recordar que es lo verdaderamente importante.

- Saúl al principio me caía regular, pero le he ido cogiendo cariño a medida que avanzaba la historia y él abría los ojos.

- Me gusta mucho como la autora nos introduce las anécdotas del pasado de forma natural y nos hace viajar por esos recuerdos.

- Me sentido un poco impotente por como sucedió todo y me ha dado mucha pena por Paco.

- Además, se introducen personajes secundarios que van tomando protagonismo en la historia y a los que llegamos a conocer de manera muy clara.

- Hay giros sorprendentes que te harán replantearte muchas teorías.

- Paco, sin ninguna duda, es mi personaje favorito, es entrañable.

- Ha sido un viaje precioso por estas páginas, la forma de escribir de Carmen me ha enamorado y estoy deseando volver a leerla.

- Lectura amena y súper recomendable.

En esta novela descubrimos la infancia y juventud del abuelo Paco, así como de su mejor amigo, Manuel Cano.
Todo empieza cuando el abuelo Paco descubre en una exposición unos cuadros que ha pintado él, y a los cuales perdió la pista hace años, pero que están a nombre de otra persona. Esto hará que su nieto Saul viaje hasta Asturias para descubrir qué sucedió con esas acuarelas.
Allí Saul conocerá gente que, aparentemente sabe más de lo que cuenta, y que, de una forma u otra, le ayudarán a dar con la verdad.
Es una historia que se lee muy bien, todos los capítulos terminan de tal forma que sientes la necesidad de seguir leyendo para saber que va a suceder a continuación.
Tal y como va conociendo Saul los acontecimientos del pasado, el lector va imaginando posibles culpables a lo sucedido pero, ¿será alguno de esos? Tendréis que leerlo para saber que pasa.