Extracción

No he leído ningún libro de estos dos norteamericanos, no conozco las bondades de Aloysius Pendergast y la única razón de acercarme a este relato son los dientes.

También ignoro ( o no) donde nace esta curiosidad hacia lo dental, ¡ohh, ohh!, el caso es que entre el ratoncito Pérez ( juro que no es familia mía) y el hada de los dientes se hacía necesaria una versión más...terrorífica.

O tal vez cierta retorcida parte de mi subconsciente sueñe con una doctora sangre oscilante...
Vaya usted a saber que oscuros demonios dominan mi mente cuando entro en fase R.E.M.( aquí algún ochentero se ha puesto a cantar).

El cuentito, como bien se ha dicho, puede leerse seas fan o no del famoso detective, pues transcurre en su infancia, aquí no se deja el incisivo bajo la almohada y aparecen 20 euros ( tarifa revisada 2022, por unidad), hay que llevárselo a un simpático viejete, que hasta yo, a mis canas, si me lo encuentro una noche por la calle me cago la pata abajo.
Espero que cagar no baje nota pues lo hago con tozuda regularidad.

El mundo del relato está lleno de escritores que sudan la gota gorda para conseguir la sorpresa, incluso algunos ponen patas arriba la literatura con tal de conseguir el Santo Grial de la originalidad y la perfección.

Aquí la parejita ni se despeinan, pin, pan, pum, sota, caballo y rey, en un cuaderno de dos rayas para no salirse del guion , que retorcer tramas con suspiros escondidos que el lector debe presuponer del autor hay que dejárselo a los sabios. Ni que el arte de escribir fuera una gincana.

Así que con lo justo, pero con muchísimo oficio Preston y Child me meten el miedo en el cuerpo y paso un ratito agradable.

No le vamos a dar un Pulitzer o un Planeta por esto ( demasiado nivel esta extracción) pero debo reconocer que construcciones sencillas dan casi siempre buenos resultados.
La receta de la abuela.

Losing my religion ( si es que alguna vez la tuve)

A leer que son dos días.

Ésta es una de las entregas de la saga del agente Pendergast, y a pesar de que nunca había leído ninguna de las susodichas, el contexto se explica breve y fácilmente, reparando meramente en lo importante que antecede en las demás novelas.

Éste corto relato, contado en primera persona por Aloysiuis Pendergast, trata de un truculento episodio de su infancia. En aquella época, se había popularizado mediante rumores urbanos, el hecho de que la tradición del hada de los dientes, había sido alterada, hasta tal punto de volverse siniestra y macabra. En vez de a una dulce hada, exuberante de magia y cariño, los dientes deberán ser entregados al anciano señor Dofour, una persona decrépita y taciturna, temida por todo el pueblo, de la que se desconocía absolutamente todo. Cada vez que se te cayese un diente, debías conservarlo hasta que una noche, hubiera luna llena; ésa noche, si no te comportabas como decían los rumores, y no le entregabas al señor Dofour tu diente, éste te realizaba una visita nocturna para arrebatártelo.

La desdicha comienza cuando Diógenes, el hermano menor de Aloysius, cae en la creencia de esos rumores, y una noche decide visitar al señor Dofour para entregarle su diente. Aloysius se oponen cuando lo descubre ya que lo considera una tontería, algo sin sentido, risible. ¿Pero cómo se quedará Aloysius cuando descubra que hay un mundo alternativo en el que la lógica y la razón son ajenas a la realidad? Donde todo lo perverso es posible...

Es un relato muy corto, para leer por la noche, solo en tu cama, o para emplear como recurso cuando cuentes con tus amigos historias de miedo. Sí que te puede poner un poco los pelos de punta debido a la tensión y al suspense, aptitudes que manejan muy bien Preston y Child en éste breve relato.

La trama es muy interesante y está muy bien argumentada, pero los claros cabos sueltos (que obviamente utilizan para que saques tus propias conclusiones, y considero que están bien empleados) me causan cierta irritación ya que no encuentro los fundamentos necesarios para darles una explicación (quizá sea que estoy algo carente de imaginación).

El final te dejará pensando, y a pesar de que sea algo predecible, me ha fascinado la originalidad con la que está escrito (y el resto del relato también).

En fin, es una novela muy entretenida, que se lee en poco más de media hora, perfecta para los lectores a los que les gusta sacar sus propias conclusiones,100% recomendable para leer en una noche luna llena...

Una historia muy corta, solo de 40 páginas, que nos relata una pequeña historia de terror, una variacion muy peculiar sobre el hada de los dientes, claro esa es su versión estadounidense, en mi caso sería la versión terrorífica del ratón de los dientes.

Pendergast nos lleva a su niñez con su hermano Diógenes y un vecino bastante tétrico al que cada niño tenía que rendirle culto entregandole los dientes de leche que iba perdiendo.

Es una historia completamente independiente a toda la serie y se puede leer perfectamente fuera del orden que corresponde, por supuesto es cortisima, pero más allá de buena, es fenomenal.

Me ha encantado!

Relato corto y entretenido para conocer un poquito más al agente especial Pendergast y su infancia.

Es una pequeña historia sobre algo que sucedió en la infancia de Pendergast con su hermano Diógenes. En esta ocasión la historia es contada por Pendergast a su pupila Constance en la biblioteca de su casa.

Un relato corto de la infancia de Pendergast. Un poco simple e insulso teniendo en cuenta a lo que nos tienen acostumbrados Preston & Child. Aun así, se lee en un momento y merece la pena.