Agnes Grey

4.5
Tal vez la menos conocida de las hermanas Brontë, Anne nos presenta una hermosa, calida y muy bien narrada historia en torno a Agnes Grey, un personaje maravilloso, de enormes cualidades y hermosos sentimientos. Sin duda una lectura encantadora. Totalmente recomendada.

Cuando su familia queda empobrecida tras una especulación financiera desastrosa, Agnes Grey decide colocarse como institutriz para contribuir a los escasos ingresos familiares y demostrar su independencia. Pero su entusiasmo se apaga rápidamente al tener que luchar contra los difíciles hijos de los" Bloomfeld" y el doloroso desdén con que la trata la familia "Murray".

Primera novela de Anne Brontë, es una árida revelación basada en experiencias autobiográficas del precario" estatus", material y moral, de una institutriz victoriana; y constituye a la vez un relato íntimo, casi secreto, de amor y humillación.

Para terminar, quería añadir que de las tres hermanas Bronté, Anne es la más "olvidada" dado que siempre se alaban las obras de sus dos hermanas, y ya sabemos que las "comparaciones son odiosas", pero quiero aclarar que esta obra es avanzada para su época, que es breve, bonita, intensa, reveladora, sorprendente, etc...y que yo leí antes tanto" Jane Eyre" y después" Cumbres Borrascosas", siendo esta última alabada como una "obra maestra de la literatura" y de que la yo acabé tan "hecha polvo" con tanto odio, venganzas y sufrimientos que sería incapaz de volver a leerla aunque contenga frases y citas dignas de mención. QUIERO SER JUSTA.

Agnes Grey es mi primera novela de las hermanas Brontë, y en concreto, también la primera escrita por la menor de ellas, Anne Brontë. En esta historia, prácticamente autobiográfica, la escritora nos cuenta su experiencia como institutriz a través de Agnes Grey.

Agnes es una joven que, tras algunas dificultades económicas por las que pasa su familia, decide lanzarse al mundo y ser institutriz. Ella nos describe capítulo a capítulo cómo comienza a vivir en el seno de una familia ajena, que no la respeta y cuyos hijos resultan desdeñosos y abusivos. Ha resultado muy interesante conocer cómo era considerada una institutriz en esta época, qué lugar ocupa dentro de estas familias pudientes, pero sobretodo cómo estos padres responsabilizan a alguien de la educación y cuidado de sus hijos cuando por otro lado, le quitan autoridad delante de ellos.

Sin más, es un tipo de novela juvenil de la época, así me ha parecido, además escrita por una chica en sus veinte. En cierta forma, ha resultado entrañable, esa ilusión de un nuevo trabajo, esa certeza y determinación de la edad, un placer leerla.

Por supuesto, seguiré leyendo más de estas hermanas.

En general me ha gustado, sobre todo porque me gusta como escribía la autora. La primera mitad del libro la titularía "Como ser institutriz y no morir en el intento" esa parte me ha parecido muy monótona y me aburría bastante, además Agnes no acababa de gustarme, pero la segunda mitad del libro cambia mucho y me ha parecido muy entretenida y bonita, además, como Agnes ya se siente cómoda siendo como es, he llegado a apreciarla mucho más. El final ha sido mi parte favorita del libro, sin ninguna duda.
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Agnes Grey es la primera novela que publicó Anne Brontë con el seudónimo de Acton Bell. En ella nos narra la vida de una chica de familia humilde, con problemas económicos, que decide ponerse a trabajar para ayudar a su familia, colocándose como institutriz y nos hace partícipes de los problemas a los que se enfrenta en su día a día. Escrita en primera persona, con algún breve cambio a segunda y tercera persona, se presupone inspirada en la propia experiencia de Anne como institutriz.

Una lectura para mí, sosegada, sencilla y entretenida, en la que Anne Brontë nos confronta con una realidad dura para la mujer de la época que quería valerse por sí misma, antes de considerar el matrimonio como única opción. Anne critica sutilmente las diferencias entre clases, el trato a las institutrices y los derechos y oportunidades. Pero bueno, no solo hay drama, también es una historia sobre amor, perseverancia y esperanza, con una protagonista encantadora, paciente y bondadosa 🥰. ¿Que más se puede pedir? Aunque me gustó más La inquilina de Wildfell Hall, es una delicia leer a Anne Brontë ❤️.

