Gotas de chocolate y menta de Lorraine Cocó
Nueva York es una ciudad que hace que las cosas, aunque no lo quieras, vayan más rápidas.
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Gotas de chocolate y menta de Lorraine Cocó
Nueva York es una ciudad que hace que las cosas, aunque no lo quieras, vayan más rápidas.
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Ríndete, mi amor de Lorraine Cocó
Una cosa tenía clara, aunque recordaría aquel viaje como el más triste de su vida, por haberse enamorado de Daniel, y tener que dejar el trabajo por ello. También estaba siendo el más bonito y el que más experiencias enriquecedoras le estaba aportando. Nunca olvidaría aquellos días. Los tendría atesorados en la mente y el corazón, para siempre.
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Mi pequeña tentación de Lorraine Cocó
Jamás se había sentido atraído por una mujer hasta el punto de nublarle el juicio, mucho menos de una cuya vida dependía de que él hiciese bien su trabajo. Pero lo que habían compartido hacía unos minutos había sido increíble. No tenía otra forma de describirlo, y no creía que pudiese hacer como que no había pasado. |
Eres la nata de mi chocolate de Lorraine Cocó
«El mundo es un pañuelo», pensó. ¿Cuántas probabilidades había de que su mejor amiga y su único hermano varón se conociesen y, tras compartir un beso fortuito, se quedasen colgados el uno del otro? Él no creía mucho en el sino, en las fuerzas sobrenaturales ni en nada por el estilo, y por eso, por nada del mundo confesaría a su romántica amiga que aquella situación se parecía mucho a una treta del destino. Lo que sí iba a hacer era dar un empujoncito a la providencia para que aquellos dos terminasen juntos. Hacerlo sin levantar sospechas, entre tantos testigos, solo hacía que fuese más interesante. |
Como en una canción country de Lorraine Cocó
—¡Vaya par de dos! Con nuestras vidas se puede escribir una canción country.
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Como en una canción country de Lorraine Cocó
—Si alguna vez falto a una cita con un buen filete, ten claro que estaré criando malvas.
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Como en una canción country de Lorraine Cocó
—No es verdad. No me siento obligada. Lo hago con gusto. Y tampoco creas que es algo personal. Pero es curioso, con lo poco que hemos hablado y eres capaz de pensar que eres tan especial que me esfuerzo en serlo contigo. Estás equivocado. Soy igual con todos los chulitos arrogantes que creen que han sido plantados en este mundo para ser el regalo de las mujeres.
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Como en una canción country de Lorraine Cocó
—¿Les culpas? Saben que duermes con la escopeta bajo la almohada.
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Como en una canción country de Lorraine Cocó
—Soy vieja pero aún no estoy muerta. Y a veces una mujer no necesita más que un poco de diversión. No quería decírtelo, pero en ocasiones eres tan borde y estirada que los chicos empiezan a decir que un ratito de esos es justamente lo que te hace falta.
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Como en una canción country de Lorraine Cocó
—Mira, estrellita de los deportes, aún no ha nacido el hombre que me ponga a mí nerviosa —dijo dejando de reír de repente y fulminándolo como si lo pudiese desintegrar—. Y para demostrártelo, estaré encantada de guiarte hasta la cabaña, ya que no eres capaz de ir tú solo.
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Como en una canción country de Lorraine Cocó
La aventura más grande del mundo es lanzarse a unir tu destino al de otra persona.
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La coleccionista de noches vacías de Lorraine Cocó
—Hola… Cuatro letras. Simples, vulgares, gastadas de tanto ser utilizadas en la vida cotidiana, y sin embargo en sus oídos sonaron como los acordes de un violín. Como una melodía lánguida y dulce que te hace vibrar el corazón hasta hacer que broten lágrimas inesperadas y estremecidas. Se quedó sin palabras, allí, confusa y perdida en la mirada del hombre que la saludó. Sacudida por su intensidad y sintiendo que acababa de abrirse un abismo bajo sus pies. |
La coleccionista de noches vacías de Lorraine Cocó
(…) ya sabía cuál era el punto débil de Madeline Hart: su bondadoso corazón.
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La coleccionista de noches vacías de Lorraine Cocó
(...) Confiaba en su intuición. No podía explicar por qué, pero Madeline le había demostrado que podía leer el alma de las personas. Tal vez fuese otra de las cosas extrañas que pasaban entre aquellas paredes. Pero desde que abrieron las puertas de la casa de huéspedes, habían recibido a suficientes clientes como para saber que rara vez se equivocaba con sus predicciones.
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La coleccionista de noches vacías de Lorraine Cocó
Madeline parecía una mujer pequeña, frágil, casi delicada, debido a su apariencia. Tenía el cabello color cobre y muy corto, a lo garçon, con un flequillo rebelde que se empeñaba en arremolinarse sobre sus ojos verdes. Su piel era muy pálida y nacarada, tan solo marcada por las dispersas pecas que besaban sus mejillas. Era delgada y esbelta. Su madre la habría considerado demasiado flaca y por la falta de tono en sus mejillas, le habría recetado unos buenos guisos que llenasen sus curvas y proporcionaran algo de color a su rostro, pero a ella le pareció elegante y le recordó a un ser mágico de cuento. Cuando elevó los brazos y se estiró con un movimiento lento y flexible, en su mente se transformó en una distinguida bailarina. (...)
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La coleccionista de noches vacías de Lorraine Cocó
La casa tenía algo que decir...la casa estaba agotada, sola y quejumbrosa, como ella... Se preguntó si también guardaría algunos secretos
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Jugando a las casitas de Lorraine Cocó
Sintió por primera vez que las historias que leía eran totalmente inalcanzables para ella. Como si pensase que jamás viviría algo igual de intenso que esas historias que le trastocaban el alma.
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Autumn Passion Love de Lorraine Cocó
¿Sabes que es lo más maravilloso del amor? Que no sólo no se acaba nunca, sino que cuando más lo gastas, más grande se hace.
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Los días grises, y tu mirada azul. de Lorraine Cocó
"Llena tu vida de magia, de momentos únicos e irrepetibles, de aciertos, pero también de errores. Solo de ellos se aprende y gracias a ellos apreciamos las cosas maravillosas que vienen después"
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Como en una canción country de Lorraine Cocó
"—¿Me amas? —preguntó ella en un susurro. —Con cada latido, con desesperación, con necesidad y de forma desgarradora, como en una canción country. "
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¿En que trabaja Kote?