El cazador de la oscuridad

Leí este inmediatamente después de terminar El tribunal de las almas porque quería saber que sucedía a continuación. En los dos libros se resuelven una serie de asesinatos diferentes, pero es importante leerlos en orden por la historia personal de los personajes principales: Marcus y Sandra, ya que en esta segunda parte se nombra muy por arriba lo que sucedió en el primero libro. Y la parte más importante que sucedió en el primer libro y que en esta no se hace mención, pero es una parte CLAVE para entender el personaje de Marcus.
En este libro aparece un nuevo asesino en serie, “el monstruo” y va matando parejas por diferentes partes alejadas de la ciudad, de noche.
Sandra se mudó a otra ciudad y hace tres años que no se ve con Marcus, hasta que el primer asesinato los reencuentra, y a partir de ahí entre los dos van siguiendo las pistas para encontrar a este nuevo asesino antes de que vuelva a atacar.
Plot twist: sí, uno grande, y no me lo esperaba.
El libro comienza con el descuartizamiento de una monja, pero queda sin resolver, hasta el final del libro, que es lo que queda en suspenso para el libro número tres. Así que espero que traduzcan rápidooooo el tercer libro porque quiero saber YA como continúa la historia asdfghuj.
La pluma del autor: La lectura es ágil, empezás a leer y no querés soltar mas el libro hasta averiguar qué es lo que pasa, y además la historia es súper original porque está basada en un hecho real. El tribunal de las almas y los penitenciarios de verdad existen en Roma, y desde hace varios siglos de hecho. Me alegro que este escritor haya decidido escribir sobre esto. Definitivamente Carrisi se ha convertido en uno de mis escritores de thrillers favoritos y pretendo seguir leyendo más de sus libros.

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Donato Carrisi es un escritor fuera de serie, tiene una enorme capacidad de atraparte, de contar historias de tal manera que es imposible soltar un libro una vez que lo empiezas y en este caso en particular me ha mostrado un poco más de un personaje tan peculiar como diferente en este género, su protagonista no es para nada común.

Marcus es un cazador del tribunal de las almas, un hombre atormentado por un pasado desconocido y sin un futuro real, su única misión en la vida es perseguir el mal y en esta entrega se encuentra con ese mal de frente y le quita de su vida lo poco que tiene.

Es brutal, no hay otra manera de describirlo, la historia, la forma de contarlo, sus personajes, los asesinatos, las razones, las motivaciones, todo va enmarcado en un estilo genial y atrapante. Nunca sabes por dónde te va a salir con un estallido de genialidad, con una sorpresa, con algo inesperado y desvelando un poco más de ese pasado de Marcus que conocemos poco y él todavía menos.

Es verdad que Carrisi me ha quedado a deber, en la entrega pasada quedaron algunos temas sin resolver que esperaba que me los explicara en esta entrega y no fue así, sí que es verdad que el libro es tan bueno que tampoco extrañé mucho los personajes de la primera entrega, también es verdad que soy una curiosa y que necesito que me den explicaciones, tal vez sean innecesarias puesto que lo importante está dicho, pero aun así...

Pues nada, que recomendar esta serie es quedarme corta, para los amantes del género es un indispensable y es necesario leerse los libros en orden sin saltarse ninguno porque la vida de Marcus es tan importante como los casos que se investigan.

