Patria

Tenía que haberla leído antes, pero el 'miedo' a no saber qué iba a encontrarme me paraba. Me ha gustado muchísimo. No es una historia política, es una historia de personajes en las que ETA es el punto de unión. Nos cuenta sus vidas y lo que supuso para ellos un acto concreto de ETA. Me ha encantado la caracterización de estos, tan diferentes en muchos aspectos y tan iguales en otros. La narración al principio me chocó muchísimo (combina primera y tercera persona, presente y pasado sin aviso), pero una vez me hice a ella todo fue rodado y me parece brutal. Pelos de punta hasta la nota final del autor. Creo que es un libro que la gente debería leer porque lo que narra es parte de nuestra historia y no deberíamos olvidarla ni silenciarla.

Verdugos o víctimas; lucha armada o terrorismo; activismo o conformismo. Dos familias, un pueblo y la vida que golpea sin reparos, dejando sin aliento a cada uno de ellos.
Una etapa en nuestro país que nos dejó un recuerdo amargo, que nos unió y nos apartó; que nos arrastró al rencor y nos hizo levantarnos para gritar.

* Patria es una ficción muy real. Aramburu nos acerca a esa realidad de forma magistral, poniendo en nuestra cabeza los pensamientos de los protagonistas; tan cerca que no sabemos si son nuestras voces o la de ellos; tan tangibles que podríamos ser nosotros y no ellos.

* Las páginas se deslizan en saltos temporales sutiles, en una variabilidad constante, porque la vida es eso, cambios irremediables que los protagonistas deben digerir cada uno a su manera. Buscando el anonimato detrás de un sin fin de relaciones. La creencia de que esa es la verdad y hay que luchar o morir por ella. Escondiendo las lágrimas, porque no puedes llorar, ya no... es un traidor. Gritando las consignas que no sientes porque no quieres la diana en tu cabeza. Bebiendo el miedo de una botella para olvidar que ya no está ahí. La amargura de no saber por qué a él.

* Patria es una de las mejores lecturas de este año, sin duda y gracias a la LC del @clubliterario_atreyu he podido acercarme a una época que tenía adormecida y que ha vuelto a despertar todo lo que sentí y todo lo que viví, no tan de cerca como otros, aunque sí con la perplejidad de no entender por qué.

* "Nos esforzamos por darle un sentido, una forma, un orden a la vida, y al final la vida hace lo que le da la gana"

