Al final de la calle 118

Esta entrada la escribí en 2019, cuando leí el libro, y nunca llegué a subirla porque igual que tardé meses en escribirla por no saber como trasladar mi opinión, una vez hecho no estaba contenta con el resultado y cuando he visto que todavía estaba en borradores he decidido lanzarla y esperar que mi opinión sea clara y no el lío que me parece a mí.

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Llevo meses para hacer esta entrada y no hay manera, supongo que porque la sensación es agridulce.
Es un libro durillo, para que vamos a engañarnos. No se me ocurrió mirar las etiquetas que le ponía la editorial así que no estaba preparada para el nivel de drama que tiene el libro.

Empezamos conociendo a nuestra protagonista, Valeria, y las circunstancias en las que viven ella y su hermana. Es duro ver la vida que han tenido, cómo han llegado a ese momento y cómo intentan llevar el día a día.

Puesto que me encanta llevar la contraria, un personaje que me encantaba desde el principio era precisamente Raven. Donde los demás veían cosas malas yo solo era capaz de ver una persona intentando sobrevivir. ¡Ojo! que no justifico cómo se comporta o la forma que tiene de tratar a Valeria, pero hay que reconocer que la situación es mucho más complicada en su caso y no creo que sea fácil ver la vida que lleva Valeria y, en cierto modo, sentir algo de rabia. Es lo que yo veía , una persona consumida por la rabia y concienciada de que no hay más que la vida que tienen. Y si ya pensaba eso casi desde el principio, conocer cómo han llegado a ese punto hizo que fuese un personaje que hacía surgir mi lado más protector. Soy consciente de que en algunos momentos es muy egoísta y me sentía fatal por Valeria, porque vivir con una persona tan destrozada no tiene que ser nada fácil.
Creo que no pude evitar cogerle cariño a las dos hermanas, solo pensaba en la mala suerte que tenían y mis esperanzas estaban puestas en que las cosas mejorasen de alguna forma.

Otro personaje muy importante es Simón. Creo que su aparición hace la vida de Valeria más fácil, o al menos, más entretenida y con momentos más alegres. Él, junto con su abuelo, son los personajes más entrañables de la historia, de esos que dan ganas de achuchar.

Como veis, me estoy centrando más en contar lo que sentía leyendo, que de lo que va la historia, pero es que es mejor que lo descubráis leyendo el libro, ya sabéis que yo soy partidaria de ir lo más a ciegas posible en cuanto a la trama y a mí me dieron demasiados datos y no me llegó a sorprender. Esos detalles me los dieron una vez estaba leyendo el libro, creo que si me los hubiesen dado antes no me hubiese animado porque yo no manejo bien el drama y no me suele gustar.

Mi gran pega es el final. No me gustó. Tiene cosas que sí que me gustaron, como puede ser conocer más de lo que será de ciertos personajes, que siempre me estoy quejando de que cuando acaba una historia me quedo sin saber que pasa luego. También hay momentos muy emotivos y muy esperados durante toda la historia, pero hay algo muy concreto que no me gustó. Según avanzaba la historia tenía claro como me gustaría que terminase y empecé a pensar en las distintas opciones y me llevé un chasco. Me enfadé mucho y le puse una nota muy baja al libro y seguí enfurruñada, pero no sería justo porque parte del final me ha gustado y el resto de la historia también. Además, me gusta como escribe la autora, transmite mucho.

Como soy cabezona, no puedo darle más nota porque va en contra del enfado monumental que llevaba encima, pero sí que se la subí hasta aprobarlo porque, como ya he dicho, me gusta como escribe la autora y gran parte de la historia me estaba gustando mucho.

En realidad, me encantaría comentar muchas más cosas, pero al ser spoiler no me atrevo, solo diré que ese momento con Mel, lo necesitaba y que me alegra enormemente conocer a Rachel. Los que lo habéis leído sabéis por donde voy.