A por el tercero que salió recientemente.
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En cuanto leí la sinopsis del libro supe que me gustaría muchísimo, y sinceramente no me equivoqué. Ha sido una lectura buenísima, que he disfrutado muchísimo.
Ha sido un thriller que me ha parecido muy completo. Encontramos intriga, asesinatos del todo inusuales (a los que les tienes que dar una vuelta de más a la cabeza para averiguar por qué lo hace así), un amor que se va haciendo visible conforme vas leyendo y muchísimos secretos.
En cuanto a los personajes, nos encontramos con personalidades nada planas, para mi gusto muy bien construidas. Esas actitudes se van desarrollando conforme va pasando la historia. Sin duda, mi personaje favorito es Marcus, que a pesar de la tortura que debe de ser no saber nada de tu pasado, él se aferra al presente e intenta averiguar cuanto antes quién es el asesino para evitar más muertes. Además, Marcus posee una habilidad muy curiosa que lo hace ser diferente del resto de personajes.
Algo que también me ha gustado mucho del libro es que hasta el final, no pude saber que había cosas de las que se hablaban en el libro que eran ciertas (lo supo en una especie de entrevista que se le hacía al autor). Si lo leéis sabréis de qué se trata, y la verdad os sorprenderá, ya que es algo inquietante.
En definitiva, ha sido un libro que me ha encantado, un escritor que por ahora merece la pena leer (estoy segura que leeré más cosas sobre él) y una trama que te abduce y te mete entre las calles de Roma y sus personajes.

Seré sincera; fue leer "Roma" y "Vaticano" y me hice una idea preconcebida que nada tuvo que ver con lo que me encontré en la novela. Creo que El código Da Vinci me hizo mucho daño. Pero por una vez tengo que agradecer haberme equivocado, porque pude partir sin prejuicios y mucho más enganchada a la trama de lo que creí que llegaría a estar. No van por ahí los tiros.

La novela es un thriller en toda regla, con un protagonista del que sabemos muy poco porque ni él mismo recuerda su pasado. Desde aquí cada capítulo va tejiendo una compleja historia que siempre acaba en punto y coma, siempre nos deja con ganas de leer un poco más porque hay demasiadas preguntas y cuando la historia engancha, deseas con urgencia obtener respuestas. Ahí he de reconocer que Donato Carrisi es un mago con las palabras y sabe tejer de maravilla unas historias realmente complejas pero atractivas, sin dejar que el lector pueda perderse. Quieres que todo el mundo esté pendiente de tu próximo movimiento y que trabajen contigo en averiguar quién es el asesino de tu novela... y sí, aquí han sabido mantenerme en vilo hasta las últimas páginas. Me encanta permanecer engañada toda la novela sin tener ni idea de a dónde me llevarán tantas incógnitas.

También me gusta mucho la forma en que los personajes y escenarios van apareciendo. Es una descripción muy rápida y sin recrearse en vanalidades innecesarias, por tanto resulta muy sencillo imaginar los acontecimientos como si se tratara de una película. Por su parte, aunque no profundiza demasiado en el carácter de los dos protagonistas (Me hubiera gustado empatizar con ellos) sí me parecen creíbles y nobles, no de esos que acabas aborreciendo y por tanto te provocan una relación amor-odio con la novela.

Y es original, porque batalla varios frentes al mismo tiempo: Un posible asesino, tal vez cómplices interesados en encubrirle, secretos del pasado aún sin concluir, personajes cuya identidad desconocemos, cuentos infantiles con sobrenombres enigmáticos... al menos a mi me ha sido muy difícil dejar de leer hasta el mismísimo final de la novela, y solo por eso la recomendaría una y mil veces.

¡EH! Para que luego nadie me eche el alto: Existe una primera parte, pero son independientes. Yo no la he leído así que puedo confirmarlo, entendí a la perfección todo lo que me contaban en ésta novela aunque "El tribunal de las almas" nos presente las vidas de sus protagonistas años antes. Diré más; creo que incluso agradezco haberlos leído en este órden porque es un puzzle tan bien estructurado que hasta el final de la segunda novela no comprendes los oscuros secretos que te aguardan en la primera.

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Leído a continuación de “El tribunal de las almas”. Quería saber cómo continuaba la historia, y no pude esperar. Este libro no tiene nada que envidiarle al anterior… Es igual de trepidante y se lee en un abrir y cerrar de ojos.

Desde siempre se nos ha presentado la ciudad de Roma como aquella llena de historia y de secretos escondidos entre las luces y sombras de sus calles estrechas y sus grandes descubrimientos.