Patria nos narra la historia de dos familias divididas por el terrorismo de ETA, la familia de Bittori cuyo marido, el Txato fue acosado por su propio y finalmente asesinado por los terroristas y la familia de Miren, que su hijo mayor ingreso en la banda armada y actualmente esta prisión y siendo el posible asesino del Txato.
Conoceremos las historia de estas dos familias, su pasado y su presente, el peso de la narración recae principalmente en las dos cabezas de familia, Bittori y Miren amigas desde jóvenes que se casaron y sus familias estuvieron muy unidas hasta que la banda armada entro en sus vidas de manera diferente.
La familia de Bittori (un personaje que me ha gustado mucho, ya que es muy valiente y no se rinde ante nada por saber la verdad) estaba conformada por el Txato, un empresario de Euskadi que fue extorsionado por la banda para pagar sus operaciones, y por una serie de confusiones, fue acusado de traidor provocando el repudio de su pueblo y de sus mejores amigos, para ser finalmente asesinado; Xabier, el hijo mayor de la pareja, un doctor respetado, que tras la muerte de su padre se siente responsable de su madre y por la culpa ha sido incapaz de ser feliz y finalmente Nerea (un personaje con el que no he acabado de empatizar, ya que me ha parecido un personaje un poco egoísta y con actitudes bastante inmaduras) el ojito derecho de su padre, nunca ha tenido muy buena relación con su madre pero tras la muerte del Txato, la relación se vuelve aún más fría.
La familia de Miren, con este personaje he tenido mis más y mis menos, he llegado ha comprenderla en ciertas situaciones ya que el amor por un hijo no desaparece de la noche a la mañana, incluso llegaba a comprender la angustia y el sufrimiento que siente por su hijo, pero no he podido comprender la justificación de los crímenes de su hijo o que valga todo por unos ideales, esta formada por Joxian un hombre dominado por su mujer, con gustos sencillos, que no ha llegado a perdonarse nunca a ver dado la espalda a su mejor amigo, un padre amoroso que a pesar de no ser afectuoso demuestra el cariño por sus hijos, Jose Mari el hijo mayor, cuyos ideales le llevaron a entrar en la banda armada y ejecutar sus planes sin hacer preguntas, me ha parecido un personaje bastante complejo y me ha gustado las reflexiones que llega hacer al final de la historia, Arantxa, sin duda ha sido mi personaje favorito y el que más pena me ha dado, una mujer valiente que nunca dio la espalda a la familia de Bittori y la única capaz de decir en voz alta lo que pensaba sobre su hermano, y finalmente Gorka el hijo pequeño, alguien diferente a los jóvenes de su pueblo, que en su juventud se ha sentido cohibido y obligado a realizar ciertas cosas por temor a su hermano, que tras la desaparición de Jose Mari y su independencia puede ser el mismo.
Sin duda Patria ha sido una verdadera sorpresa y tras su lectura porque se ha convertido en uno de los mayores fenómenos literarios de los últimos tiempos, ya que a pesar de sus 642 páginas el libro no resulta en ningún momento pesado, ya que vamos alternando de personajes y vamos conociendo poco a poco el pasado de cada familia para lograr comprender que les ha llevado a esa situación, además trata un tema que a mi me ha parecido bastante interesante, que es de ETA, una famosa banda armada española que se llevo por delante miles de vidas por lograr la libertad de Euskadi, para los que seáis de España y no seáis muy jóvenes recordaréis los atentados, el autor sin dar su opinión personal nos muestra las dos caras de una misma moneda, la perspectiva y pensamientos que podía tener un miembro de la banda, capaces de hacer cualquier cosa por verse libres y conseguir que su tierra fuera independiente y el dolor de los familiares que perdieron a uno de ellos a manos de los terroristas.
Yo por mi parte he disfrutado muchísimo de la lectura y creo que le daré una oportunidad a la serie de HBO España basada en el libro
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Obra de imprescindible lectura. El autor se vale de saltos temporales para narrar la vida, idas y venidas de dos familias vascas que viven conviviendo con el conflicto de ETA. Aunque pueda parecer lioso, el autor de forma magistral enlaza situaciones del presente, pasado y también futuro para desenvolver la trama. de fácil y ágil lectura. Necesario en todos los hogares, al menos en los españoles. Leeré más obras de este autor que tanto me ha sorprendido.

📖España. Año 2011. ETA anuncia el cese definitivo de su actividad armada. Una bofetada de realidad.
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Conmovedor testimonio del conflicto, con personajes antagónicos en esta guerra. Cosecha opiniones muy dispares sobre si la historia se ajusta a la realidad de lo vivido. Tengo que decir que me ha parecido duro, pero ya contaba con ello.📌
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A pesar de su extensión, he podido comprobar el porqué de su éxito. A través del punto de vista de los personajes, entre los que Aramburu saltaba casi sin darte cuenta, se puede ver cómo se vivía durante los años de plomo de ETA en el ambiente opresivo de un pequeño pueblo vasco, del lado de las victimas y victimarios, que a su vez son también víctimas. La descripción de los lugares y situaciones es muy detallado, para mí, que viví desde una ciudad vasca este ambiente, me hizo visualizar perfectamente ciertas escenas. Sin duda una lectura obligatoria para quien quiera saber lo que fue aquello.