Al final de la calle 118 es una historia dura, pero con momentos muy emotivos y que he disfrutado bastante, aunque no ha sido lo que esperaba.
Una parte del problema ha sido justo eso, que pensaba que sería otro tipo de historia y de ahí viene parte del chasco puesto que no me gusta nada el drama, pero es un libro bien escrito y con mucho sentimiento y si no os importa leer historias algo más durillas estoy segura de que disfrutaréis más que yo.
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Al ser el primer libro de Clara que leo/escucho no sabía muy bien que esperarme. Llevaba muchos años con ganas de leer este libro y no conocía opiniones de él porque no investigué sobre ello, pero pensando en que nota darle pude ver en goodreads que varias personas coincidían en lo mismo. Parte de los motivos de la nota es la protagonista, me pareció borde y desagradable sin motivo alguno, era difícil aguantarla la verdad. El interés amoroso me pareció bastante plano la verdad y como se desarrolla todo pues un poco sin más. El final me pareció super random y creo que solo lo salva la evolución de la hermana de la protagonista, aunque ese cambio se hizo de rogar. No descarto leer más libros de Clara porque he oído cosas muy buenas de ellos y quizás este no sea de sus mejores obras.

De la narración no tengo mucho que destacar, la voz de Lilian me resultaba agradable y si podía ver a la protagonista caracterizada con ella. Quizás me resultaba algo ambigua cuando el interés amoroso hacía intervenciones pues alguna vez no se distinguía bien cuando narraba o hablaba él por la voz que le dio. Algo a favor que tengo que decir es que cuando las hermanas discutían ella realmente lo representaba y se podía apreciar la ira y el rencor en su voz, discusiones así me gusta escucharlas con toda representación en vez con una voz normal, de esta forma es mucho más creíble y te mete más en la historia.

Tenía muchas ganas de leer este libro, principalmente por ser el ganador del Premio Literario La Caixa/Plataforma Neo del cual ya había leído Los días que nos separan de Laia Soler que fue el ganador de la primera edición y terminó siendo uno de mis favoritos. Aún así no tenía muchas expectativas ya que la sinopsis no cuenta gran cosa, pero al final ha resultado ser una grata sorpresa.

Está narrada en primera persona por Valeria, quien trabaja de modelo para poder pagar el alquiler de la habitación donde vive con su hermana, la cual por su parte también trabaja como prostituta. Valeria está perdida en la vida hasta que conoce a Simon, un chico que canta acompañado de su guitarra a los niños del orfanato de enfrente, ese que se sonroja cada dos por tres. Simon logrará traspasar los muros de Valeria pero, sin saberlo, se terminarán ayudando mutuamente.

Al comenzar la lectura se me hacía muy pesado, no pasaba nada relevante y parecía que iba a ser una de esas tantas historias sin mucha ciencia que se caracterizan por su simpleza, pero lo que me llamó la atención de esas primeras páginas fue que la autora toca temas no muy frecuentes en la literatura juvenil como la prostitución u otros que no voy a nombrar para no spoilearos. Pero después de todo la historia da un giro importante, vamos descubriendo más sobre Raven, Valeria y Simon, hechos que dan más juego a la trama y hace que nos metamos en la piel de Valeria, ya que son situaciones muy reales. Pasó lo mismo con los personajes, no conecté con Valeria hasta mucho más adelante, además al principio todo lo que hacía lo hacía pensando en la hermana cuando esta actuaba como si no existiera así que eso me ponía de los nervios, pero mientras la trama se va desarrollando vemos la evolución de los personajes y como van creciendo. Por otro lado, Simon es un chico muy raro pero bastante tierno. No pensaba encontrarme con un personaje así, pero es imposible no encariñarse con él.

Por último, no se que deciros del final. No es malo, pero yo hubiera sido mucho más feliz sin esos dos últimos capítulos. Es totalmente inesperado e increíblemente trágico, y no me terminó de encajar del todo, seguramente porque no me lo esperaba. Después de todo lo que habían pasado estas dos chicas creo que se merecían un final totalmente distinto. Es de esos finales que te hacen llorar a lágrima viva, así que avisados quedáis. Es un libro que recomiendo muchísimo pero no os desaniméis si al principio veis que no avanzáis, porque al final vale mucho la pena.

Hooola, ¿cómo están? Hoy les traigo la reseña de uno de mis libros favoritos del año pasado. Uno de los libros que más me han hecho sentir y una de las más gratas sorpresas que tuve.

"Al final de la calle 118" es contado en primera persona por Valeria, una chica que se vio obligada a dejar el colegio para trabajar como modelo y poder ayudar a Raven, su hermana, a pagar el alquiler y los gastos de la casa. Sí, ellas viven solas, su madre las dejó cuando eran pequeñas y tuvieron que buscarse la vida por sí mismas. Nada ha sido fácil y prueba de ello es el motel de mala muerte donde viven y el trabajo que tuvo que tomar Raven para poder sobrevivir: la prostitución. La vida de Valeria comienza a tornarse diferente cuando le presta atención a la música que hay al final de la calle. ¿Quién es el chico que toca y porqué la intriga tanto?