La ciudad del Vaticano, es la ciudad Santa pero quizás los que habitan en ella guardan bajo llave grandes maldades llevadas a cabo por los suyos y por otros que desean el mal de la humanidad.

Estas dos ciudades cogen cuerpo por ellas mismas transformándose en dos protagonistas estáticos en la última novela del aclamado autor Donato Carrisi quien con su pluma magistral nos presenta un thriller psicológico que nada tiene que envidiar a las obras de Dan Brown.

El cazador de la oscuridad es un acierto seguro para todo lector capaz de creer aquello que no ve y descubrir en aquellas pequeñas señales escondidas a lo largo del tiempo un secreto a voces que está a punto de ser revelado.

Duomo ediciones nos presenta a Marcus, un sacerdote con el curioso don de detectar el mal escondido dentro de las personas, y a Sandra, una fotógrafa con un don aún más peculiar, puede hacer visible aquello que permanece oculto.

Juntos deberán capturar a un asesino de parejas jóvenes guiado por un instinto malvado y perverso.

Sus pasos les llevaran a la ciudad del Vaticano donde pervive un archivo sobre los mayores crímenes de la humanidad. Un lugar donde se respira la maldad y la vileza, un lugar donde el lector se sentirá atrapado en la oscuridad y seducido por los misterios que podrá descubrir.

Una narración con un tempo vertiginoso donde el lector se sentirá atrapado en los zapatos de Marcus y Sandra y hasta el final de la misma no sabrá si será la esperanza la ganadora de esta lucha por el bien o si sus almas se sumirán en la negrura del mal.

Las anomalías perviven en nuestro mundo y en nuestra existencia y aunque no todos podamos verlas y reconocerlas debemos estar preparados para llevar acabo la lucha contra el mal.

Una novela que es imposible dejar de leer, atrapa desde la primera pagina y cuanto más lees más necesitas continuar leyendo.

Los derechos de la novela ya han sido comprados por la Fox para producir una serie basada en ella.

No perdáis ni un segundo, las señales os esperan y para tentaros os dejamos sus primeras páginas.
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Tenía esta novela pendiente desde hace unos meses en la estantería, pero por unas cosas o por otras no había podido sacarle el hueco. Reconozco también que tenía un poco de miedo, porque he leído tantas reseñas positivas que me suelo llevar muchos chascos precisamente por las expectativas que generan tantas buenas opiniones. Pero no, estoy feliz de poder decir que lo he disfrutado enormemente. Muchísimo. Y me ha enganchado como hacía tiempo que no me enganchaba un libro de este género. Así que me alegro de que el mes del thriller me haya hecho sacarlo de su estante y ponerme con él. Ahora me arrepiento de no haberlo leído antes (soy una contradicción andante, lo sé).

Este libro está reseñadísimo a lo largo y ancho de la blogosfera, así que poco podré añadir yo a lo mucho que se ha dicho sobre él. Sí que quiero comentar que como ya me pasó con Sarna con gusto, he llegado a él sin haber leído los libros que le preceden (en este caso uno, El tribunal de las almas), y eso me ha pesado en algunas ocasiones porque aunque se puede leer sin problema ninguno (ninguno en absoluto), me hubiese gustado tener más información sobre la relación entre Marcus y Sandra antes de reencontrarse y sobre el propio Marcus. Vamos, que otro más que he añadido a la wishlist para hacerme con él en cuanto pueda (tengo en la wishlist ya casi más libros que en las propias estanterías, y eso ya es decir mucho...).

