La casa entre los cactus de Paul Pen
Elmer era experto en extender sábanas blancas sobre la realidad.
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La casa entre los cactus de Paul Pen
Elmer era experto en extender sábanas blancas sobre la realidad.
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El brillo de las luciérnagas de Paul Pen
No existe criatura más fascinante que aquella que es capaz de crear luz por sí misma.
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El brillo de las luciérnagas de Paul Pen
—¿Y cómo se me quitó? —Como se quitan todos los miedos —contestó. Se levantó y se dirigió a la puerta de la habitación. Allí colocó un dedo sobre el interruptor y añadió—: Enfrentándote a él. Apagó la luz. El bebé empezó a llorar. |
El brillo de las luciérnagas de Paul Pen
Cualquier sitio en el que estés tú es mucho mejor que ningún otro
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A un lado de la carretera de Paul Pen
"Sentado al ordenador en una de las habitaciones, comencé a escribir el primer capítulo de mi novela sobre lo ocurrido en el Hotel Restaurante Plácido.
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La casa entre los cactus de Paul Pen
Desde la ventana rota Rose divisó a Melissa hablando con sus cactus. Movía los brazos de manera agitada, algo poco habitual en sus charlas con ellos.
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La casa entre los cactus de Paul Pen
El brillo tenue de aquel hematoma apenas iluminaba en paisaje, convirtiendo el bosque de cactus en un misterio de oscuridad y espinas.
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El brillo de las luciérnagas de Paul Pen
Observé los dos pedazos de cosas importantes que se habían roto en mi vida. Algo mucho más importante se había roto dentro de mí.
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Trece historias: La noria de Paul Pen
Por muchos que el espeso de su vida lo hubiera roro Jaime a base de puñetazos, ella se esforzaba por sonreír a los pocos fragmentos triangulares que resistían en el marco.
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La metamorfosis infinita de Paul Pen
Al fin y al cabo, cinco personas vivas, las voces de esos cinco salvajes, pudieron repetir una y otra vez, reforzándolo con sus rostros y sus miradas vivas, el mensaje de que mi hija consintió lo que estaba ocurriendo. Pero la voz apagada de mi hija muerta, los ojos, la cara y las palabras sin pronunciar de los labios de un cadáver al que nadie pudo escuchar ya, jamás pudieron rebatirlo.
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La metamorfosis infinita de Paul Pen
acaso existe sentencia más justa para un asesino que la que decide imponerle su victima? A mí ese supuesto sistema judicial que imparte justicia me falló por completo. Nos ha fallado a mucha gente. Todas las víctimas de todos los asesinos que han existido en la historia de la humanidad seguirían vivas si se hubieran defendido matándolos
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La metamorfosis infinita de Paul Pen
Yo, desorientada en un pasillo del hospital – sola, de pie, perdida-, veía por un ventanal el más horrible amanecer que puede existir. El del primer día del resto de una vida en la que tu hija ya no está
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La metamorfosis infinita de Paul Pen
Yo no tomé ninguna decisión, mamá. Y ser uno mismo no es ser valiente, es la única opción que existe
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La metamorfosis infinita de Paul Pen
Que ser feliz con lo que se tiene no significa conformarse, significa valorar lo que se tiene porque en cualquier momento se puede dejar de tener
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El brillo de las luciérnagas de Paul Pen
No existe criatura más fascinante que aquella que es capaz de crear luz por sí misma.
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Trece historias: El apetito de Paul Pen
El resplandor del fuego iluminó su rostro, resaltando sus facciones cada vez más marcadas, los pómulos más salidos, la barbilla más prominente. La cara del hambre.
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Trece historias: Una bandera plateada de Paul Pen
¿Para qué queremos hablar con seres de otro planeta si ni siquiera nos entendemos entre los de éste?
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¿Quién escribió la saga?