"Al final de la calle 118" es uno de esos libros que no disfrazan la realidad de ninguna manera, cuentan la realidad aunque sea dura y duela, pero que son necesarios. No se maquilla a los personajes con virtudes de los que todos podríamos enamorarnos ni mucho menos tienen el físico perfecto; son tan imperfectos como cada uno de nosotros. La crudeza con la que la autora narra la realidad de Valeria hace que logremos apreciar aún más cada mínimo razgo de los personajes.

Raven ha sufrido las consecuencias de tener que trabajar desde los 18 y ahora su caracter es seco y despreocupado, además parece sentir repudio hacia su hermana. En cambio, Valeria se dedica a trabajar como modelo y hace lo posible por no perder su esencia, se refugia en la lectura e intenta no molestar demasiado a su hermana.

A pesar de tener varios personajes secundarios, ninguno está de relleno y todos aportan un pequeño granito de arena a la historia. Los que más me gustaron fueron Mel, una niña pequeña que es fundamental en la historia, y Simon, el chico que toca música y a partir de la cual conoce a Valeria. Simon es amable, comprensivo, trabajador y tímido, el único "problema" es que no es un chico atractivo, más bien pasa desapercibido.

He visto que a varias personas no les gustó este libro por la manera de ser de Valeria y por la actitud que toma respecto a Raven. Y por lo visto hay dos opciones, te gusta o no te gusta. Definitivamente yo estoy del primer lado. al menos lo que yo sentí no fue un desprecio hacia la prostitución sino en lo que se había convertido Raven.

Una de las cosas que más aplaudo de esta historia es que trate temas tan delicados como el abandono por parte de los padres, la prostitución y la adopción. Realmente son temas que no son tocados en la literatura juvenil y que Clara Cortés se atrevió a usar sin restricciones ni censura.

Solo tengo una cosa más que decir y es ¿POR QUÉ ESE FINAL, CLARA? ¡Has roto mi corazón completamente y no creo poder reponerme!

Si aún no los he convencido con las tropezadas oraciones de arriba, al menos dénle la oportunidad a la autora que escribe de una manera asombrosa. Su narrativa es super fluida y, a pesar de ser su primer novela publicada, es mucho mejor que la de otros autores. En serio, quedé enamorado de la forma de escribir de Clara Cortés y espero algún día pueda firmarme mi libro c:


Díganme si ya leyeron este libro y qué les pareció. Si no lo conocían o tenían dudas sobre él, espero haberlos convencido un poco. Cuéntenme lo que quieran acá abajo y yo con gusto les respondo.
Enlace: http://laspaginasdeerick.blo..

No sabría por donde empezar a explicar cuáles han sido mis sentimientos con esta novela. Diría que estoy entre el cabreo y la desesperación.
Encontramos a una protagonista rota de dolor y vivencias. Podríamos decir que este libro es una constante búsqueda hacia la felicidad o, al menos, hacia el equilibrio. Valeria se busca sin éxito. Se encuentra perdida, sin ánimos, sin esperanzas... Intenta ayudar a todo aquel que se cruza en su camino; dejando de pensar en que quien más ayuda necesita es ella misma. Estas 354 páginas son de puro dramatismo. Una chica que no finalizó sus estudios, que tuvo que madurar prematuramente, que tiene una hermana mayor que ella, a la que debe sacarle las castañas del fuego cada dos por tres, y viviendo en un motel que se encuentra al final de la calle 118. En la parte de la izquierda, o la derecha, según se mire. Donde sus vecinos tienen el mismo nivel socioeconómico que un escarabajo, o casi que un gusano que está por debajo del subsuelo.

Sin embargo, nos iremos topando capítulo a capítulo con una protagonista que a pesar de que no le gusta su trabajo lo desempeña con la mejor gana del mundo, una Valeria que madura mucho más, si cabe, página tras página. Que se deja conocer, tanto por fuera como por dentro. Hablando sin tapujos, pero también pensando que, lo que menos quiere, es quedarse encerrada entre cuatro paredes como su hermana y que la traten como a ella. No quiere seducir a los hombres, no es su principal objetivo. al menos no es lo que ella necesita. Busca estabilidad, una vida mejor y huir de todo aquello que le ha ido cerrando puertas a su paso.