Bueno, al lío. No quiero comenzar hablando de otro recelo, pero debo hacerlo. No soy muy fan de los thrillers ambientados en el Vaticano, con sectas oscuras de la iglesia católica, etc... porque digamos que no soy muy fan tampoco de los libros de Dan Brown, que son los que me hicieron cogerle un poco de manía a esta temática. Me daba miedo que este libro fuese más de lo mismo. Pero no. Nada que ver. Donato Carrisi escribe bien, muy bien, y la historia en sí es muy interesante principalmente porque se sale del Vaticano y se va a recorrer también las calles de Roma, que es una protagonista más de la novela. Quien conozca un poco Roma (que afortunadamente es mi caso), o al menos la parte turística de Roma, reconoce todo lo que se va nombrando y es capaz de caminar mentalmente por esas calles junto a los protagonistas como si estuviera allí mismo. Y además Carrisi te va haciendo de guía turístico explicándote anécdotas, en unos casos reales y en otros meras leyendas, sobre los sitios que va nombrando, y es una gozada. Pocas ciudades hay como Roma y el Vaticano que carguen tanta historia a sus espaldas, para lo bueno y para lo malo. Y aunque puede que haya gente que tanta explicación le haya sobrado, no es mi caso. La he disfrutado de principio a fin.

Sobre la trama en sí, es totalmente adictiva. de verdad que hacía tiempo que un thriller no me enganchaba tanto. Apenas tengo tiempo para leer, y en dos o tres días estaba terminado. No puedes dejar de pasar páginas para saber cómo continúa, y de esto tienen la culpa varios factores.

El primero son sus personajes, muy bien perfilados y definidos, entre los que no puedo dejar de destacar al principal. Marcus es un gran personaje. Sin tener ninguna referencia suya al no haber leído la primera novela que protagoniza, llegas a conocerlo a la perfección (o se podría decir que llegas a conocerlo todo lo que él mismo se conoce, dadas las circunstancias de su situación). Este cura que apenas pisa una iglesia salvo cuando se cruzan en sus investigaciones es humano, imperfecto, tenaz y con mucho carácter. Es un cazador de la oscuridad, un penitenciario, que no recuerda cómo ha llegado a ser lo que es pero que no es capaz de ser de otra manera. de esos personajes que te encajan, que no te hacen poner en duda sus actos ni motivaciones, a pesar de que por el camino hagan cosas muy cuestionables (hay una escena hacia el principio del libro que se queda como suelta, empieza y termina ahí, y es el único fleco que se me ha quedado pendiente del libro... ¿es algo que hace habitualmente o solo ocurre en esa ocasión? ¿Por qué ya no se hace más referencia a este tipo de "actividad"?...¡Argh, necesito leer El tribunal de las almas!). El caso es que soy muy fan de Marcus (ya, ya sé que estoy diciendo mucho la palabra fan. Ya digo que me ha gustado mucho... y se me va a notar durante toda la reseña). Y ya dejándole aparte a él, todos los demás personajes que entran y salen de la novela (Sandra, el vicequestore Moro, Clemente, Cosmo Barditi... incluso el propio asesino) están perfectamente dibujados. Hay veces que en este género se deja de lado al personaje para centrarse en la historia, y que se sacrifica el conocimiento de esos personajes para centrarse en hacerla avanzar. O al contrario, que el autor se empeña tanto en profundizar en ellos que la historia flojea y le falta garra. Carrisi se luce en este aspecto. Tenemos personajes y tenemos historia, y las dos cosas avanzan de la mano a la par sin que ninguna se quede descolgada y difusa por el camino.

Lo que me lleva al segundo factor que hace de esta novela un estupendo thriller, y es la trama en sí. Original, enrevesada pero no hasta el punto de la incredulidad (lo cual no deja de ser chocante porque invita, y mucho, a la incredulidad), desconcertante y en cierto modo sorprendente. Más todavía porque el propio asesino desconoce las circunstancias que giran a su alrededor, y el entramado del que forma parte inconscientemente. Hay un giro hacia el final que se ve venir de lejos, o que yo al menos adiviné enseguida, pero es que me dio exactamente igual. de perdidos al río, a mí la novela ya me tenía ganada como para darle importancia a eso.