Esta novela me dejó sorprendido por la forma en que está escrita, sinceramente me esperaba algo muy descriptivo en cuanto a sus personajes, más trágico e incluso con más drama y aunque si tiene algo de esto se hace mención de forma superficial e incluso rápida ya que se enfoca más en lo que es la vida de esta institutriz (algo muy común en las novelas de esta época) pero de una forma en la que se nos muestra la vida de estos personajes y el como tienen que tolerar las situaciones que deja este trabajo e incluso el como puede resultar difícil serlo. Pero más allá de lo mucho que aprendió en este caso Agnes Grey. Algo que sin duda me gustó es el toque de maldad en casi todos sus personajes ya que de una forma u otra termina siendo así. Algo que también me gustó es que a pesar del romance que se nos pinta poco a poco es del tipo que me gusta, que no es instantáneo pero sobretodo que aún tienen que pasar muuuchas cosas más para que se pueda desarrollar y la verdad el final se me hizo algo apresurado lo cual no termino de hacer que me encantará la historia ya que sin duda me quedo con Cumbres borrascosas 🤭. Aún así debo decir que el hecho que se nos involucre como lectores en esta novela fue algo muuy genial por qué es como si estuvieras leyendo cartas de Agnes en las que te cuenta su día a día ☺.

La primera novela de Anne Brontë, publicada en 1847 cuando la autora tenía 27 años, me ha envuelto en sus páginas desde el primer capítulo. Nos narra las vivencias de Agnes Grey, una joven cuya buena familia cae en la miseria. Agnes se verá obligada a salir de la burbuja familiar en la que siempre ha vivido para enfrentarse al mundo real y conseguirá un empleo de institutriz donde se topará con muchas injusticias.

Si algo ha logrado Anne con esta historia es que empatice con su personaje protagonista, y juega un papel importante que para el desarrollo de la novela se basara en sus propias experiencias como institutriz. Los hechos se sienten reales, y podemos fácilmente ver el reflejo de la autora en Agnes. Muy interesante la crítica que expone al menosprecio que recibían estas figuras femeninas por parte de las familias adineradas durante la época. Por otro lado, me ha maravillado cómo está escrito y la delicadeza que desprenden las palabras de Anne sin recurrir a grandes artificios. Es una narración sencilla, costumbrista y natural que fluye con una gran belleza.

Una novela profunda, realista y bien armada bajo su aparente simplicidad (que suele ser lo que más se le achaca) con una protagonista valiente y fiel a sus valores que crece en cada página. Me ha dejado un muy buen sabor de boca y estoy deseando seguir con la siguiente obra de la autora.

Agnes es una joven que, tras una mala gestión económica de su padre, decide ayudar a su familia y a ella misma convirtiéndose en institutriz. Una profesión que la lleva primeramente a vivir con la familia Bloomfield, un matrimonio cuyos hijos malcriados harán que la primera experiencia laboral de Agnes esté llena de dificultades. Sin embargo, esto no hará que ella se retracte ya que su prioridad es el bienestar de su propia familia. Así, persiste en seguir siendo institutriz y en su segundo destino, la familia Murray, tampoco encontrará las cosas fáciles, pero al menos ya tiene cierta experiencia y sabe cuál es el lugar que desgraciadamente ocupan las institutrices en la sociedad por lo que procurará adaptarse a las circunstancias.

Primera vez que leo a la autora y qué maravilla. Sin ser una gran historia y sin ocurrir grandes acciones, me ha conquistado completamente por su sencillez en la narración y por ser tan realista. Plasma a la perfección la vida y dificultades de las institutrices de la época, cómo eran menospreciadas, infravaloradas y cómo hasta los propios padres de las criaturas dificultaban su labor.
“…o los niños eran tan incorregibles, los padres tan poco razonables o yo misma estaba tan equivocada en mis ideas o era tan incapaz de ponerlas en práctica, que mis mejores intenciones y mis esfuerzos más enérgicos no parecían producir mejor efecto que la diversión de los niños, la insatisfacción de sus padres y un tormento para mí.”

Anne Brontë fue institutriz y esa experiencia se nota en todo momento en esta novela corta. Sabía de qué estaba escribiendo y estoy convencida de que parte de los sentimientos de Agnes fueron los suyos propios trabajando. Por ejemplo, en el inicio de la novela, que es perfecto, parece que no es Agnes sino la propia Anne quien nos habla:
“En todas las historias verdaderas hay enseñanzas, aunque puede que en algunas nos cueste encontrar el tesoro, o cuando lo encontramos es en cantidad tan exigua que el fruto tan seco y marchito apenas compensa el esfuerzo de romper la cáscara. Si éste es el caso de mi historia, no soy competente para juzgarlo; a veces creo que puede resultar útil para algunos y entretenida para otros, pero que la juzgue el mundo: protegida por mi oscuridad y por el transcurso de los años, no tengo miedo de arriesgarme y expondré cándidamente ante el público cosas que no revelaría al amigo más íntimo.”