Cuando me uní al @clubliterario_atreyu, no imaginé las grandes sorpresas que me esperaban, mis expectativas se han sobrecumplido. En dos meses he leído obras maravillosas, de las que ni siquiera había escuchado hablar. Ya el mes pasado quedé encantado con La sombra del viento, un libro de los que queda impregnado en el alma de sus lectores, y pensé que no encontraría otro así. Pero llegó septiembre, un mes de grandes lecturas, y de entre ellas, Patria, ha sido si dudas lo mejor de estos 30 días.
Cuando se habla de literatura histórica el subconsciente siempre se remonta a épocas antiguas, 50 o 100 años atrás mínimo, la historia, como género, debe ser anterior a uno. Sin embargo, Patria habla de temas modernos, de terrorismo, de amor, de móviles, viajes en aviones, enfermedades, amistad y muchas cosas más. Una historia desgarradora, que conmueve, asombra y me hace preguntar qué tan bajo podemos caer por justificar un ideal
Patria transcurre en líneas temporales distintas que abarcan cerca de tres décadas completas, desde mediados de los años ochenta hasta 2011.y cuenta la historia de dos familias y lo que significó el paso de ETA, y el denominado conflicto vasco por sus vidas.
Escrita de una manera muy peculiar, el autor narra desde el punto de vista de los protagonistas, logrando no influenciar a los lectores con su opinión política propia. Es una novela que no encasilla a los personajes en buenos y malos, sino que logra demostrar que en este tipo de conflictos no hay ganadores, todos de una manera u otra sufren o son víctimas.

Es un libro que me encantó. Es una historia muy dura, fiel reflejo del País Vasco en aquella época, y sobre todo en los pueblos pequeños, en los cuáles sigue pasando lo mismo que se narra en el libro. Me gusta muchísimo el personaje de Bittori y su lucha por volver a su casa. También me encanta que aparezca el punto de vista de Joxe Mari, el terrorista encarcelado y de quién Bittori sospecha. La relación perdida entre ambas familias y el reencuentro. Me parece sublime la forma en la que el autor ha creado la historia que narra. Una realidad contada de una manera excepcional.

En pleno auge del conflicto vasco, en medio de la Euskadi profunda un empresario muere asesinado por ETA en su propio pueblo. Esta es la historia de dos familias vascas, víctimas cada una a su modo, de un asesinato que sume a sus miembros en una espiral de odio y rencor que marcará sus vidas inexorablemente.

Fernando Aramburu se sirve de Patria para definir el conflicto vasco desde múltiples vertientes. Detalla muchas (no todas) las aristas de lo que aconteció poniendo siempre el foco en las personas, seres humanos corrientes que tratan de salir adelante en un entorno hostil. Muestra el impacto del terrorismo de ETA en los distintos niveles de la sociedad, habitando su novela de ejemplares de todos los estratos, el médico de San Sebastian, el ama de casa rural, el joven escritor, el terrorista, la joven que huyó a estudiar fuera, etc. Con todos estos actores en el escenario construye una visión bastante completa y compleja del conflicto y de sus ramificaciones. El lector llega a entender el proceso por el que un joven decide formar parte de una banda terrorista dedicada al asesinato y la extorsión, comprende cómo es la vida en un pueblo que aprueba casi en su totalidad las acciones de ETA o llega a empatizar con las víctimas de un atentado que tienen que seguir viviendo su vida con el estigma de “víctimas”.