Y eso me lleva al tercer y último factor, que es el propio autor. Donato Carrisi es criminólogo y está especializado en Ciencias de la Conducta. Y eso se nota de principio a fin en la tela de araña que entreteje, en la descripciones de ciertos comportamientos y en la forma en que los inserta en la historia. Y además tiene el talento de escribir fácil para el lector. Con fácil me refiero a que escribe de tal manera que visualizas lo que lees, es muy descriptivo, y VES con mayúsculas la escena que estás leyendo. Y eso hace que no quieras parar y devores las páginas una tras otra. Porque aunque nos pueda parecer imposible, esas patologías existen, y esos entramados y organizaciones vaticanas también, y Carrisi intenta que lo comprendamos todo en la medida de lo posible (añado que me ha encantado esa especie de autoentrevista que hay al final del libro donde da respuesta a dudas que te pueden surgir a lo largo de la novela, como la existencia de un bosque de apenas unos metros cuadrados dentro de los jardines del Vaticano o la también existencia de ciertas organizaciones, por llamarlas de algún modo).

El final puede parecer que llega en un suspiro, pero es que dado el ritmo de la novela, totalmente trepidante, no creo que se pudiese esperar otra cosa. Alargar esa escena más hubiese resultado un poco demasiado. A mí no me ha molestado el final (lo comento más que nada porque he leído en algunas reseñas que es lo que menos les ha gustado). Y cuando llega a su fin la trama, que piensas que hay muchas cosas que no te quedan del todo claras, Carrisi te coge de la mano y te lleva de paseo a un epílogo que te las resuelve todas. Porque a decir verdad el comienzo del libro poco tiene que ver con el resto, y aunque ese comienzo solo tiene su final precisamente al final (redundando) a mí simplemente me ha parecido una manera de dejar todo el camino preparado para una tercera novela. No me veis, pero acabo de cruzar los dedos.

He comenzado diciendo que iba a hablar poco y como siempre me pongo a hablar y no paro. Que me ha gustado mucho; que es una mezcla de novela negra y thriller; que es adictiva, trepidante, interesante, con muy buenos personajes y con un paseo gratis por Roma y el Vaticano. Y que a veces te llevas buenas sorpresas con libros que te da miedo que estén sobrevalorados en las opiniones que vas leyendo. Pues no. Me uno a esas opiniones (ya comenté una vez que aunque lo parezca no soy de llevar la contraria con los bestsellers porque sí. El que me gusta no tengo problema alguno en decirlo). A quien le gusten los thrillers y la novela negra no debe dejarlo pasar. Yo ya soy... sí, eso mismo: fan. Soy fan de Carrisi. Gran descubrimiento. Y perdonadme que sea tan efusiva cuando algo me gusta. No puedo evitarlo.
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Desde siempre se nos ha presentado la ciudad de Roma como aquella llena de historia y de secretos escondidos entre las luces y sombras de sus calles estrechas y sus grandes descubrimientos.

La ciudad del Vaticano, es la ciudad Santa pero quizás los que habitan en ella guardan bajo llave grandes maldades llevadas a cabo por los suyos y por otros que desean el mal de la humanidad.

Estas dos ciudades cogen cuerpo por ellas mismas transformándose en dos protagonistas estáticos en la última novela del aclamado autor Donato Carrisi quien con su pluma magistral nos presenta un thriller psicológico que nada tiene que envidiar a las obras de Dan Brown.

El cazador de la oscuridad es un acierto seguro para todo lector capaz de creer aquello que no ve y descubrir en aquellas pequeñas señales escondidas a lo largo del tiempo un secreto a voces que está a punto de ser revelado.

Duomo ediciones nos presenta a Marcus, un sacerdote con el curioso don de detectar el mal escondido dentro de las personas, y a Sandra, una fotógrafa con un don aún más peculiar, puede hacer visible aquello que permanece oculto.

Juntos deberán capturar a un asesino de parejas jóvenes guiado por un instinto malvado y perverso.

