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Críticas sobre Emma (93)
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Leticia
 20 December 2017
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Inquilinas_Netherfield
 28 November 2017
Emma Woodhouse solo tiene veintiún años y es casi de pleno derecho la señora de Hartfield. Allí vive sola junto a su padre desde que su hermana se casó y se marchó a vivir a Londres. Bella, rica, mimada y consentida, con una aguda inteligencia, y con un sentido muy arraigado de su superioridad en la escala social sobre todos sus vecinos de Highbury, está convencida de que es la artífice del buen matrimonio que su amada institutriz, la señora Taylor, ha hecho con el señor Weston. Y decide que es tan buena organizando y encauzando las vidas de los demás que se dispone a hacer lo mismo por más vecinos. Harriet Smith, jovencita abandonada en la niñez, hija de no se sabe quién, y que vive en una especie de escuela para señoritas, es su siguiente víctima. La convierte en su nueva amiga del alma, la convence de que a pesar de sus dudosos orígenes es hija de un caballero, que debe aspirar a mucho más que lo que dictan las convenciones sociales, y escoge para ella al señor Elton, párroco de la localidad. Está dispuesta a todo con tal de conseguir que este matrimonio se lleve a cabo.

Por otro lado, la aburrida sociedad de Highbury espera con ansias la llegada del hijo del señor Weston, Frank Churchill, cuya fama y virtudes, en su mayor parte proclamadas por su propio padre, le preceden. Emma sabe que por la cabeza de los señores Weston ronda la idea de un matrimonio entre el señor Churchill y ella, y aunque ella misma no es muy proclive a esa idea, su reputación llama poderosamente su atención y está deseando conocerle. El señor Knightley, caballero sensato y cuñado de Emma, 16 años mayor que ella, ni ve con buenos ojos lo que está haciendo con Harriet Smith y el señor Elton, ni tiene muy buena opinión sobre Frank Churchill, y jamás se ha callado nada ante ella. Es un hombre de modales bruscos y poco galantes que ha guiado sus pasos desde que Emma nació; siempre le dice lo que piensa, cuando cree que se equivoca, y no piensa dejar de hacerlo ahora.

Emma presenta quizás a la heroína protagonista más atípica de las seis novelas principales de Jane Austen. Creo que llegó a decir, antes de escribir el libro, que iba a dar vida a una protagonista que no le caería bien a nadie más que a ella, y aunque no es del todo cierto (con todos sus defectos, la prefiero a otras heroínas muchísimo más queridas... lo dejaré ahí xD), sí que es verdad que, a priori, es con la que menos se empatiza, sobre todo en una primera lectura. Te enfadas con ella, y al rato entiendes que no tiene malicia ninguna. Pero ves cómo se equivoca de nuevo, y la lectura se convierte en un tira y afloja con un personaje que está en su camino de madurez y aprendizaje en la vida a lo largo de las casi seiscientas páginas de historia.


Las diferencias empiezan con su situación social y familiar. No tenemos una familia de clase media donde hay varias hermanas, ni la protagonista es una mujer sin dote posible ni perspectivas de un buen matrimonio porque, de hecho, ni siquiera busca dicho matrimonio, como ocurre en casi todas sus novelas. No, Emma es todo lo contrario. Emma vive sola con su padre, es rica, dueña y señora de la mansión del lugar y pertenece a la familia de mayor posición social de la región, razón por la cual todos le deben deferencia. No piensa casarse ni en enamorarse nunca, porque ni tiene predisposición a ello, ni lo necesita: ya posee una fortuna, ya tiene la posición social, ya es la más importante en su círculo social y su padre la adora y no ve defecto alguno en ella. No cree que vaya a encontrar a ningún hombre que supere todo eso, y no piensa en casarse. Como lo tiene todo en la vida, se dedica a intentar arreglar las de aquellas que están por debajo en el escalafón... es tan arrogante, que cree que puede y debe arreglar la vida de todos a su alrededor. Siempre tiene que salirse con la suya, imponerse sobre los demás, y además tiene un concepto sobre sí misma demasiado elevado.