Si os gusta el dramatismo esta es vuestra novela. Si queréis ver como una persona que no tiene nada valora las pequeñas minucias que le ofrece la vida, como por ejemplo poder abrir los ojos diariamente, esta es vuestra novela. Un libro como la vida misma, una que no te regala nada y que, para colmo, te irá poniendo trabas a lo largo de tu camino. No sin antes presentarte el lado bueno de las cosas. Un chico que parece vivir en otra galaxia, que se siente tan perdido como ella, pero que gracias a él encontrará lo que verdaderamente estaba buscando. Y no, no es la felicidad. Lo que necesitaba Valeria era alguien con quien no conviviera las 24 horas del día, con la que poder desahogarse y con la que se sienta escuchada. Todo ello es Simon. Un chico que busca la sonrisa, que no se torna fácil, entre los labios de la protagonista.
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Una de mis mejores lecturas que se han convertido en favorito de por vida. La prosa de Clara Cortés es lo mejor de todo el libro, siempre dejando en vilo al lector. Una de las cosas que más original me ha parecido ha sido los títulos de los capítulos que tienen relación con lo que lees
Enlace: http://laslecturasdefransy.b..

Esta lectura ha sido bastante decepcionante. Ha ido de más a menos.

Lo que más debo destacar es el estilo de la autora, es muy bueno. Por eso, al comenzarlo, pensé que me encantaría, pero la trama (o su falta) ha conseguido todo lo cotrarío.

Valeria, la protagonista, es insoportable y tiene cero empatía. Lo que no entiendo es porqué la autora no decidió contar esta historia desde el punto de vista de la verdadera protagonista, Rachel. Ese si que es un personaje bien construido y con una historia muy interesante y es un personaje del cual me hubiera encantado conocer sus sentimientos y pensamientos.

Simon, el interés amoroso, tampoco es nada del otro mundo. Y es que he tenido un gran problema con los dos protagonistas y es la falta de entender, empatizar y aceptar lo que otras personas te piden. Y me da igual que tengan entre 17 y 19 años, eso es comprensible en todas las edades.

Como ya he dicho, el libro no es que tenga una gran trama, es muy flojito.

Y ya llegamos al final, que es lo que ha conseguido que este libro sea un completo NO. Lo siento, pero lo que sucede me ha parecido ridículo. Es lo típico que hacen los autores para finalizar por todo lo alto y lo que realmente hacen es cagarla de manera estrepitosa por meter un intento de melodrama sin sentido.

Antes de terminar con esta reseña, quiero destacar la gran labor de la narradora de este audiolibro, que hace un trabajo impresionante.

Si que es cierto que quiero leer algo más reciente de esta autora porque su estilo me gusta y espero, de verdad, que haya mejorado en el tema tramas y desarrollo de la historia.

Es un libro para reír, para ilusionarte y llorar. Te hace creer en las casualidades y que cualquier cosa puede pasar en cualquier momento.
Dos hermanas que se tienen que buscar la vida para poder sobrevivir sin llamar demasiado la atención, sin que nadie se entere de que están solas.
Es un libro que engancha desde el minuto 1. Una prostituta y una modelo. ¿Existe otra vida para estas pobres criaturas que la vida les ha dado mil golpes?
Se ve el punto de vista de Valeria, que trabaja de modelo y siempre se para en el mismo lugar, hasta que un día su vida da un giro.
Enlace: https://libertaddeloslibros...

Al final de la calle 118 es de esos libro que te roban un poquito de ti, porque se queda dentro con sus personajes. Está contado de tal manera que te llegas a poner en la piel de sus protagonistas y sufres y sonríes con ellos.

Lo empecé a leer a ciegas, ya que no me había fijado en ninguna reseña o critica, y no me arrepiento. No me esperaba para nada esta historia y eso es lo que más me ha gustado, los giros que da y las sorpresas que me he llevado. Además de las lagrimas finales. Pocos libros me han hecho llorar así, desde dentro.

Mi enhorabuena a Clara :)

La novela nos contará el día a día de Valeria, sus encuentros con Simon, su trabajo como modelo, la forma en que le afecta la prostitución de su hermana, cómo se van entrelazando algunas cosas hasta que llegan a afectarles directamente y, en general, las vueltas que da la vida y lo inesperado de la misma. Como diría Raven: C'est la vie, Valeria.
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