Sus pasos les llevaran a la ciudad del Vaticano donde pervive un archivo sobre los mayores crímenes de la humanidad. Un lugar donde se respira la maldad y la vileza, un lugar donde el lector se sentirá atrapado en la oscuridad y seducido por los misterios que podrá descubrir.

Una narración con un tempo vertiginoso donde el lector se sentirá atrapado en los zapatos de Marcus y Sandra y hasta el final de la misma no sabrá si será la esperanza la ganadora de esta lucha por el bien o si sus almas se sumirán en la negrura del mal.

Las anomalías perviven en nuestro mundo y en nuestra existencia y aunque no todos podamos verlas y reconocerlas debemos estar preparados para llevar acabo la lucha contra el mal.

Una novela que es imposible dejar de leer, atrapa desde la primera pagina y cuanto más lees más necesitas continuar leyendo.

Los derechos de la novela ya han sido comprados por la Fox para producir una serie basada en ella.

No perdáis ni un segundo, las señales os esperan y para tentaros
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PRINCIPAL SOBRE EL LIBRO: Marcus es un sacerdote muy especial. Su misión es detectar anomalías en las personas, es decir cuanto mal hay en ellas. Comenzamos la historia con un vistazo al pasado de este personaje, al momento donde se despierta en un hospital sin ningún recuerdo de como llegó hasta allí. Luego de este flashback, regresa a la actualidad (unos tres años después de ese accidente) en Roma, donde un bestial y despiadado asesino, que mata y abandona a sus victimas en parejas. Contará con la ayuda de Sandra, una antigua conocida y fotógrafa forense que lo acompañará durante todo el camino para descubrir quién y por qué está cometiendo estos crímenes.

TRAMA Y AMBIENTACIÓN: Es la primera oportunidad que he tenido de leer a este autor, y quedé sorprendida para bien. Desde el comienzo logra mantenerte pegado a sus páginas, con descripciones y diálogos abundantes pero ágiles y bien estructurados. El suspenso y la oscuridad característica de este género (thriller) se arrastra a lo largo de toda la historia y en momentos hasta me provocó escalofríos (soy una miedosa, lo sé).
Para los que no saben (como yo al comenzar el libro), El Cazador de la Oscuridad es la segunda parte de una saga, aunque tranquilamente puede leerse como un libro independiente. En el primer tomo, El tribunal de las almas, podemos conocer un poco más sobre como se conocieron Sandra y Marcus, además de otros detalles que en realidad no afectan a esta segunda entrega.

El mal es esa anomalía que esta delante de los ojos de todo el mundo pero que nadie consigue ver.

PERSONAJES: En cuanto a los protagonistas, me parecen muy bien desarrollados y centrados. Ambos, Marcus y Sandra, tienen personalidades diferentes pero definidas y que evolucionaron muy de maravilla durante toda el libro. Marcus es un sacerdote penitenciario, que sufrió un coma del cual despertó sin ningún recuerdo. Gracias a la ayuda del padre Clemente (quien se convirtió en un mentor y amigo), aprendió acerca de su vida y su gran misión. Sandra Clemente, es una fotógrafa que se inclina hacia el lado forense y que también ayuda en investigaciones comandadas por el vicequestore Moro.
Algo que no me convenció completamente fue la cantidad de personajes secundarios involucrados. Es decir, comprendo la función de cada uno, pero en algunos momentos (pocos a decir verdad), sentí que me mareaba entre tantos nombres.

CONCLUSIÓN: Sí, sí y definitivamente sí recomiendo este libro. Es la clase de historia oscura y plagada de momentos que te dejan aguantando la respiración. El misterio es una constante que te mantiene alerta desde las primeras páginas, y a pesar de que es un libro relativamente largo (500 hojas aproximadamente), lo lees en un suspiro y te quedas con ganas de más. Sin duda Carrisi sabe como llevar el ritmo, y aprovechar todo conocimiento sobre su profesión (criminología).
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