Mi país inventado tiene la peculiaridad de que Isabel habla extensamente de Chile, ya exaltándolo, ya haciendo referencias de las peculiaridades de sus habitantes, ahora hablando con añoranza y finalmente aceptando que todo aquello es solo una serie de anhelos que se unen para conformar los recuerdos e ilusiones de un país lejano. Como siempre Isabel no tiene reparo alguno en destripar a su familia bajo el cuchillo del carnicero (por lo que afirma que pocos de sus familiares le hablan) para ejemplo cierto comentario que me causó gracia (pasa en tu familia, pasa en la mía, pasa en todos lados). “En los almuerzos dominicales en casa de mi abuelo, mis tíos hacían planes para asesinarla, pero siempre lograba escapar ilesa y aún está viva” Refiriéndose a cierta tía medio chiflada con aspiraciones de alcanzar la santidad. En cuanto a Chile, si bien en algunos casos piensas “oye, exageras, la gente no es así” o “eso es demasiado bueno para ser verdad” lo cierto es que también se abarcan los puntos malos de la nación; por ejemplo en cierto capitulo Isabel enuncia: “No en vano el lema de la patria es ” Anda tú, que suena a frase del Porfiriato en mi país. Y por supuesto, el clima de Chile no se podía quedar fuera, pues como todos los países latinoamericanos los desastres naturales están a la orden del día, si no nos cae temblor nos cae inundación, nos caen bichos, nos cae plaga, pero aun así todos decimos con orgullo que nuestro país es el mejor, aunque esta frase describe bien, no solo a Chile, si no a casi cualquier país latinoamericano. Y hablando de cultura, principios, valores, sociedad… ¿Qué país latinoamericano escapa del machismo?, si bien en los últimos años el movimiento feminista gana fuerza también es cierto que es malentendido y despreciado. El machismo esta tan arraigado en nuestras culturas que esta frase me ha parecido de lo más acertada para describirlo: “Mediante una guerra sin cuartel, las mujeres hemos logrado ganar el respeto de nuestros trogloditas en ciertas áreas, pero, apenas nos descuidamos, el machismo levanta de nuevo su peluda cabeza” Con perdón de los hombres buenos, aquí solo estamos hablando de los trogloditas. Por otro lado, y como era de esperarse, en este libro se toca el tema del golpe militar en Chile y el ascenso al poder de Pinochet, situación que colocó a Isabel —y a tantos chilenos más— en refugiados en otros países. La verdad no sé bien como describir este libro, es como si te sacaran a la fuerza de tu país y escribieras largo y tendido sobre él, recordándolo, añorándolo, juzgándolo a veces pero siempre extrañándolo. Enlace: http://janetgaspar.blogspot... + Leer más |
“Jorge Ramos […] es una persona íntegra y de esas hay muy pocas en este mundo. A leer estas páginas de su memoria me entero de algunos secretos, me entretengo, me conmuevo y me reencuentro con el amigo de siempre, con el periodista que me pone al día sobre el acontecer y me recuerda los valores morales que suelen perderse en el ruido de la existencia cotidiana.” Isabel Allende
¿Sabías que Jorge Ramos estuvo a punto de ser atleta olímpico, o concertista de guitarra clásica? ¿O que su primer trabajo en Estados Unidos fue de mesero, ganando 15 dólares al día?
Así veo las cosas reúne los textos más personales y literarios escritos por Jorge Ramos a lo largo de cuatro décadas: desde sus primeros artículos en México sobre desastres naturales o sobre la guerra en Centroamérica, hasta sus reflexiones semanales sobre cuestiones como la familia, la tecnología, el oficio de periodista, el lado humano de sus viajes como reportero, sus queridas mascotas, o incluso temas tan personales como su nariz…
Esta íntima selección de columnas está ligada en el tiempo por tres “puentes” inéditos, que ofrecen al lector una visión sin tapujos de la historia personal de Jorge Ramos, en donde se presenta como nunca antes lo hemos visto, mostrando su lado más vulnerable: como papá, hijo, migrante, y hasta como el guardián de su adorada gatita, Lola.
“A mis 66 años, este libro es una especie de legado. Cuenta mi historia a través de las columnas más simbólicas y representativas que he escrito. Aquí te cuento de mi familia: de mis hijos, de mis mejores amigos y de la Jechu (así le decimos a mi mamá); de lo que he aprendido como periodista: las coberturas noticiosas que me han dejado cicatrices, del resentimiento ante los que abusan de su poder; del trauma y las oportunidades de ser inmigrante; de mis guerras (internas y externas), del miedo a morir; de mis grandes pérdidas y hasta mis más mayores alegrías. Aquí hay muchas cosas que nunca te conté.”