Pero además de todo esto, o mejor dicho, por encima de todo esto, lo que Aramburu narra es el drama de dos familias destrozadas por un único suceso, el asesinato del Txato, padre de familia de una de ellas. Dos familias enfrentadas por el resentimiento y el odio, por los reproches y la vergüenza, incapaces de dejar atrás el hecho que las marcó emocionalmente. Más allá de la exposición, detallada y bien documentada, del conflicto vasco, lo que realmente deja poso de Patria es la verdad que hay en sus personajes. La facilidad con la que retrata personas reales, que piensan y actúan como lo haríamos cualquiera de nosotros. Los personajes de Aramburu son personas atrapadas, que no viven la vida sino la sufren. No pueden ser felices, pero tampoco infelices, tan solo pueden ser; arrastrados por un torrente de emociones y decisiones que fueron tomadas por ellos, que los zarandea de un lado a otro. Se trata de toda una colección de emociones humanas, perfiles variados, llenos de errores y elecciones fallidas, pero humanos al fin y al cabo. La muerte del Txato pesa sobre todos ellos como una losa inamovible. Todos se atormentan por lo ocurrido, los unos y los otros, consciente o inconscientemente. No solo se ven incapaces de dejar pasar lo ocurrido sino que no quieren hacerlo, rechazando voluntariamente la felicidad en las escasas ocasiones en las que esta se presenta. La novela no es sino la búsqueda de esa redención, ese paso adelante tan difícil de dar para todos ellos con el que por fin logren dejar atrás la tragedia y seguir con sus vidas.

La poco habitual prosa de Aramburu sirve a la perfección para el propósito de narrar la cotidianeidad de ambas familias. Con un estilo barroco pero parco en palabras, define las escenas con certero detalle. No necesita demasiado texto para describir un encuentro, una conversación o un sentimiento. Quizás una mirada fugaz, dos palabras cuidadosamente elegidas y ya es suficiente para dejar la escena y la emoción grabada en el lector. Momentos familiares con la familia sentada a cenar o un encuentro entre dos personajes en una cafetería quedan retratados de una forma rápida con dos detalles bien ubicados.

Aramburu mezcla la narración omnisciente con los propios pensamientos de los protagonistas, a los que responde el diálogo de uno de los presentes en la escena que a su vez vuelve a confundirse con la voz del narrador en una mezcolanza de estilo narrativo extrañamente atractiva. También varía el tiempo de la narración, saltando de un momento temporal a otro y navegando por los recuerdos de los personajes sin rumbo fijo. Si pudiésemos echar un vistazo al interior de la cabeza de los personajes y ver sus conexiones neurales, Patria es lo que veríamos dentro. Retazos sueltos, trozos de una historia inconexa que se va contando sola. Los recuerdos llegan cuando llegan, uno no elige el momento, se abarrotan a las puertas de la memoria, aparentemente inconexos esperando su turno para reflotar a la superficie. Y así es como la novela va tomando forma, con recuerdos deslavazados que en apariencia no tienen orden ni concierto pero son parte indispensable de un gran tapiz. Uniendo los restos de memorias personales fragmentadas de todos los personajes, uno de aquí, dos de allí, otro de allá, es como al final la historia se va construyendo.

En el capítulo 109, Si a la brasa le da el viento, Fernando Aramburu hace examen de conciencia y se disculpa en cierto modo por escribir el libro. Expone sus intenciones y su posición. En una innecesaria explicación, dice el autor: “Escribí en contra del sufrimiento inferido por unos hombres a otros, procurando mostrar en qué consiste dicho sufrimiento y, por descontado quién lo genera y qué consecuencias físicas y psíquicas acarrea a las víctimas supervivientes.” Siendo esta una definición plenamente acertada de la novela, el mayor mérito de Aramburu sin embargo es la inclusión dentro del concepto “victimas” de una amplia variedad de personajes. No solo los hijos o la mujer de la persona asesinada son víctimas en esta novela, también lo son la familia del terrorista o el propio terrorista. El villano aquí no es una persona concreta con nombres y apellidos, ni siquiera la banda armada en sí. El enemigo es una atmósfera de opresión emocional, una negación de las emociones autoinfligida que aplasta a los protagonistas cortándoles el camino de salida a la vida. Patria no debería leerse como un ensayo sobre ETA y el País Vasco sino sobre lo que el odio y el rencor pueden hacer a las personas.
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PATRIA. Un libro que no deja indiferente.
Dos familias amigas, separadas a causa de ETA, el conflicto vasco y sus ideologías.
Narra la historia desde todos los puntos de vista, desde la víctima al asesino.
100% recomendable