Pintada así, parece insufrible. Y lo es en muchas ocasiones. Incluso cruel con aquellos que son muy inferiores a ella en inteligencia y posición social, como la pobre, extenuante y pesada señorita Bates, dando lugar a una de las escenas más famosas de la obra entre ella y el señor Knightley, único ser que ve sus defectos y se los reprocha. Pero al tiempo Emma se hace querer, y tiene muchas buenas cualidades que comenzarán solo a prevalecer conforme las vidas de los que le rodean giren y cambien en torno a sus decisiones. Esta historia no es una historia de jovencitas y caballeros y sus enredos amorosos, sino la de una joven que lo tiene todo, que se aburre con mucha facilidad, que persuade y manipula, y que transita su camino hacia la madurez y la sensatez en unas páginas en las que vierte las primeras lágrimas de su vida ante nuestros ojos cuando es consciente de las consecuencias de su vanidad y mal juicio.

No os voy a decir lo de siempre, que este libro es un retrato maravilloso de la sociedad de la época, los distintos personajes que formaban parte de ella y sus pautas sociales. Estas singularidades están presentes en toda la obra de esta autora y sería redundar en lo ya dicho. Sí que os puedo decir que contiene probablemente la más realista de todas las historias de amor de sus novelas. Y que su protagonista masculino es probablemente el mejor, como hombre y como caballero, de todos sus protagonistas masculinos, siendo solo igualado moralmente por el coronel Brandon de Sense and sensibility. Ni el orgullo y los prejuicios de Darcy ni el rencor y el resentimiento de Frederick Wentworth, son comparabales a la elevada catadura moral y recto comportamiento del señor Knightley. Pero ya se sabe que los mejores siempre permanecen en la sombra :)

La reservada y cauta Jane Fairfax, su cargante y fatigosa tía la señorita Bates, el extremadamente hipocondríaco señor Woodhouse, el altanero y falso señor Elton, la arpía y engreída de su esposa, el simpático aunque caprichoso Frank Churchill, el feliz matrimonio Weston, la ingenua y moldeable señorita Smith... son los vecinos de Highbury que forman parte de la vida de Emma Woodhouse y que son tocados en mayor o menor medida por la varita de sus decisiones. Hay escenas maravillosas, como las de los dos bailes, que sobre todo con las relecturas ganan en perfección en cuanto a la imagen que ofrecen sobre todos y cada uno de estos personajes. En esas relecturas te das cuenta de algo que solo puede apreciarse cuando ya se conoce el destino final de cada uno de ellos: la muchísima información que Jane Austen da sobre las circunstancias de cada uno, de lo milimetrado que está todo lo que se narra en la historia, y de que realmente no hay ni un solo cabo suelto.


Hace poco me dijo una amiga que la genialidad de Jane Austen estaba en que sus libros cambiaban para el lector según su edad, sus vivencias... que dependiendo del momento en el que estemos de nuestras vidas vamos empatizando más con unos que con otros porque sus historias y sus personajes son tan reales que conectamos con el momento que viven. Tiene mucha razón, y Emma en concreto es el libro que más se ha beneficiado de este transcurrir de los años. Lo he comprendido mucho más en las relecturas que la primera vez que lo leí muy jovencita. Y cada vez que lo releo, me parece más genial, más agudo y más benevolente con las carencias y debilidades del ser humano, con el aprendizaje que supone en sí misma la vida. Emma no solo es la heroína Austen más diferente, sino también quizás la más imperfecta, y aun así es fácil comprenderla en sus defectos y perdonarla en el reconocimiento de sus errores. Y veo además mucho cariño de la autora en su protagonista precisamente por eso: no se lo pone nada fácil, le hace cometer muchas injusticias, muchas equivocaciones que de cara al lector no le favorecen en absoluto, y aun así Jane sabía que la entenderíamos y no la juzgaríamos, y que de hecho acabaríamos cogiéndole cariño.

Si digo que Emma es otra joyita me estaría repitiendo. No quiero hacerlo. Pero me resulta imposible no decirlo, porque lo es. Y no sé si al final he conseguido no extenderme demasiado; probablemente no, pero creedme que he metido tijera y solo he dejado lo que creo imprescindible que debe estar aquí.
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Galena
 19 November 2017
Emma es, junto a Orgullo y prejuicio, mi novela favorita de Jane Austen. También me gusta mucho Persuasión y Sentido y sensibilidad, pero es que Emma me divierte tanto y me gusta tanto el ambiente costumbrista y conocer tan bien a los personajes que hay en ella, que siempre ha sido especial para mí.
Emma tiene una trama que invita a pasárselo bien, y también ayuda que su protagonista sea una joven segura de sí misma, que siempre ha vivido entre comodidades y gente que la ha cuidado y querido. La joven Emma tiene un pasatiempo muy peculiar, y es que le gusta arreglar casamientos, muy a pesar de su padre, el señor Woodhouse.
La trama gira en torno a esto, al menos al comienzo y se va enredado e incluyendo nuevos personajes mientras avanza, con lo que yo creo que engancha bastante porque queremos ver a donde van a parar todas estas situaciones que Emma va creando.
Es una historia más larga que otras novelas de Jane Austen y tal vez por eso hay tiempo a presentar muy bien a todos los personajes, a conocer mejor ese pequeño entramado social porque da la sensación (aunque tal vez se deba a que he leído la novela varias veces) de que llegamos a conocerlos muy bien. Desde los Weston a la señora y la señorita Bates, las cartas de Jane, el ambiente familiar entre Emma, su padre y el señor Knightley en Hartfield… Creo que es uno de los escenarios más mimados y bien hilados de la autora.

