Trece historias: VurjHant de Paul Pen
Sé que no tiene sentido asustarse por una aguja cuando lo que viene después es un taladro, pero así funcionan las fobias. No se caracterizan por ser racionales. Percibo el pinchazo como si fuera un arpón clavándose en el lomo de una ballena e imagino toda mi sangre fluyendo hacia el orificio. No creo que nadie pueda evitar que me desangre a través de ese pequeño agujero. Si pudiera mover la cabeza haría algo por evitar el desastre, pero me tienen bien sujeto. Sabían el tipo de paciente al que iban a tratar.
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