Con La sexta trampa pone fin J. D. Barker fin a una interesantísima trilogía formada por las siguientes novelas:
-El cuarto mono.
-La quinta víctima
-La sexta trampa.
¿Fin? Como tal trilogía sí, porque el autor no descarta, aunque no de un modo inmediato porque está embarcado en otros proyectos retomar alguno de los personajes de la novela, bien para una precuela, o para hacer otra novela con los mismos, aunque esta serie de novelas centradas en la figura del cuarto mono, quede ya cerrada como tal.
He de reconocer que el principio de esta novela me costó un tanto, porque a pesar de haber leído la anterior hace un año, mi memoria pez me hacía dificultoso seguir una trama que era continuación directa de la anterior. Muchos personajes y muy poco recordaba de ellos, salvo de los principales, de ahí, que el avance fuera lento hasta que… ¡Los diarios!
Sí, hay más diarios. Esos diarios ausentes en la segunda entrega vuelven aquí con mucha fuerza para narrarnos la dura historia de Anson Bishop cuando es trasladado a una casa de acogida, que enseguida iremos sospechando que en el fondo no es tal.
Muy buen truco del autor, porque hace que, no solo por estar narrado en primera persona, sino por lo que cuenta, empaticemos con este personaje, el principal sospechoso de ser el Cuarto Mono.
Los diarios irán alternándose con capítulos en diferentes escenarios:
-El hospital, donde algunos policías han quedado aislados en cuarentena junto a parte del personal del hospital y todos aquellos susceptibles de ser atacados por el Cuarto Mono, algo que ya sabíamos en la entrega anterior.
-La acción protagonizada por el detective Sam Porter, un detective superado por los acontecimientos.
-La acción desde el punto de vista de Poole, el agente del FBI.
Sumadle los diarios y veréis que hay cuatro acciones que van transcurriendo de un modo más o menos paralelo en capítulos muy cortos.
Además, todas las pruebas que van apareciendo comienzan a incriminar a Sam Porter, que pasa a ser el sospechoso principal, por más que Poole intente en todo momento creer en su inocencia.
Una trama en la que sospechamos que tiene que haber alguien más colaborando con el Cuarto Mono, porque empiezan a aparecer simultáneamente muchos cadáveres que en ningún momento pueden ser víctimas del Cuarto Mono, por lo que alguien tiene que estarle ayudando.
Hay que añadirle a la trama un punto que resulta muy curioso de leer ahora: una peligrosa enfermedad provocada por un SARS y la cuarentena a la que son sometidos
IMPRESIÓN PERSONAL
El arranque de la trilogía fue espectacular, por más que la novela es por momentos un tanto irregular y que a mí me interesaba más la historia del diario, que la propia trama criminal. La continuación en La quinta víctima, me resultó un tanto decepcionante porque no había diarios y, la trama quedaba totalmente inconclusa a la espera de su finalización en La sexta trampa.
Y por fin, la verdad es que solo hemos tenido que esperar un año, el remate en el que no solo vuelven los diarios, sino que se cierra totalmente la historia. ¿Totalmente? Bueno, la historia como tal sí, aunque los personajes pueden tener vida propia en más libros, algo que no descartéis que pueda pasar en un futuro.
Lo más curioso de esta trilogía es que los diarios que en lla se incluyen constituyen una historia que muy bien hubiera podido tener vida propia sin la existencia del Cuarto Mono. Hasta tal punto es así, que parecen escritas por alguien diferente al que redacta el resto de la novela.
Mucho mérito tiene el autor consiguiendo que adoremos a un personaje que sospechamos que es un auténtico asesino en serie. Una duda que se mantendrá hasta el final de la novela y que por supuesto no voy a desvelar aquí.
Si te gustó El Cuarto Mono, puedes leer con tranquilidad esta novela. No va a decepcionarte como probablemente pudo ocurrirte con La quinta víctima
Enlace:
http://www.elbuhoentrelibros..