Trece historias: El asesino de la conciencia tranquila de Paul Pen
Los dos asesinatos quedaron relacionados por el tipo de corte en el abdomen y por el disco colocado sobre el pecho de cada cuerpo.
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Trece historias: El asesino de la conciencia tranquila de Paul Pen
Los dos asesinatos quedaron relacionados por el tipo de corte en el abdomen y por el disco colocado sobre el pecho de cada cuerpo.
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Trece historias: Violeta de Paul Pen
Se produjo un crujido en los matorrales. Víctor pegó aún más la barbilla al suelo, sumergida la boca en el charco. Respiró sólo por la nariz. La superficie del agua vibró con cada una de sus aceleradas exhalaciones. Realizó un barrido con la mirada, sólo hasta donde le permitiría la posición de su cuello. Identificó un movimiento entre las ramas, que se agitaron anunciando una presencia.
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Trece historias: Sirena de dos colas de Paul Pen
Yo soy de cafetería de toda la vida. De cortado con dos sobres de azúcar, tomado en la barra. De que me pregunten ¿cómo desea la leche? y responder que la quiero templada.
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Trece historias: VurjHant de Paul Pen
Sé que no tiene sentido asustarse por una aguja cuando lo que viene después es un taladro, pero así funcionan las fobias. No se caracterizan por ser racionales. Percibo el pinchazo como si fuera un arpón clavándose en el lomo de una ballena e imagino toda mi sangre fluyendo hacia el orificio. No creo que nadie pueda evitar que me desangre a través de ese pequeño agujero. Si pudiera mover la cabeza haría algo por evitar el desastre, pero me tienen bien sujeto. Sabían el tipo de paciente al que iban a tratar.
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Trece historias: Best Seller de Paul Pen
"Ella siempre quería saber lo que les pasaba a los personajes justo después...."
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Un matrimonio perfecto de Paul Pen
El sol se esconde, se lleva las sombras, pero su luz permanece. Es en este instante cuando el mundo muestra su color más bonito. Sus verdaderos colores.
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Un matrimonio perfecto de Paul Pen
Y la verdad siempre emerge, aunque la ahogues. La verdad nunca muere, aunque la mates |
Un matrimonio perfecto de Paul Pen
Y la verdad siempre emerge, aunque la ahogues. La verdad nunca muere, aunque la mates.
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Un matrimonio perfecto de Paul Pen
¿Has estado alguna vez tan triste para no tenerle miedo al dolor ni a la muerte?
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Trece historias: Especímenes de Paul Pen
Sentir el horror al descubrir animales imposibles sumergidos en esa suerte de líquido amniótico, distorsionados aún más por la curvatura del vidrio, que de paso añadía monstruosidad y verosimilitud a las muestras.
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Trece historias: El niño de porcelana de Paul Pen
Ningún cliente quiere saber que la puta por la que paga está tan triste como él mismo.
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Trece historias: El hermano invisible de Paul Pen
Corrió hacia su hijo, que alzó el brazo por encima de su cabeza para evitar que ella apresara la fotografía. Como cuando él era un niño y ella le mostraba una bolsa de golosinas, agitándola en lo alto para que cascabelearan, riendo al verlo convertido en un salmón que se estiraba, se retorcía y saltaba sobre el agua para alcanzar el cebo.
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El brillo de las luciérnagas de Paul Pen
Una puerta pierde su significado si no la atraviesas a menudo. Se convierte en una pared.
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El brillo de las luciérnagas de Paul Pen
—Que no veas en realidad a estos bichos —dijo mamá—, no quiere decir que no existan. Si existen aquí —colocó su dedo sobre mi sien—, y aquí —lo trasladó a mi pecho—, es suficiente. Sonreí.
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El brillo de las luciérnagas de Paul Pen
...bombillas desnudas que colgaban del techo. A veces pensaba en ellas como suicidas, cuerpos de cristal que se balanceaban ahorcados por un cable.
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El brillo de las luciérnagas de Paul Pen
-¿para que entra en las casas? -pregunté yo. Papá volteó una silla, se sentó con las piernas abiertas, agarrado al respaldo. -Porque busca niños con sus antenas -pegó ambos brazos a su frente y los agitó-. Con sus antenas y la luz de un quinqué busca bajo tierra a los niños que se portan mal para meterlos en su saco. -¿y qué hace con ellos- quise saber. Papá acercó tanto su cara a la mía que me raspo con su cicatriz el pelo. -Se los come -dijo {...] |
El brillo de las luciérnagas de Paul Pen
Tumbado boca abajo en el suelo del salón, rodé sobre mí mismo para alcanzar con mi mano la mancha de sol. Un puñado de rayos que entraban por una rendija del techo dibujaba un círculo de luz no mayor que una moneda. Todos los días recorría el suelo de la estancia principal desde una pared a otra. |
La casa entre los cactus de Paul Pen
Se produjo un silencio. Melissa percibió en mamá su intención de no proseguir la conversación. A pesar de las risas de antes, no terminaba de gustarle la presencia de aquel desconocido en la casa.
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¿En que trabaja Kote?