Agnes es un personaje perfectamente real, que se enfrenta a las dificultades, se esfuerza y hace lo que puede dentro de sus posibilidades, estatus social y carácter personal. A lo largo de la lectura, salvando las distancias temporales, me sorprendí al ver situaciones laborales muy similares a las que hoy día nos podemos encontrar, especialmente en el ámbito de la educación. Desgraciadamente siguen habiendo cosas en las que no hemos cambiado tanto en relación a las actitudes y aptitudes de las personas.
“Puedo concebir pocas situaciones más vejatorias que aquella en la que, por mucho que busques el éxito, por mucho que te afanes por cumplir con tu deber, tus esfuerzos son frustrados y ninguneados por tus inferiores e injustamente censurados y malinterpretados por tus superiores.”

En cuanto al resto de personajes, sin ser muy numerosos, los hay de todo tipo y también de distinta clase social. Ha sido muy interesante ver la diferencia de clases propia del siglo XIX, con sus protocolos y aspiraciones, su moralidad y lo diferente que era la vida para los de arriba y los de abajo. Quiero destacar de la historia a la madre de Agnes que, sin aparecer mucho, se muestra como una mujer fuerte con claras convicciones y muy resuelta. Hubiera sido un personaje muy interesante para crear otra novela y poder saber más de su vida.

En su conjunto el libro es un alegato, un querer mostrar la otra cara de la moneda. Una lectura realista, cargada de sentimientos y con un inesperado final, al menos para mí. Por todo ello, sé que es una historia que volveré a leer y me quedo con muchas ganas de descubrir ‘La inquilina de Wildfell Hall'.

Agnes Grey es la hija menor de un clérigo. Su familia se va a pique, con lo que ella decide independizarse económicamente ejerciendo como institutriz en la casa de los Bloomfield. En esta casa, debido a su juventud e inexperiencia, pasará mucha crueldad y malos tratos. Afortunadamente, cambia pronto de casa, esta vez con los Murray. Con estos las condiciones mejoran un poco pero también son de trato difícil aunque su situación cambiará con la muerte repentina de su padre y cuando conoce al ayudante del rector, el señor Weston.

En esta novela Anne nos retrata muy bien la vida tan difícil de las institutrices en aquella época y todos los malos tratos y vejaciones que tenían que soportar para poder sobrevivir.

Además, nos refleja también la posición de la mujer a la hora de elegir marido y también el lugar de esta en el matrimonio. Todo ello lo desarrollará mejor en su otra obra "La Inquilina de Wildfell Hall", la cual, para mí, es una obra que supera a esta en cuanto a estilo narrativo y al desarrollo de la historia en sí ya que esta en muchas partes han sido demasiado "moralizante".

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Agnes, hija de un clérigo sin muchos recursos y una madre desheredada por un matrimonio poco conveniente; creció en un hogar lleno de amor, respetable y tranquilo. Decidió convertirse en institutriz, aún cuando su familia creía que no se encontraba preparada para tal ocupación. Sin embargo, para ella era una decisión tomada y así, con mucho entusiasmo, partió a cumplir su sueño; encontrándose con una realidad poco alentadora, donde era tratada con desdén y sin mayor respeto. Agnes, una muchacha con un temperamento dócil, apaciguado y tranquilo, deberá aprender por sí sola, que la vida está llena de tropiezos y que nunca debemos perder el optimismo.

Esta es la primera obra escrita por Anne, la menor de las hermanas Brontë, basada en sus propias experiencias personales como institutriz; con la que mostró que también fue bendecida con el talento de la escritura y convirtiéndose así en un referente de la literatura.

Una historia que disfrute muchísimo, a pesar que en variadas oportunidades su protagonista era demasiado sumisa para mi gusto, dejando que los demás la ultrajaran sin reparo y sin contemplaciones. Es una obra, maravillosamente escrita; su prosa y narrativa hacen que el lector se adentre de una forma fácil. En lo personal, me dejó un buen sabor de boca la menor de las Brontë y espero poder leer más de sus obras.
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