Asedio y Tormenta

Cuando la gente dice que algo es imposible, normalmente se refieren a que es improbable.

En un único y glorioso estallido, liberé la luz. El cielo brillante quedó roto, dejando que la noche volviera a descender, y a nuestro alrededor cayeron unas chispas como restos de fuegos artificiales, un sueño de pétalos brillantes arrastrados por el viento desde un millar de flores.

Casi antes de que la hubiera llamado, la luz ya corría hacia mí.
Llegó desde todas las direcciones, desde un millón de estrellas, desde el sol que todavía se escondía bajo el horizonte. Llegó con implacable velocidad y una furiosa firmeza.

El chico y la chica habían soñado con barcos hacía mucho tiempo, antes de que hubieran visto siquiera el Mar Auténtico.

Cuando la gente dice imposible, por lo general se refiere a improbable.

No hay otros como nosotros, Alina. Y nunca lo habrá.

Muchos hombres habían querido hacerla reina. Pero ahora comprendía que estaba destinada a algo más grande.

-¿Practicas para ser maravilloso?
-Cada día — dijo él con una sonrisa. Después, me guiñó un ojo —. Aunque prefiero ser útil.

Hacemos lo que podemos. Lo intentamos. Y, normalmente, no supone ninguna diferencia en absoluto.

“Cuanto menos digas, más peso tendrán tus palabras”.