Como en sus otras novelas, Austen incluye historias de amor y personajes a los que les tomaremos mucho cariño. A mí, personalmente, me sorprendió la primera vez que leí la historia el final, no voy a dar más detalles para no hacer spoilers, pero me gustó mucho, aunque como con los finales de otras de sus historias, siempre me quedo con ganas de saber más.
Esta novela tiene unos personajes muy bien caracterizados, incluso aquellos que pueden ser un poco caricaturas incluyen reflexiones que dan a entender que a pesar de eso deben ser tratados con respecto. El ejemplo más claro sería la señorita Bates, una mujer que habla y habla y llega a ser muy pesada y a veces mete la pata diciendo más de lo que debería, pero que debido a su desgraciada situación en la vida y a su bondad, cuenta con el respeto de sus vecinos. Emma no tiene tanta paciencia como debería, pero es algo que querrá cambiar al darse cuenta de que no todos tienen tanta suerte como ella.
El señor Woodhouse, el padre de Emma, también es muy particular, creo que Austen tiene cierta tendencia a incluir siempre algún personaje hipocondríaco en sus novelas y el señor Woodhouse cumple bien su papel. No asimila bien los cambios y puede ser difícil, pero siempre me pareció muy bonito ver como todos sus amigos y familiares consiguen tratarlo con delicadeza, pensando siempre en él para que todo esté a su gusto y esté tranquilo para su comodidad.
El señor Knightley es un personaje que siempre me ha gustado mucho, es un poco como la conciencia de Emma y a diferencia del resto de sus amigos, no se dedica a regalarle los oídos, sino que siempre le dice lo que piensa y la reprende si lo considera necesario. La amistad del sueño de Donwell Abbey será muy preciada para Emma, aunque muchas veces no le guste lo que le dice.
Emma, por su parte, es una protagonista que no tiene problemas a nivel económico y no necesita casarse por esos motivos, es más, su idea es no casarse nunca, porque nunca ha estado enamorada y no cree que lo vaya a estar. Es en esencia una buena persona, pero todo el cariño que recibió de niña la ha hecho ser muy confiada y a pesar de ser consciente de sus deficiencias, no se esfuerza en sacar de su error a sus aduladores.
Todos estos personajes, más muchos otros que no he mencionado, contribuyen a que el tono de la novela sea más bien alegre, con escenas cómicas y a veces reflexivas que nos llevan a través de un proceso de crecimiento de Emma Woodhouse.


Como fan de Jane Austen y con lo mucho que disfruto con mis relecturas de Emma, no puedo más que animaros a darle una oportunidad.
En esta reseña, no puedo dejar de mencionar la edición de este ejemplar, ya que Alianza editorial ha sacado una reedición de los clásicos de Jane Austen para conmemorar el centenario de la autora. Todos los títulos se han publicado en tapa dura con sobrecubierta y siguen el mismo motivo en las portadas, con lo que queda una colección preciosa. Es una edición sencilla pero bonita y sobre todo, duradera, porque si lees un libro un tanto grueso muchas veces y no es de tapa dura, se resentirá bastante. Así que si sois de esas personas que, como yo, leéis muchas veces las novelas de Jane Austen, seguro que os gusta esta oportunidad.

Una de mis novelas favoritas de Jane Austen, con una historia llena de personajes muy bien caracterizados, una protagonista muy decidida y un tono amable y alegre que está en toda la historia. La trama está llena de enredos y sorpresas, así como momentos que harán madurar a la joven Emma. Una lectura que disfruto cada vez que me sumerjo entre sus páginas.
Enlace: http://excentriks.blogspot.c..
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Jane Austen (16 de diciembre de 1775-18 de julio de 1817) fue una novelista británica que vivió durante la

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